Los costosos efectos colaterales que enfrenta Musk por entrar a la administración Trump
No solo sufren consecuencias sus empresas, como Tesla, sino que amplios sectores de la sociedad estadounidense empiezan a cuestionar su dura política de "motosierra" en servicios y empleo estatal.
La entrada del megamillonario Elon Musk, un coloso empresario a nivel global, a la política estadounidense ha tensado su rol en ambos lados: como empresario y como político. Musk, polémico hasta con un saludo en la investidura de Trump que muchos catalogaron de nazi (incluso su hija Jenna Vivian Wilson) ha despertado con sus medidas de recorte de gastos una fuerte ola de repudio, creciente, en muchos consumidores. Este gesto del saludo de similitdes nazis fue replicado por Steve Bannon, ex asesor de Trump y fundador de “alt-right” (derecha alternativa), un movimiento extremista y populista en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAP).
Musk no solo se involucro en la política americana, en Europa apoya a Alternativa Para Alemania (AfD), un partido político de de duras posturas ultraderechistas. Musk incluso afirmó que “sólo AfD salvará a Alemania”. Este tipo de declaraciones debería preocupar, porque naturalizan argumentos de “salvar” sin aclarar “de qué” y “cómo”. Son sectores que ven amenazas en diversos colectivos y en inmigrantes, casos de xenofobia que teniendo en cuenta el pasado de Europa deberían ser una señal de alarma.
Ese apoyo de Musk a posturas radicales y extrema derecha han alterado la opinión que tenían de él numerosos consumidores de sus muchas empresas. Y le han jugado en contra, como en movimiento “Tesla Takedown” (Derribar a Tesla) que emerge como una expresión del descontento con las movidas de Elon.
Musk con Trump en la campaña que los llevaría al poder.
No sólo eso: miles de compradores de Tesla ha optado por mudarse a modelos de concesionarias rivales. Empieza a cristalizarse, a tomar cada vez un carácter más sólido, el rechazo a los negocios del polémico empresario.
Cuando Musk apoyó a Trump se volcó totalmente al escenario político y apoyó al líder republicano incluso financieramente. “Estas serán la últimas elecciones si Trump no gana, porque los demócratas desean quitar la libertad de expresión, quitar el derecho de portar armas y el de votar”, llegó a decir en la campaña.
Pero en un país tan polarizado, no debería haberle pasado por alto a Musk que habría consecuencias para sus negocios, perdiendo no solo consumidores sino también imagen ante parte de la opinión pública.
Las tensiones de Trump con la UE a raíz de su simpatía con Putin y el cuasi abandono a Ucrania también han sido caldo de cultivo del rechazo hacia Musk en el viejo continente. Pero el dueño de Tesla y X no se detiene. En su red social compartió una publicación (que luego borró por la reacciones) en la que decía “Stalin, Hitler y Mao Zedong no causaron la muerte de millones de personas”, pero que "si lo hicieron trabajadores del sector público”. Borró el posteo, pero las repercusiones fueron lapidarias.
Musk “olvida” que SpaceX y Tesla recibieron millones de dólares en subsidios del Estado para su desarrollo. Ahora, ya convertido en uno de los hombres más ricos del planeta,no necesita del Estado. Y al frente del flamante DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) busca suprimir las regulaciones, bajar gastos públicos, modificar agencias federales de Estados Unidos.
Se ha convertido en el símbolo en el gobierno de Trump de drásticos cambios: recortes en el sistema educativo, reducción de su fuerza laboral bajo el lema de “excesos de burocracia”. Trump ordenó ese desmantelamiento a nivel nacional aunque garantizó que las a las ayudas a las familias continuarán.
Sin embargo ya es hora de preguntarse si la entrada de Musk a la política obedece a sus intereses personales en el movimiento MAGA (“Make America Great Again”), aunque le implique costosas pérdidas a nivel empresarial. Las quejas de los accionistas de sus empresas ya se hacen escuchar, pero queda ver hasta que punto llegan las preferencias de Musk: política o negocios. Ambos, parece complejo.
*Lic. en Ciencias Políticas.
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