Los antiácidos y otros fármacos son un riesgo para todos
El gobierno autorizó la venta libre de medicamentos en kioskos y supermercados, poniendo como ejemplo “positivo” el peligroso antiácido omeprazol. Si los remedios se venden “junto con chicles y caramelos” hay en puerta un nuevo problema de salud pública.
Seguramente todos recordaran la demagógica propaganda de “milanesas para todos”; pues con cierta similitud, el Dr. Sturzenegger afirmó por todos los medios de comunicación que, a partir de ahora, las personas podrán acceder a medicamentos de venta libre en kioskos y supermercados.
Como un ejemplo positivo se refirió al peligroso antiácido Omeprazol, el cual, a pesar de serias advertencias internacionales, la ANMAT continúa autorizando para venta libre en Farmacias y que a partir de ahora podrá también adquirirse junto con chicles y caramelos.
Muchas publicaciones internacionales vienen advirtiendo sobre esto:
“El uso prolongado de Inhibidores de la Bomba de Protones (Omeprazol y otros prazoles) se asocia con algunos efectos adversos graves y raros, incluidas enfermedades renales (nefritis intersticial aguda, lesión renal aguda, enfermedad renal crónica, enfermedad renal terminal), enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular), enfermedades hepáticas (carcinoma hepatocelular), fracturas, infecciones (infección por Clostridioides difficile, neumonía adquirida en la comunidad, COVID-19), deficiencias de micronutrientes (hipomagnesemia, anemia, deficiencia de vitamina B12, hipocalcemia), demencia y cáncer gástrico (Maiden 2023) ”.
¿Es desconocimiento, capitalismo de amigos o simplemente una cuestión de sobres o valijas?
Obviamente no tenemos la respuesta apropiada, pero sí sabemos que es un grave error. Esto sólo debería usarse con indicación medica precisa y por el período más corto posible.
Salud pública sin sistema
Mediante decretos y resoluciones, la estructura normativa de las leyes 23660, 23661 y 26682 ha dejado de existir, no eran buenas normas, pero ahora ya son solo un puzzle de papel pintado.
El Ministerio de Salud y la Superintendencia de Servicios de Salud, instituciones responsables de la salud de más de 47 % de la población solo se preocupan por mejorar el negocio de las Empresas de Medicina prepaga.
La clase media que no puede pagar las cuotas se va borrando; a estas empresas por ahora no les importa, ya que muchos asociados son actuarialmente riesgosos (viejos o con algún familiar enfermo). El negocio es cobrar cuotas a jóvenes y sanos y en lo posible, que no usen los servicios. Conseguir turnos equivale a veces a una “peregrinación a Santiago”.
Todo el peso de los servicios de salud, va a recaer sobre las Provincias (además del aproximado 51% de población que ya no tiene cobertura formal). Es importante que los gobernadores y el jefe de gobierno de la Ciudad, entiendan esto ya que se verán muy seriamente afectados (y no solo por la impulsada transferencia de instituciones nacionales).
Una vez que se vean desbordados por más y más gente sin cobertura esto será muy tarde.
Desregulación de la salud: menor cobertura y medicamentos que no se entregan
¿Qué se puede hacer? Legislación Provincial urgente. Cada Provincia debe asumir su rol constitucional como Autoridad máxima de Salud, tanto para Servicios como productos en cada jurisdicción y la Nación no puede limitarlas ni imponerles nada.
Solo para que sirva de referencia, en los Estados Unidos las HMO´s (equivalente de la Empresas de Medicina Prepaga y algunas Obras Sociales de Argentina) pueden operar solo cuando tienen autorización de cada uno de los Estados (legislación provincial). Es decir que deben registrase y operar bajo Leyes y múltiples controles impuestos por cada uno de estos Estados (además de algunas Leyes Federales).
Por ello y dado la inexistencia de controles reales por parte de la Superintendencia o el Ministerio de Salud, cada provincia debería dictar Leyes similares al texto original de la Ley 26682 (antes de sus múltiples amputaciones), imponiendo condiciones para operar, afiliar o asociar personas directa o indirectamente dentro de cada una de sus jurisdicciones.
También con un ANMAT en evidente incumplimiento de las funciones que le fueran delegadas, no queda otra alternativa que introducir legislación Provincial respecto a la autorización de medicamentos, su forma de prescripción y desde luego también su forma de comercialización.
Recordar que el derecho constitucional en un país federal como la Argentina, deberá avalar estos muy sustanciales cambios aplicables a intentar construir un Sistema de Salud (aunque más no sea a partir de las capacidades y criterios provinciales).