Libros con "contenido sexual explícito" en las aulas bonaerenses

Bajo el programa “Identidades bonaerenses”, la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia distribuyó un catálogo de lecturas sugeridas en el marco de la Educación Sexual Inclusiva que ofendió a algunos padres y hace repensar los límites pedagógicos.

LIbros Polémicos en las aulas bonaerenses. Foto: Collage

La educación en la Provincia de Buenos Aires enfrenta una nueva controversia con la inclusión de un catálogo de libros con contenido sexual explícito, distribuido bajo el programa "Identidades Bonaerenses". Esta iniciativa de la Dirección General de Cultura y Educación, liderada por Alberto Sileoni, busca acercar literatura variada a estudiantes de secundaria y otros espacios educativos. 

Sin embargo, la polémica surgió cuando padres y docentes notaron fragmentos explícitos en obras como Las Primas de Aurora Venturini y Si no fueras tan niña de Sol Fantin, con descripciones de violencia y sexualidad que muchos consideran inapropiadas.

Los consejeros Diego Julio Martínez y Natalia Quintana solicitaron explicaciones al Subsecretario de Educación, Pablo Urquiza, sobre los criterios de selección y distribución de estos textos. Este reclamo refleja la preocupación sobre la ética y los límites pedagógicos que deberían respetarse en nombre de una educación integral.

Contenido sexual en las aulas

La Educación Sexual Integral (ESI) debe ayudar a los estudiantes a comprender la sexualidad y el respeto mutuo, con un enfoque maduro y adaptado a su edad. Sin embargo, incluir textos con lenguaje explícito en contextos escolares podría generar confusión o incomodidad en los jóvenes. La literatura en las aulas debe servir para construir valores y permitir una comprensión gradual de la vida adulta, sin confrontarlos prematuramente con temas de alta carga emocional y sin el marco adecuado.

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El Estado tiene la obligación de proteger y guiar a los estudiantes, asegurando que las escuelas sean espacios seguros y propicios para el aprendizaje. La elección de lecturas debe ser sensible, evitando exponer a los jóvenes a material que, en lugar de educar, pueda desorientarlos o impactar negativamente en su desarrollo emocional. En este caso, incluir material explícito parece ir en contra de esa responsabilidad, comprometiendo el bienestar psicológico de los alumnos.

Lecturas bonaerenses

La falta de transparencia sobre los criterios de selección de "Identidades Bonaerenses" suscita dudas. Como indica el consejero Diego Martínez, las autoridades deben aclarar porqué se eligieron ciertas obras. El hecho de recomendar algunas lecturas con “acompañamiento docente” revela que la propia Dirección de Cultura y Educación reconoce el desafío que representan estos textos para los estudiantes.

Sin embargo, la advertencia no basta para justificar la inclusión de contenido explícito. Se habría esperado que el programa contara con la opinión de expertos en psicología y educación para asegurar que los textos, aunque traten temas complejos, lo hagan de manera adecuada.

El desafío de la educación radica en encontrar un equilibrio entre la realidad y la capacidad de los estudiantes para procesarla"

El debate se ve intensificado por la inclusión de autores cercanos al gobierno de Axel Kicillof, como Dolores Reyes, quien ha expresado apoyo a la administración. Aunque la relación entre política y cultura no es nueva, este tipo de afinidades no debe influir en las decisiones sobre los materiales educativos. Incluir autores por simpatías políticas y no por la pertinencia de su obra para un contexto educativo pone en riesgo la integridad de las políticas educativas, que deben centrarse en el beneficio de los estudiantes.

La educación pública no puede ser campo de experimentos arbitrarios ni de intereses partidarios. El contenido educativo debe formar ciudadanos críticos e informados, sin polarizarlos ni confundirlos. Aunque “Identidades Bonaerenses” pueda tener buenas intenciones al ampliar el acceso a la literatura, es evidente que las decisiones sobre su catálogo debieron haberse tomado con mayor cuidado.

La educación pública no puede ser campo de experimentos arbitrarios ni de intereses partidarios"

El desafío de la educación radica en encontrar un equilibrio entre la realidad y la capacidad de los estudiantes para procesarla. Tratar temas complejos es necesario, pero debe hacerse respetando el proceso emocional y psicológico de los jóvenes. Ignorar estos aspectos es irresponsable. Por ello, el gobierno de Axel Kicillof debe reconsiderar sus políticas educativas, revisando los criterios de selección para garantizar que los materiales promuevan el desarrollo intelectual sin comprometer la estabilidad emocional de los estudiantes.

Las autoridades educativas de la Provincia de Buenos Aires deben realizar una revisión profunda de "Identidades Bonaerenses", estableciendo controles de calidad y contando con especialistas que aseguren que el contenido refleje valores de respeto y conciencia. La formación de los jóvenes es una responsabilidad demasiado grande como para depender de criterios que carezcan de fundamentación pedagógica y ética.

*Diputada ,Vicepresidente del Bloque de la Libertad Avanza bonaerense