Política exterior

La afinidad entre Milei y Trump: oportunidades y desafíos para el futuro del comercio bilateral

Una buena relación entre los gobiernos de Estados Unidos y Argentina podría mitigar las consecuencias del proteccionismo americano, una "amenaza" utilizada como herramienta de negociación.

Javier Milei y Donald Trump Foto: Casa Blanca

La afinidad ideológica entre Donald Trump y Javier Milei ofrece un terreno fértil para el desarrollo de políticas promercado que podrían dinamizar el comercio bilateral entre Estados Unidos y Argentina. La eliminación de barreras arancelarias y la desregulación económica son factores que podrían beneficiar a sectores clave de la economía argentina, como la agroindustria y la tecnología. Según analistas económicos, estas medidas podrían revitalizar el comercio exterior argentino, permitiendo una mayor integración con el mercado estadounidense. Esto no solo ampliaría las oportunidades de exportación para productos argentinos, sino que también podría atraer tecnología e innovación desde Estados Unidos.

No obstante, es importante considerar la amenaza potencial que representa el proteccionismo americano y la utilización de aranceles, una característica destacada de la política comercial de Trump. Durante su primer mandato, Trump utilizó medidas arancelarias como herramienta de negociación, aplicándolas de acuerdo la afinidad política e ideológica con otros países. En este sentido, una buena relación entre los gobiernos de Estados Unidos y Argentina podría mitigar estas amenazas, aunque no eliminarlas por completo, ya que las políticas proteccionistas podrían resurgir dependiendo del contexto y las prioridades de la administración estadounidense.

La situación se volvió más compleja cuando el presidente Trump optó por incrementar los aranceles sobre las importaciones de aluminio y acero hacia Estados Unidos poco después de haber asumido su segundo mandato. En el contexto de su disputa comercial con China, Argentina experimentó efectos secundarios como resultado de este aumento arancelario.

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Oportunidades y desafíos de la afinidad entre Trump y Milei

Un tratado de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos, impulsado por Milei, podría fortalecer la colaboración económica al eliminar barreras comerciales y facilitar el intercambio de bienes y servicios. Sin embargo, también existen riesgos: la competencia de productos estadounidenses podría perjudicar a industrias locales, y podría aumentar la dependencia económica si no se gestiona adecuadamente. Una posible solución para mitigar estas amenazas es la reducción de impuestos locales, algo que Milei ha prometido implementar durante 2025 y el resto de su mandato. Esto podría mejorar la competitividad de las empresas argentinas, permitiéndoles enfrentar mejor la competencia extranjera y aprovechar las oportunidades que ofrece el tratado.

La disposición de Milei para llevar a cabo reformas estructurales en el ámbito laboral y fiscal podría recibir un impulso significativo con el apoyo de un Estados Unidos alineado en esta dirección. Este respaldo no solo fomentaría la competitividad de Argentina, sino que, si se implementa adecuadamente, también podría mejorar el clima de negocios y estimular la creación de empleo.

La estabilización económica avanza y presenta resultados favorables, particularmente con la disminución de la inflación. Si se mantiene por debajo del 1-2% mensual hasta octubre, el gobierno podrá capitalizar este logro en las elecciones. Otras variables económicas, como los salarios que están en aumento, la reducción del desempleo, la caída de la pobreza, y otros indicadores anuales, reflejarán un resultado positivo tras el ajuste previsto para 2024.

Donald Trump-

El 20 de febrero por la mañana, el presidente Milei arribo a la Base Andrews y el 22 de febrero, el presidente ofreció un discurso en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC). Al finalizar, el presidente Donald Trump tomo la palabra en el escenario. El viaje a Estados Unidos resultó ser de gran importancia. En el ámbito político, Milei se ha consolidado como una figura destacada y un intérprete de su tiempo, alineándose con la prominencia del dúo Trump-Musk. En el sector económico, la gobernabilidad de Milei depende de diversas estrategias. Desde la reunión con Musk, que simbolizó sus intentos de modernización, hasta los encuentros con representantes del FMI, como Kristalina Georgieva, y del BID, representado por su presidente, Ilan Golfajn. Este vieje fue finalmente clave para olvidar el reciente escándalo de criptomonedas que sacudió al gobierno.

Posteriormente, el presidente argentino anunció su intención de alinearse con la política de aranceles promovida por Trump, como parte de la afinidad ideológica que comparten. Por su lado, presidente estadounidense planea implementar a partir del 2 de abril lo que él denomina "aranceles recíprocos", que consisten en imponer a cada país el mismo nivel de tarifas aduaneras que estos establecen sobre los productos estadounidenses.

Este anuncio, junto con las recientes votaciones de Argentina en resoluciones de la Asamblea General de la ONU, son ejemplos claros de la alineación político-económica entre los dos países. El nuevo posicionamiento argentino se produce tras las declaraciones del presidente Trump sobre el conflicto.

Una batalla a todo o nada, como le gusta a Milei

Trump posiblemente concederá apoyo a la Argentina en el desembolso adicional del FMI que definan Javier Milei junto con Luis Caputo para facilitar la eliminación de las restricciones cambiarias y consolidar las reservas públicas. La llave para acelerar los tiempos la tiene el presidente de Estados Unidos. Durante el mandato de Mauricio Macri, ya se demostró que, en el organismo multilateral de crédito, la política prevalece sobre la teoría. El apoyo de la titular del organismo, sumado a la buena sintonía con Trump, augura un acuerdo que libere fondos frescos para la Argentina y así estar más cerca del tan esperado fin del cepo cambiario.

Innovación y desregulación

En el contexto actual de reformas económicas y administrativas en Estados Unidos, se ha confirmado la creación de un nuevo organismo nacional llamado "Departamento de Eficiencia Gubernamental", que está liderado por Elon Musk y Vivek Ramaswamy, ex candidato presidencial por el Partido Republicano. Este proyecto se inspira en el "Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado" de Argentina comandado por Federico Sturzenegger y busca simplificar las estructuras gubernamentales estadounidenses para fomentar un entorno más favorable para el desarrollo empresarial y económico. Tanto Musk como Ramaswamy son admiradores de Javier Milei. Esta afinidad ideológica podría influir significativamente en el enfoque del nuevo departamento, buscando replicar en Estados Unidos algunos de los principios que Milei ha promovido en Argentina.

La participación de Musk, reconocido por su enfoque innovador en diversas industrias, junto con Ramaswamy, conocido defensor de políticas promercado, podría servir como un catalizador significativo para la modernización tanto económica como administrativa en Estados Unidos. Este esfuerzo refleja un alineamiento con las visiones de desregulación y transformación del Estado defendidas por figuras políticas como Milei y Donald Trump. Ambos líderes han abogado por la reducción de la burocracia estatal como un medio para incentivar el crecimiento económico y mejorar la eficiencia administrativa.

Elon Musk y Javier Milei.

Para Argentina, el éxito de este organismo podría ofrecer varias ventajas. Si las reformas propuestas por el Departamento de Eficiencia Gubernamental demuestran ser efectivas en Estados Unidos, podrían validar y fortalecer las políticas de desregulación defendidas por Milei. Esto podría proporcionar a Argentina una mayor legitimidad y respaldo internacional en sus propios esfuerzos de reforma, atrayendo inversiones extranjeras interesadas en un entorno de negocios más liberalizado. Además, una colaboración más estrecha con líderes de pensamiento influyentes como Musk y Ramaswamy podría abrir nuevas oportunidades para el intercambio de ideas y prácticas innovadoras que beneficien tanto a Argentina como a Estados Unidos.

Sin embargo, es crucial considerar los desafíos y riesgos asociados con un proceso de desregulación tan ambicioso. La reducción de la intervención estatal debe ser cuidadosamente equilibrada para evitar posibles repercusiones negativas, especialmente en sectores vulnerables de la sociedad. Además, una transformación de esta magnitud requerirá un consenso político significativo y un compromiso sostenido para garantizar su implementación efectiva y sostenible.

La potencial convergencia entre las administraciones de Donald Trump y Javier Milei podría redefinir el panorama económico y político entre Argentina y Estados Unidos, presentando tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, un acuerdo de cooperación más estrecho podría facilitar el acceso a mercados, promover la innovación y fortalecer sectores estratégicos como la agroindustria y la tecnología. Por otro lado, el resurgimiento del proteccionismo o la falta de consenso interno en Argentina podrían entorpecer estos avances.

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La implementación exitosa de políticas promercado, como la desregulación económica y la reducción de barreras arancelarias, podría revitalizar sectores clave de la economía argentina, fomentando un intercambio más dinámico con Estados Unidos. Sin embargo, este escenario también podría poner en riesgo a las industrias locales menos competitivas y aumentar la dependencia económica de Argentina hacia Estados Unidos, aspectos que deben ser gestionados cuidadosamente.

Aunque el camino hacia una relación comercial más estrecha entre Estados Unidos y Argentina está lleno de promesas, también está sembrado de minas políticas y económicas. Mientras algunos ven una oportunidad dorada para ambos países, otros advierten que este acercamiento podría dejar a Argentina bailando al ritmo de un tango que marca Washington. ¿Será este un paso adelante hacia la prosperidad o un salto al vacío? En este juego de ajedrez internacional, más vale que ambas partes sepan bien qué piezas están moviendo. El tiempo dirá si esta colaboración resultará en una sinfonía de prosperidad compartida o en una lección de los riesgos de la interdependencia.

 

* Politólogo (UCES), con especialidad en política internacional