Romper con las estructuras

Gobernanza digital

Naciones Unidas hace un llamado para que los flujos de datos digitales sean para beneficio de todos. Los datos son un activo estratégico de los países, y hoy están mayormente en manos privadas.

Nuevas tecnologías Foto: cedoc

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) publica un nuevo Informe sobre la Economía Digital 2021, destacando la necesidad de que el mundo adopte nuevo enfoque de gobernanza global para permitir que los datos digitales fluyan a través de las fronteras con tanta libertad como sea necesaria y posible, asegurando la maximización de las ganancias del desarrollo, garantizando que esos beneficios se distribuyan equitativamente y minimizando los riesgos y daños asociados, como las violaciones a la privacidad, ataques cibernéticos, entre otros. Además, este nuevo enfoque debería permitir desarrollar bienes públicos digitales, aumentar la confianza y reducir la incertidumbre en la economía digital.

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Se estima que el tráfico global del protocolo de internet (IP) se triplicará con creces en 2022 con respecto a 2017, y con el creciente número de dispositivos móviles y dispositivos conectados a internet, se espera que el tráfico de datos por banda ancha móvil represente casi un tercio del volumen total de datos en 2026.

Los países deben romper con los silos y comenzar a moverse hacia un enfoque global más holístico y coordinado, para lo cual la gobernanza digital y de los datos es clave. Los datos digitales juegan un papel cada vez más importante como recurso económico y estratégico, algo que se consolidó tras la pandemia del Covid-19 donde compartir datos de salud a nivel mundial para ayudar a los países a enfrentar sus consecuencias y con fines de investigación para encontrar vacunas ha sido vital.

Con el Covid que consolidaron los datos digitales para compartir información 

Actualmente, la gobernanza de datos se ejerce principalmente con tres enfoques divergentes de parte de Estados Unidos, China y la Unión Europea. El enfoque estadounidense se centra en el control de los datos por parte del sector privado; el modelo chino enfatiza el control de los datos por parte del gobierno, mientras que la UE favorece el control de los datos por parte de las personas, en base a derechos y valores fundamentales. Estas diferencias hacen que, según los autores, se obstaculice la capacidad de todos los países del mundo para cosechar todos los beneficios de la economía digital, para proteger la privacidad de las personas del uso de datos (tanto por parte del sector privado como del gobierno) y para abordar preocupaciones relacionadas con la aplicación de la ley y con la seguridad nacional.

El conocimiento y los datos no tienen fronteras y fluyen de un lado a otro con alta velocidad, por lo que establecer un sistema de gobernanza de datos global permitiría a los países aprovechar mejor los datos como un bien público mundial, acordar derechos y principios, desarrollar normas y aumentar la cooperación internacional. Esto también debería poder ayudar a evitar la fragmentación ulterior del internet, abordar los desafíos políticos que presenta el dominio de las plataformas digitales, y reducir la desigualdad existente.

El informe advierte que está surgiendo una brecha a medida que evoluciona la economía digital impulsada por los datos, lo que hace que muchos países en desarrollo se conviertan en meros proveedores de datos sin procesar para plataformas digitales globales, mientras tienen que pagar por la inteligencia digital generada a partir de sus datos. Además, revela que Estados Unidos y China son los pioneros en el aprovechamiento de datos, representando el 50% de los centros de datos de hiperescala en el mundo, las tasas más altas de adopción de 5G, el 70% de los principales investigadores de inteligencia artificial (IA) y el 94% de toda la financiación para nuevas empresas de IA. Solo estos dos países representan alrededor del 90% de la capitalización de mercado de las plataformas digitales más grandes del mundo, y durante la pandemia sus ganancias y valores de capitalización de mercado han aumentado enormemente. Para las siete principales plataformas digitales del mundo, entre octubre de 2019 y enero de 2021, los precios de las acciones aumentaron entre un 55% (Facebook) y un 144% (Apple).

El conocimiento y los datos no tienen fronteras y fluyen de un lado a otro con alta velocidad, por lo que establecer un sistema de gobernanza de datos global permitiría a los países aprovechar mejor los datos como un bien público mundial

Por lo anterior, la economía digital impulsada por datos puede profundizar los desequilibrios y divisiones, ampliando la brecha digital con los países en desarrollo, en los cuales solo el 20% de las personas en los países menos adelantados utilizan internet y, cuando lo hacen, normalmente lo hacen a velocidades de descarga relativamente bajas y con un precio relativamente alto, según el informe. La velocidad media de la banda ancha móvil es aproximadamente tres veces mayor en los países desarrollados que en los menos adelantados, y mientras que hasta 8 de cada 10 usuarios de internet compran en línea en varios países desarrollados, solo menos de 1 de cada 10 lo hace en muchos de los menos desarrollados.

"Se necesita un nuevo sistema internacional para regular los flujos de datos para que los beneficios asociados puedan distribuirse de manera más equitativa", destaca la directora de tecnología y logística de la UNCTAD, Shamika N. Sirimanne.

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A medida que avanza la carrera por el liderazgo en desarrollos tecnológicos para obtener ventajas económicas y estratégicas, las plataformas digitales globales continúan expandiendo sus propios ecosistemas de datos y controlan cada vez más todas las etapas de la cadena de valor global de los datos. Alibaba, Amazon, Google y Microsoft representaron el 67% de los ingresos globales por servicios de infraestructura en la nube en el último trimestre de 2020. Para 2022, se espera que la participación del gasto global en publicidad digital de las cinco principales plataformas digitales – Alibaba, Amazon, Facebook, Google y Tencent – supere el 73%, frente al 50% en 2015.

Actualmente las entidades que pueden extraer o recopilar datos están en una posición privilegiada para apropiarse de la mayor parte del valor, por lo que "se necesita un nuevo sistema internacional para regular los flujos de datos para que los beneficios asociados puedan distribuirse de manera más equitativa", según Sirimanne.

Las actuales brechas de la economía digital global no solo se da entre países, sino también entre gobiernos y empresas. Torbjörn Fredriksson, quién dirige la rama de comercio electrónico y economía digital de la UNCTAD, dijo que "la escasez de habilidades apropiadas en los gobiernos puede resultar en una representación insuficiente de la experiencia técnica y analítica en los procesos de desarrollo de marcos legislativos y regulatorios". A la vez, esto obstaculiza la capacidad de los gobiernos para identificar las oportunidades que podrían brindar las tecnologías digitales y los riesgos y amenazas potenciales que podrían surgir, así como las formas de regularlos.

La economía digital impulsada por datos puede profundizar los desequilibrios y divisiones, ampliando la brecha digital con los países en desarrollo

La UNCTAD propone la formación de un nuevo órgano de coordinación de las Naciones Unidas, centrado en la evaluación y el desarrollo de una gobernanza global digital y de datos, y con las competencias necesarias para este fin, buscando también remediar la subrepresentación actual de los países en desarrollo en las iniciativas globales y regionales de gobernanza de datos.

Hoy, mientras el mundo está preocupado por el futuro incierto de las “3C” (Covid-19, Criptomonedas y Clima), me pregunto ¿será este nuevo gobierno mundial de datos el cerebro digital que regule – en un futuro no tan distante –las relaciones entre los países, empresas y personas?

*Ingeniero especialista en estrategias, innovación y transformación digital, autor del libro Inspiración Extrema, Head of Innovation & Digital de Stefanini Argentina y conferencista. Miembro de la Comisión Directiva del Buenos Aires Tech Cluster.