Equilibrios y desequilibrios en un juego de “careros”
En la puja entre los que sostienen que la canasta básica siguió la inflación y los que dicen que la superaron, para muestra basta un botón: una marca obliga a los hipotiroides a pagar su levotiroxina 339% más caro que en Estados Unidos. Y hay más ejemplos…
“El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni enmendarla en sus vidas posteriores” (Milan Kundera)
Equilibrio fiscal y eliminación de emisión monetaria para financiar gasto público…indispensables. Novación de deuda pública con restricciones cuantitativas y cualitativas… inevitable. Incremento de competitividad, desregulación de capitalismos prebendarios y regulación de “cuasi- delictivos” y delictivos … misiones incumplidas.
Algunos colegas se debaten hoy en un casi vacío intelectual acerca de un supuesto “síndrome holandés” debido a un muy imaginado masivo ingreso de divisas (por exportaciones energéticas) y una mayor reducción de la históricamente escasa competitividad de la economía argentina (excepto desde luego la aún autosustentable producción agrícola).
Frente a todo esto, una mayoría de la población mantiene cierta esperanza en un potencial sendero de cambios positivos, aunque vive enfrascada dentro de una realidad contradictoria entre engañosos cantos de sirenas (de demagógicos populismos con banderas de izquierda y derecha) y, por otra parte, la percepción casi extrasensorial de datos y números que no le cierran por ningún lado.
Reprobados en atención, gestión y financiación de salud
En cumplimiento de una obligación profesional, creemos importante acercar un resumen de estos números, integrando a la dimensión consciente y racional de cada individuo, las percepciones sensitivas usualmente escuchadas en colas de cajeros y pasillos de supermercados.
Datos y números de los desequilibrios
Al carecer de un equipo que pueda relevar precios de distintos productos en diferentes lugares, presentamos con carácter Bayesiano aquellos números a los que se ha tenido acceso, debiendo cada lector compararlos contra su propia realidad e información disponible.
El tema medicamentos se ha presentado muy contradictoriamente en el Ministerio de Salud, argumentando que los aumentos son menores a la inflación versus otras publicaciones insistiendo en todo lo contrario.
En función de ello, armamos una canasta incluyendo seis principios activos de uso bastante generalizado (alopurinol, atenolol, atorvastatina, enalapril, levotiroxina y losartán) evaluando de ese modo, la variación de sus precios al público entre diciembre del 2023 y noviembre del 2024.
La salud y sus servicios no son simples bienes transables
El aumento promedio de esta canasta fue de 179% un 13 % superior a la variación del IPC de 166% en igual período. Antes que esto parezca muy poco, se debe advertir que, como todo promedio, abarca injustamente variaciones muy distintas: un aumento de “solo” 134% en enalapril, versus un demencial incremento de casi 286 % en la tan usada levotiroxina. Ya mencionamos anteriormente que una marca particular, vende su producto un 339% más caro que en Estados Unidos.
El segundo lugar en este podio del “campeonato de careros”, lo ocuparon desde luego las empresas de medicina prepaga (EMP), con variaciones de precios de 245,2% en este período. Considerando el ajuste de ingresos jubilatorios para remuneraciones superiores a la mínima, una cuota de medicina prepaga pasó de representar el 49,8% de ingresos medios en diciembre 2023, al 71,8 % de estos ingresos en noviembre 2024.
Una aproximación a la justificación o no de estos aumentos, puede ser evaluada mediante el costeo técnico del Programa Medico Obligatorio que las EMP están aún obligadas a brindar, el cual según estudios ya referenciados sufrió una variación anual del 194 % (Van Der Kooy E., Torres R. et. al. 2024 USAL). Esto lleva a dos conclusiones evidentes, las EMP aumentaron sus cuotas en un 51,2 % más que sus costos y al mismo tiempo, no transfirieron a sus prestadores estos mayores ingresos.
El tipo de cambio vendedor Banco Nación se modificó en este período un 160% (6% inferior al IPC), y las jubilaciones superiores a la mínima se ajustaron en igual período solo un 139% (27 % menos que el aumento de la canasta del IPC).
Dogmas libertarios y Elasticidades
En La inflación modelo argentino explicamos que, si bien siempre la inflación se verá reflejada en todo lugar como fenómeno monetario, no siempre es impulsada originalmente por estas circunstancias; existen diferentes factores concomitantes que pueden impulsarla o sostenerla a través del tiempo (demanda, costos, escasez natural o artificial, condiciones estructurales, etc).
Citando a Adam Smith adjudicamos a nuestro país, también su advertencia respecto a que: “por su naturaleza, los monopolios permiten que la corrupción se arraigue en los comerciantes y otros trabajadores que trabajan en ellos, lo que lleva a su inevitable desintegración.”
También señalamos en esa publicación que lo único que no se debe hacer, es caer en la “ingenuidad” de creer que con solo una medida (digamos la necesaria eliminación del déficit fiscal corriente) es posible resolverla.
Pues bien, el actual gobierno persiste en esa aseveración dogmática de creer que un siglo de capas tectónicas de ineficiencias endémicas y todos los oportunismos económicos pensables y posibles bien descriptos por el galardonado Williamson, desaparecerían automáticamente.
No se debe dejar de reconocer la lograda eliminación del déficit fiscal corriente (costoso, pero con equilibrio al fin) y también la mayor limitación del cuasi-fiscal aún vigente. Sin embargo, también si los medimos en dólares libres corrientes (paralelo), se han producido en este período los aumentos de precios más altos de la historia: en dólares las prepagas aumentaron este año 232%, la levotiroxina se aumentó en 273%, la leche en 153%, y así cada uno los precios importantes de la economía.
En función de ello, humildemente recomendamos a todo el equipo económico una relectura de los capítulos sobre elasticidad e inelasticidad de oferta y demanda, para entender porque la “milagrosa” eliminación del déficit fiscal, no ha funcionado del todo bien para este muy necesario objetivo. Sin una baja de precios generalizada (y consecuente deflación en moneda constante), ningún equilibrio competitivo en el mediano plazo será factible.
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