Campaña electoral

El COVID cambiará la forma de hacer política

Es difícil imaginar una campaña en Argentina sin actos masivos, recorridas barriales o volanteadas en las calles. El desafío es generar cercanía.

Joe Biden hizo su campaña en pandemia. Varios países atravesaron la misma situación (Archivo) Foto: AFP

En estos días, el gobierno y la oposición debaten la necesidad de postergar las fechas de las PASO de agosto a septiembre y las elecciones generales de octubre a noviembre, de manera de evitar aglomeraciones y futuros contagios por COVID

Lo interesante de este hecho es que nos obliga a pensar que así como el COVID cambió nuestra forma de vida, también impactará de lleno en la forma de hacer campaña electoral, sobre todo, este 2021. 

Hay que adaptarse y reinventarse a un nuevo tiempo, el de la pandemia, con limitaciones en la circulación, con una cantidad reducida de asistentes, con distanciamiento social obligatorio y preventivo o con fases de aislamiento. 

Es difícil imaginar una campaña sin actos públicos multitudinarios, reuniones de los candidatos con sectores sociales, recorridas barriales o volanteadas en las calles. 

Sin embargo, el desafío ahora, es lograr instalar candidatos, difundir sus propuestas y llegar al electorado con esas herramientas adaptadas a la nueva normalidad y con otras nuevas.

El año pasado, en varios países del mundo que tuvieron elecciones, ya se experimentaron nuevas formas de hacer campaña

El caso más reconocido fue el del presidente actual de los Estados Unidos, Joseph Biden, que hizo una campaña diseñada y ejecutada a distancia para evitar actos multitudinarios hasta el punto de resultar prácticamente secreta, siempre con el distanciamiento social y con el uso del tapabocas. 

Se enfocó en organizar reuniones con grupos pequeños, en anunciar los actos tan solo unas horas antes, con pocos asistentes y dio inicio a una forma singular de hacer campaña: los mitines desde los autos. 

Generar cercanía

Ese es el mayor desafío y la gran dificultad en tiempos de pandemia. Construir la mayor cercanía posible a través de las redes y los canales digitales, pese a no estar día a día con el público. 

Algo que ya se hacía en tiempos de pre pandemia para llegar a más votantes, con un mensaje específico para cada perfil y generando un vínculo estrecho, pero siempre con la supremacía de los actos políticos y la presencia de gran cantidad de personas. 
Ahora bien, el distanciamiento social obligatorio y las limitaciones a la circulación en las distintas localidades crean condiciones únicas para pensar una campaña netamente digital.

Eso quiere decir que ¿se vienen las campañas 100% digitales? Aunque suene tentador, y hasta atinado por las condiciones que mencionamos, sería ilusorio pensar en eso, por varias razones. 

  • En primer lugar, porque hay muchos lugares donde la conectividad no es global, y en ámbitos como los rurales es difícil lograr que haya una migración de sus costumbres hacia el mundo digital plenamente, entonces allí, los medios tradicionales, como el diario, la radio y la TV siguen siendo muy importantes por su poder de penetración. 
  • En segundo lugar, porque el contacto humano sigue siendo muy importante y determinante para algunos votantes, y esto se vio en varias campañas electorales en el 2020. 

Si bien hay muchas personas y rangos etarios que les sienta muy bien el contacto virtual, hay otros grupos que necesitan ver a sus candidatos, intercambiar unas palabras con ellos y expresarles sus necesidades. 

Por estas razones, pensar que a partir de ahora viviremos campañas netamente digitales y a través de canales de youtube o redes sociales es una ilusión. No se puede pensar una campaña con una total sustitución de los métodos tradicionales por los digitales, sino más bien pensar que los medios digitales pueden complementar y reforzar la estrategia de aire y tierra, como se venía haciendo, y tal vez de manera más precisa aún, porque tienen la capacidad de segmentar el mensaje, de generar viralidad, de poder comunicarse de manera directa con el votante y de llegar a públicos muy diversos y con un mensaje específico para cada perfil.

Una cercanía cuidada:

La idea es lograr una cercanía con los votantes pero de manera cuidada, limitando el número de asistentes, manteniendo el distanciamiento social, realizando reuniones en espacios abiertos y al aire libre y respetando el uso de tapabocas.

¿Qué podemos hacer?

  • Campañas puerta a puerta: visitas a domicilios armadas por barrio y por intereses, con pocas personas, con distanciamiento, barbijo y sin apretones de mano, con un intercambio breve de 15 minutos para conocer a los vecinos.
  • En vez de auto - cine, auto debate en playones barriales, donde los votantes pueden escuchar en vivo al candidato y conocer sus propuestas, desde sus autos y hacerle preguntas.
  • Reuniones vecinales discretas, que pueden hacerse en plazas, clubes o espacios abiertos con un referente del barrio y con pocos vecinos, para evitar las aglomeraciones. 
  • Eventos con distintos representantes de la sociedad civil: con un máximo de participantes, que en algunos casos será de 20, 30 o hasta 50 personas, dependiendo de la zona, la fase de aislamiento o distanciamiento y lo que se permita hacer en cada momento. 
  • Caminatas barriales para dar a conocer a los y las candidatas en un espacio al aire libre, con contactos breves con los vecinos en sus veredas. 
  • Caravanas de autos para darle visibilidad a los candidatos y candidatas.

Estas son algunas ideas e iniciativas tradicionales adaptadas que si le sumamos más creatividad para posicionar a los candidatos y las candidatas a través de todos los canales (aire y digitales) y para estar con menos personas físicamente pero sí escuchando sus necesidades y pedidos, podemos obtener una campaña electoral robustecida. 

Las nuevas formas de hacer política se pueden complementar con charlas en zoom, reuniones virtuales, entrevistas en distintos canales tradicionales, actividades en Youtube, Instagram Live o Facebook Live, publicidad segmentada y contenidos específicos, por edades e intereses para las distintas redes sociales. 

Asique si pensamos que por el aislamiento y el distanciamiento todo será digital, no depende sólo de esas condiciones, sino de otras variables puestas en juego: depende de cada territorio, de conocer bien su entorno, su historia y su coyuntura para que saber qué decisión tomar. 

En algunos territorios se podrán hacer campañas con herramientas más digitales, en otros se llegará a más gente con la TV, la radio y la gráfica, en otros se priorizarán las visitas a los barrios y vecinos con una presencialidad cuidada. Lo cierto es que para todos los casos se tratará de una estrategia de tierra cuidada combinada y reforzada por los canales de aire y digitales.

*Licenciada en Ciencias de la Comunicación, especializada en prensa, estrategia y consultoría política.