Para una república

Cuáles son los factores portadores de futuro

“Nos encontramos dentro de un laberinto de difícil de escapatoria, con diversas consecuencias sociales”, sostiene el autor y analiza diversos temas: la seguridad que esperan los inversores, la inseguridad ciudadana, la nula obra pública, la paupérrima situación de los jubilados, más deuda con el FMI y “un Congreso convertido en gran mercado de negociaciones”.

República Argentina. Foto: pixabay

La evolución de ciertos factores contiene en sí mismo, el futuro; son los portadores de futuro. Claramente la situación política futura estará determinada por la evolución de la economía, la inseguridad ciudadana, la situación social (consumo, empleo) y la visión que tenga la sociedad del gobierno.

Factor Economía

El principal sostén político del gobierno se encuentra en que los “fundamentals” (baja inflación; menos gasto público) sigan bien, lo cual se halla actualmente en debate, no socialmente, sino entre los fuertes jugadores de la economía real. Proyectar seguridad para inversores serios a largo plazo se ha vuelto complejo, institucional y económicamente. Ni la timba financiera del carrytrade o el casino de los memecoins producen ya interés inversor. 

El FMI parece poco entusiasmado en proveer sin condiciones los fondos que solicita el ministro Caputo para asegurar cierta tranquilidad durante el año electoral; exige un gradual levantamiento del cepo, se avance hacia un sistema de flotación de la moneda (una devaluación disfrazada),y que no se gaste los fondos frescos en intervenciones para contener el valor de los dólares financieros (como se hizo en 2018), en el marcoactual en que ya tampoco puedecontenerlos porque se quedó sin reservas. 

Un nuevo préstamo significará aumentar la deuda externa, procedimiento muy criticado éticamente por Milei cuando era diputado. La inflación actual tiene una resistencia a bajar del 2,5%. Con flotación, el “mejor modelo económico de la historia argentina” (según Milei), perdería su fortaleza política basada en erradicar “el flagelo inflacionario". Nos encontramos dentro de un laberinto de difícil escapatoria, con diversas consecuencias sociales. La flexibilización del acceso a financiamiento en dólares por parte de quienes no generan dólares (Resoluc. A8202BCRA), agrega otro riesgo enorme, del que se ha hecho eco hasta la misma calificadora de créditos MOODY´S. Todo sigue “pegado con moco”, como dirían en mi barrio. El debate sobre el modelo de desarrollo es inexistente. 

Factor inseguridad ciudadana

La seguidilla de muertes inocentes, es la resultante: (a) del avance del narcotráfico (un delito federal); (b) de la miseria que abunda en los suburbios de las grandes ciudades, donde van a parar los desplazados del interior o de las improvisaciones políticas; (c) de las vacilaciones e incoherencias de muchos funcionarios nacionales, gobernadores e intendentes; (d) de la falta de coordinación entre distritos; y porque no decirlo, de la convivencia de algunos pocos políticos, jueces, funcionarios y fuerzas de seguridad con el crimen organizado. O del “no meterse” de muchos de ellos. 

En lugar de concentrar el empleo de las fuerzas de seguridad en resolver estos cruciales problemas, el gobierno las coloca en la incómoda tarea de utilizarlas para “ganar la batalla callejera contra los zurdos” (Milei dixit). El pueblo anhela poder vivir en paz y trabajar y no está para “batallas culturales” contra el progresismo o contra la derecha.

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Por tener más medios a su disposición, el principal responsable del avance del crimen organizado, una continua mala praxis democrática, es siempre el gobierno de turno. Lo dijimos años atrás y lo decimos ahora. Proyectando ese comportamiento hacia el futuro sólo obtendremos más inseguridad y más facilidades para los criminales, sin desconocer que, coadyuvante a ello, otro de los problemas principales radica en la justicia, que se debate, absurdamente, entre los defensores de un garantismo excesivo contra los que sólo quieren la mano dura del garrote vil. 

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Poco se propone “en su medida y armoniosamente”, como debería ser, y luego se cumple estrictamente (para todos) con las penas. Así, gradualmente, se podría contar con el apoyo de toda la sociedad, en el camino hacia un orden justo.

Factor situación social

El aumento del desempleo (pérdida de más de 100.000 empleos del ámbito privado), el cierre de empresas (principalmente pymes), la caída de la obra pública, la falta total de asistencia estatal, una inflación sostenida (aunque acotada), el poder adquisitivo de jubilados en creciente deterioro, falta de entrega de medicamentos del PAMI. Esas y otras situaciones incrementan, día a día, los problemas sociales y producen un fuerte aumento del descreimiento popular; crece el rechazo a las políticas del gobierno, aunque los “índices de opinión” políticos no lo noten demasiado, principalmente por falta de opciones. 

El ministro Caputo declaró que la Argentina se encamina al modelo peruano: estabilidad económica, fragmentación política, pero también (esa parte no la aclaró) a una sociedad con 85% de habitantes viviendo del autoempleo y sin coberturas sociales. Un desastre absoluto. 

Visión del gobierno

Entró en crisis el control de la agenda pública por parte del supuesto “nuevo orden” libertario. El 23 de enero en Davos, Milei se mandó una desaforada arenga “antiwoke”, criticada hasta por una parte de sus propios votantes. No era su fuerte, precisamente. 

Le sigue el 14 de febrero con el escándalo $LIBRA, conocido ya a escala planetaria y que le complica sus famosos viajes “doctrinarios” a Europa y a Israel. El tema escaló a nivel judicial en EEUU y si bien no hay una imputación directa a Milei y su entorno, no debe dejar de preocuparle las eventuales derivaciones judiciales; por eso, sus reiterados ataques a la casta “corrupta” se llamaron a silencio. 

Le siguieron dos escándalos protagonizados por el “Mago de la Rosada”, interrumpiendo la grabación de un mensaje televisivo y una pelea con el Dip. Facundo Manes en la HCD. Después ocurre el caso del misterioso avión en insólita “situación de tránsito”, con azafata libertaria y espías de película, haciendo de extras. Ahora, el DNU para contraer más deuda pública con el FMI, sin ningún respeto a la Constitución Nacional.

No todo cálculo de la guerra cognitiva sale bien. Se van agotando los métodos. La gente se aviva y se cansa.  

Pero los sondeos no cayeron tanto como lo esperaba la oposición, porque el camino es largo, pero es inexorable. Hasta ahora todo resultaba fácil, porque consistía en criticar el pasado. Pero la gestión es presentey parte del problema; eso podría cambiar la perspectiva de la gente. 

La eventual o probable polarización electoral como la que dominó la Argentina durante los últimos 20 años, no conducirá a cambios importantes. Un empate o un nuevo equilibrio de fuerzas llevará a la paralización política, lo que provocará un renovado rechazo a todas las elites políticas, como ocurrió en Perú. El sistema polarizador (de la casta) si bien le daba un ordenamiento al sistema político, no producía resultados positivos para el pueblo, que lo repudió ampliamente en las urnas. 

Ahora Milei avanza raudamente hacia una nueva polarización que traerá, más temprano que tarde, una profundización de la fragmentación y un repudio generalizado, que será aún más ruidoso que los anteriores, ya que también lo incluirá. Hoy ya el Congreso se ha transformado en un gran mercado. Cada gobernador, diputado o senador escucha ofertas. El principio de revelación nos anticipa la profundización del estado de descomposición del sistema político. 

Democracia extremista

Estamos nuevamente transitando una democracia conducida por gente extremista. En lugar de apaciguar y ofrecernos una visión reflexiva,se sigue arrojando más nafta al fuego con simplismos y fanfarronerías. “¡Me encanta ser un provocador!” (Milei dixit). Así como a algún sector de la sociedad le encanta el“vamos por todo” y a otros “eliminar a los zurdos”, cuando las cosas no salen como se pensaron, esos mismos sectores se vuelven en contra de sus propios ídolos. Olvidar la experiencia no resultará gratuito. 

El sistema polarizador (de la casta) si bien le daba un ordenamiento al sistema político, no producía resultados positivos para el pueblo, que lo repudió ampliamente en las urnas"

El péndulo extremista no es lo que les conviene a los argentinos. Un extremo siempre llama al otro extremo. Nada podrá resolverse para beneficio del pueblo mediante renovadas polarizaciones. La estabilidad nunca se logró mediante un perpetuo combate, donde ninguna de las partes logra finalmente vencer a la otra. No se trata de lograr un consenso artificial (o comprado mediante dádivas) ni de lograr un entendimiento que sólo beneficie a un sector. 

El bien común y los intereses nacionales, son conceptos dinámicos que necesitan del diálogo para ser definidos o comprendidos. La estabilidad se logra despejando incertidumbres. La seguridad jurídica o económica, necesarias para que lleguen inversiones, se logra dialogando y llegando a acuerdos. Lo contrario es el conflicto permanente, negocio para unos pocos vivos.  

Con liderazgos (anteriores y actuales), claramente debilitados, y si el resultado de las elecciones intermedias no lograra ofrecer un cambio importante en la composición de las dos cámaras del Congreso, como es lo más probable, entraremos hacia fin de año 2025 en una etapa de gran confusión, porque a las presiones externas se sumarán las inconformidades populares, el fraccionamiento político, y la falta de conducción de espacios políticos con alguna idea de cómo resolver tantos problemas. Lapolítica podría entraren un ambiente de vacío de poder muy peligroso, que podría ser aprovechado tanto por el crimen organizado como por poderes externos que podrían afectar seriamente la soberanía nacional, exigiendo o demandando hasta RRNN o espacios geográficos.

Todo eso hoy parece exagerado, pero visto lo que ha ocurrido y está ocurriendo globalmente en estos tiempos, habría que empezar a preocuparse. Tomando en cuenta estos posibles escenarios futuros, un amplio espectrode sectores nacionales,sin pretensiones electorales de corto vuelo, pero dispuestos a enfrentar esa posible situación, están conformando elForo del Encuentro, una especie de mesa de diálogo prospectiva, donde, mediante un abierto intercambio de puntos de vistase podría alcanzar, con un enfoque práctico y orientado a resultados, los mayores entendimientos mutuos posibles. 


* Consultor de riesgo geopolítico