Vínculos

¿Cómo enojarse sin que estalle un conflicto?

En la era digital, la escritura puede ser un método casi terapéutico para regular las emociones, reflexionar y expresar los sentimientos con mayor claridad, con la ventaja adicional de que puede revisarse y corregirse lo escrito antes de ser pronunciado.

Talleres de escritura. Foto: Reperfilar

En medio de este caos, la escritura emerge como una herramienta poderosa y subestimada para evitar choques innecesarios, peleas desgastantes y conflictos que podrían evitarse.

La palabra escrita tiene un don especial para trascender barreras y suavizar asperezas. Algunas veces, expresar nuestras ideas y emociones verbalmente puede ser un terreno minado porque las palabras pueden malinterpretarse o perder su matiz. La escritura, en cambio, nos permite reflexionar, seleccionar nuestras palabras cuidadosamente y transmitir nuestros pensamientos de manera clara y precisa.

En la era digital, los mensajes a las apuradas han acortado las distancias, pero también han aumentado las posibilidades de malentendidos. ¿Cuántas veces nos hemos visto envueltos en disputas electrónicas que podrían haberse evitado con una pausa y una expresión más reflexiva por escrito?

¿Se puede enseñar a ser escritor?

La escritura no solo proporciona claridad, sino que también concede tiempo para la reflexión. Antes de enviar un mensaje impulsivo o responder con enojo, la capacidad de redactar nuestras respuestas nos da la oportunidad de reconsiderar, replantear y, en última instancia, evitar que la situación se agrave. Es como contar hasta diez antes de hablar, pero con la ventaja adicional de la revisión y edición.

Un aspecto crucial de la escritura como herramienta de resolución de conflictos es la empatía. Al ponerse en los zapatos del otro, uno puede elegir palabras que no solo expresen su posición, sino que también muestren comprensión hacia la perspectiva del interlocutor. Este acto de empatía, evidente en la elección de las palabras, puede suavizar el tono y abrir puertas para un diálogo más constructivo.

La escritura puede ser efectiva

  • Reflexión y claridad: Escribir permite tomarse el tiempo necesario para reflexionar sobre los sentimientos y pensamientos antes de comunicarlos. Esto ayuda a clarificar ideas y expresarlas de manera más coherente.
  • Evita respuestas Impulsivas: En una conversación cara a cara, es fácil dejarse llevar por las emociones y responder impulsivamente. La escritura ofrece la posibilidad de redactar respuestas cuidadosamente, evitando reacciones impulsivas que podrían exacerbar la situación.
  • Empatía y comprensión: Al escribir, se tiene la oportunidad de ponerse en el lugar del otro y considerar sus perspectivas. Esto fomenta la empatía y la comprensión, elementos clave para evitar conflictos con seres queridos.
  • Comunicación no verbal: La escritura no se limita solo a las palabras; también incluye el tono, el estilo y la elección de las frases. Estos elementos pueden transmitir emociones de manera más clara y evitar malentendidos que a menudo surgen en la comunicación oral.
  • Registro permanente: Las palabras escritas proporcionan un registro tangible de la comunicación. Este registro puede servir como referencia para recordar acuerdos, compromisos o para analizar cómo se abordaron situaciones en el pasado, lo que contribuye a una comunicación más efectiva a largo plazo.

En resumen, la escritura ofrece un medio consciente y deliberado para comunicarse, lo que puede ser esencial para evitar conflictos impulsivos con seres queridos. Al adoptar esta herramienta, se puede construir una comunicación más efectiva, basada en la reflexión y la empatía, fortaleciendo así las relaciones personales

Natalia Rozenblum: "La creatividad tiene que ver con aceptar y construir nuestra mirada del mundo"

Más allá del hecho de comunicar un punto de vista de una manera pensada y elaborada, el proceso mismo de escribirle a alguien puede ayudar a atenuar la ira y la emocionalidad.  

Un ejemplo lo pone bien claro. Imaginemos que una mujer está teniendo una discusión con su pareja. Puede presentarse a la salida de su oficina y hacerle una escena, o enviarle 200 audios, vociferando y subiendo en cada uno su nivel de ira. Sin embargo, elige contenerse y sentarse con una copa frente al word y escribir, como si tuviera delante a su pareja, sin detenerse a corregir ni a poner los acentos. Solo saca su furia mientras teclea y llora frente al monitor (o el cuaderno). 

Mientras escribe, aún sin darse cuenta, se va calmando, reflexiona, llora y expulsa su enojo. Mientras revisa los acentos o relee lo que puso, los minutos van pasando y quizá un texto que comenzó con un  alto nivel de ira, termina más moderado.

Claves por las cuales la escritura puede moderar las emociones

Tiempo para la reflexión: Al escribir, se otorga un espacio adicional entre la experiencia emocional y la expresión de esa emoción. Este tiempo permite una reflexión más profunda sobre los sentimientos, lo que puede llevar a una comprensión más clara de las causas subyacentes de la ira.

Proceso cognitivo: La escritura implica el uso de procesos cognitivos que pueden ayudar a organizar y estructurar pensamientos y emociones. Mientras se eligen las palabras y se construyen oraciones, la mente se involucra activamente en procesos que a menudo requieren un pensamiento más analítico.

Desconexión temporal: Escribir puede actuar como una forma de desconexión temporal de la fuente del conflicto. Mientras se está inmerso en la redacción, la atención se centra en las palabras y la expresión, alejándose momentáneamente de la intensidad emocional del momento.

Autoconciencia: La escritura fomenta la autoconciencia al obligar a expresar conscientemente los propios pensamientos y sentimientos. Este acto de articulación puede llevar a una comprensión más profunda de las emociones y, a su vez, a una mayor autorregulación emocional.

Selección cuidadosa de las palabras: Al escribir, se tiene la oportunidad de seleccionar cuidadosamente las palabras. Esta elección consciente puede llevar a una comunicación más efectiva y menos impulsiva, ya que se considera el impacto de las palabras en el lector o receptor.

Distancia emocional: La escritura proporciona una especie de distancia emocional. La pantalla o el papel actúan como una barrera que separa al escritor de la situación, permitiendo un enfoque más objetivo y menos impulsivo al expresar las emociones.

Este proceso puede variar de una persona a otra, y la eficacia de la escritura como herramienta de regulación emocional dependerá de factores individuales. Sin embargo, en muchos casos, la escritura puede actuar como una válvula de escape constructiva que ayuda a canalizar y moderar las emociones intensas, proporcionando una perspectiva más equilibrada y reflexiva sobre la situación.

*Escritora y titular de Expressate