Libertad de expresión

Cachanosky, democracia y derechos ciudadanos

El incidente en la Cámara de Comercio en el que el economista denunció que fue echado por el presidente nos exige una mirada atenta sobre el Gobierno para que no reproduzca viejas prácticas indeseadas y se apropie del monopolio de la verdad.

Cachanovsky Milei Foto: Agencia NA

Hace algunos años atrás discutí con Roberto Cachanosky por medio de lo que en aquél entonces se conocía como Twitter. Fue un ida y vuelta picante, digno de los códigos de esa red social que por momentos extrema las diferencias e invita, hoy digo que lamentablemente, a exagerar el lenguaje.

Aún así, Roberto leyó mis comentarios, yo los suyos, y seguimos cada uno por nuestro lado. Incluso sin siquiera recurrir a la opción del “bloqueo”.

No imagino en este momento persona con la que pudiese tener más diferencias ideológicas que con Cachanosky. No compartimos la misma visión del mundo y, por ende, tampoco coincidimos en la descripción de los problemas o de las soluciones, salvo en casos excepcionales.

Sin embargo, hace pocas horas leí que Roberto confirmó que fue expulsado de un acto en la Cámara de Comercio, supuestamente, por pedido del actual presidente. Su mera presencia, al parecer, resultaba intolerable y, mediante algunos seguidores afines, el actual primer mandatario solicitó que el economista no estuviese presente mientras él daba su discurso.

La batalla económica de Milei: logros, pendientes y fracasos del modelo libertario

Como vengo explicando hace días, la Democracia no es simplemente un sistema de elección de gobernantes. El concepto en sí va mucho más allá, transparentando las raíces elementales del Occidente que, también supuestamente, algunos dicen defender.

Democracia, logos, diálogo y, por ende, escucha respetuosa, son una combinación inseparable. De hecho, pensadores de la talla de Jürgen Habermas, relacionan todos estos conceptos con la existencia de derechos básicos que hacen a la dignidad humana.

Algunos podrán decirme que este no es momento de críticas, que este es un gobierno nuevo con un alto índice de apoyo y que en circunstancias así, “lo más conveniente” es guardar silencio y esperar que las cosas decanten por sí solas. Pero justamente creo que si algo explica el triste derrotero de estos 40 años, es esa incomprensión del sistema político que lleva a algunos a la obediencia debida hasta que es demasiado tarde y a otros a la especulación estratégica en busca del voto. Ni una cosa ni la otra me resultan tolerables.

Petro dijo que Milei representa un "nuevo tipo de fascismo"

Si la expulsión de Cachanosky fue como él mismo y varios periodistas prestigiosos afirman, estamos frente a un problema más grave de lo que parecemos darnos cuenta. Expulsar a un economista por no compartir un punto de vista técnico o por dotar a la ciudadanía de la posibilidad de contrastar datos, no solo es una afrenta a los derechos que él tiene como ser humano y profesional, sino también un grave riesgo para el ciudadano que deja de contar con una mirada diferente de los hechos para tomar sus decisiones soberanas.

Como si fuera poco, la Argentina reciente ya cuenta con experiencia en qué sucede cuando cifras elementales como son las de crecimiento del PBI, la inseguridad o la inflación, solo son provistas por una única fuente que se garantiza el monopolio de la verdad. Varios fallos de la justicia nacional e internacional sirven para ilustrar esto que digo.

Así las cosas, solo nos queda elevar la voz para reclamar que ciertas viejas prácticas no sigan ocurriendo y al mismo tiempo guardar la esperanza de que aquello que sucedió en la Bolsa de Comercio solo se trate de un muy triste error.