ANÁLISIS ECONÓMICO

Rodolfo Santangelo: "Esto no es una bomba de tiempo, pero tampoco anda perfecto"

El economista sostuvo que, aunque el riesgo país disminuyó y los bonos en dólares han subido, la economía argentina enfrenta desafíos críticos antes de las elecciones legislativas del próximo año. "Estamos en el inicio de una recuperación a la que hay que ponerle el VAR casi para detectarla", expresó. 

Rodolfo Santangelo Foto: Captura de YouTube

En el marco de la perforación de los 1000 puntos del riesgo país, el experto en economía, Rodolfo Santangelo, consideró que los datos de octubre están muy influidos por el blanqueo y anticipó que en Argentina “vamos a tener problemas por 15 años más, por lo menos”. “Ni el Fondo ni la realidad piden una devaluación”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190). 

Rodolfo Santangelo es economista, fundador de MS Consultores. Dentro del Banco Central, se desempeñó en el área de Estudios Monetarios y Bancarios. A pesar de que algunos indicadores económicos muestran muchas mejoras, según alega el Gobierno, la crisis económica sigue haciéndose carne en los bolsillos de los argentinos. 

Este viernes el riesgo país perforó la barrera de los mil puntos y los mercados reaccionaron positivamente. Sin embargo, Carlos Rodríguez advierte que el Tesoro está colocando deuda que rinde al 24% anual en dólares, absorbiendo pesos del mercado, con esos pesos el Banco Central compra dólares depositándolos en Estados Unidos como garantía de que se pagarán los bonos globales de enero. Lo cual mejora su paridad y reduce el riesgo país. Esto genera tranquilidad en el corto plazo, pero al mismo tiempo aumenta la deuda y podría desencadenar una posible "bomba" cambiaria en el futuro. ¿Estamos ante una señal positiva para la economía o se trata de una estrategia riesgosa con luces y sombras?

Primero, creo que la baja del riesgo país y la suba del precio de los bonos en dólares, es una muy buena noticia, porque era una variable que venía muy rezagada. Había tenido un comportamiento muy bueno hasta mayo, junio, y después habíamos tenido 4 meses malos. Todavía no alcanza para reinsertarse en los mercados, pero es un buen primer punto de partida. 

El riesgo país toca mínimo en 5 años y el Central compra US$ 1.100 millones en el mes 

La baja del dólar paralelo, que me parece que por ahí pasa la idea de Carlos Rodríguez, si bien siempre es bueno tener una baja brecha, no me gusta el mecanismo que se está usando para hacerlo. Me refiere a este mecanismo del dólar blend de que los exportadores pueden vender el 20% de sus divisas, que deberían ser divisas para acumular reservas en el Central, pero se lo usa para que baje el paralelo. Como un mecanismo transitorio te lo acepto. Cuando se habla del cepo, la primera medida que tenemos que tener es un mercado de cambio libre en el mep.

¿Estamos reeditando la tablita de Martínez de Hoz, por lo cual se generan esas situaciones de aumento de una rentabilidad en dólares grande, aumento de deuda en cierto sentido y baja de la competitividad de las exportaciones argentinas? Leía en un paper que, por ejemplo, para que el año recupere la competitividad de diciembre del año pasado, el dólar tendría que ser 1.900 para muchos de los productos. Es decir, estamos repitiendo algo de los males, no solamente de los bienes, de la convertibilidad, y llegando a un extremo mayor de lo que fue durante los primeros cinco años de la dictadura militar anterior, cuando funcionó la tablita de Martínez de Hoz. 

Sí, la tablita de Martínez de Hoz tenía un tipo de cambio equivalente de hoy a 600-700 pesos, así que todavía estamos lejos de eso. El usar un tipo de cambio cuasi fijo al 2% mensual requiere que la inflación converja lo más rápido posible y la convergencia se viene dando lento. Varios meses al 4% o 3%, aunque todavía no estamos en una alerta roja porque, te repito, el dólar oficial vale 1.000 y la tablita era 700. Y el último periodo de la convertibilidad también era 700, así que grosero atraso cambiario no tenemos. 

Según un economista, “el dólar MEP y el CCL se estuvieron sosteniendo de forma artificial” 

Sí creo que el dólar de 1.200, el MEP, ha tenido una baja demasiado inducida por la política económica. Nosotros nunca fuimos obsesivos con eso de salir del cepo y liberar el mercado. Siempre entendimos la salida del cepo y la salida del control de cambio como la frutilla de la torta, como el último paso a hacer. 

Pero a mí me gustaría que el dólar MEP sea el termómetro de la política económica y hoy me parece que está bajando de una manera “artificial”, a costa de que el Banco Central haya interrumpido su acumulación de reservas, más allá de que con el blanqueo aparece un buen puente y una buena noticia. 

Hoy la tasa de interés que paga el Tesoro es de 40% y el tipo de cambio sube al 24%. Es una diferencia muy grande. Algún día vamos a necesitar que converja la tasa de interés a la tasa de devaluación, porque, de vuelta, la tasa de interés es casi 4 y la de devaluación es 2. 

El problema en el fondo es la tasa de inflación, que todavía no ha convergido. Así que yo te diría, hay un problema, no es gravísimo, no estamos al borde del precipicio, ni incubando una bomba de tiempo, pero necesitamos la convergencia de la tasa de inflación al 2% mensual. Por eso no me gustaría que si la inflación, no ahora pero en el verano, llegase a bajar, y el equipo económico canchereé reduciendo la devaluación del 2%. Porque no tenemos un tipo de cambio muy competitivo, tenemos un tipo de cambio muy justo. 

Santangelo hizo hincapié en el papel crucial que tiene la acumulación de reservas de cara a las elecciones del 2025.

No me gustaría en verano ver que la gente vuelve a Florianópolis mientras tenemos las playas o Carlos Paz vacías. Entonces, hay que andar con cuidado en estas cosas, porque a mí no me gustaría irme a ningún extremo, ni esto es una bomba de tiempo ni anda todo perfecto. A estas cosas hay que manejarlas con profesionalidad, sin grandes titulares ni anuncios rimbombantes, pero prestando atención a que estamos muy juntos con el tipo de cambio.

¿No ves detrás de esto también un objetivo lícito y político, que es tratar de ganar las elecciones del año próximo con dólar barato, como decía la propia Lilita Carrió? O sea, el efecto de bienestar que genera que una parte de los argentinos vayan a Florianópolis?

Sí es eso, a mí no me gusta. Creo que lo importante del 2025 a nivel político, económico y social es que tengamos inflación para abajo y nivel de actividad para arriba, ese es el verdadero desafío. Para eso yo creo que, la apuesta política del Presidente, muy dolorosa al inicio, fue que el 2024 sea un año malo y el 2025 sea un año bueno. En ese sentido, si le sale, habrá sido una apuesta ”inteligente", porque este viene siendo un año muy duro y después, por comparación, el que viene será mejor. 

El triple desafío de Milei: estabilización económica, aumento de reservas y generación de confianza 

No se trata de generar burbujas de consumo, esas cosas que son insostenibles a la larga. Me gustaría el ejemplo que nos acaba de dar Uruguay, y que ya nos viene dando hace rato, donde los tres candidatos prácticamente disienten en cosas muy menores en la política económica. Y la sociedad nos da el ejemplo, porque cuando rechaza el proyecto populista de referéndum previsional, nos está dando una señal de largo plazo. 

Esas son las señales que a mí me gustaría que diera la política, tanto oficialista como opositora, y la sociedad. Si estamos soñando, no lo sé, pero, ¿el 2025 qué necesitamos? Que la inflación baje y que el nivel de actividad suba de manera genuina y sostenible en el tiempo. Porque eso ocurrió en el 2017 y después a la economía le fue mal en el 2018. Entonces, pan para hoy, hambre para mañana, no sirve. 

La necesidad de la reactivación económica 

Alejandro Gomel (AG): El nivel de actividad económica es una de las principales preocupaciones que hay hoy?

Que el 2024 iba a ser un año malo, lo supimos el primer día y que el peor momento iba a ser marzo, abril, mayo, junio, también era sabido. Estamos en el inicio de una recuperación a la que hay que ponerle el VAR casi para detectarla. Todavía, por varios meses más, va a ser lenta.  No me preocupa tanto el tema de la velocidad como si de su sustentabilidad. 

Está claro que Argentina está dividida en dos grandes grupos: un sector minero, energético y agrícola que tiene crecimiento positivo, y después tenemos el sector industrial, la construcción, el comercio, el turismo, muchas actividades que están afectadas por la caída del poder adquisitivo del salario. 

Entonces, todavía el puente del bajo consumo a la recuperación inversora no está, va a ser un proceso lento y está dejando heridos en el camino. Igual lo importante es que esto sea un proceso sostenible, vos pensás que Uruguay acaba de encarar un año electoral y no hubo plan platita aunque el candidato del oficialismo vaya a segundo. Esas son las lecciones que tenemos que sacar a mediano plazo, sabiendo que en el corto plazo son costosas. 

Argentina, a tiro de waiver con el FMI 

Claudio Mardones (CM): Habló de “heridos en el camino”, ¿cuáles considera que son los principales en este proceso?

El principal herido es el mercado laboral informal que ha quedado con un nivel de ingresos reales muy inferior a lo que eran hace tres años o hace un año. Y después también hay malheridos en el sector público, pero ahí hay una responsabilidad política. Porque si tenemos el doble de empleados públicos en 20 años, la matemática va a decir que esta gente va a ganar menos. 

Me preocupa sobre todo el sector laboral informal, aquel que no tiene protección por habilidades propias o porque no hay sindicalismo o porque son sectores que no están metidos en la economía más progresista. Ahí es donde hemos tenido un deterioro. 

El horizonte político y social del 2025

CM: ¿Cómo crees que va a ser el Gobierno? Estamos entrando en un año electoral determinante para Javier Milei. Es un dato que no pasa inadvertido, ni para el Fondo, ni para los diputados del Congreso, ni para los senadores que están viendo si va a haber presupuesto 2025 o no. Pero Milei sostuvo en IDEA que el año próximo no va a haber obra pública, por más que haya un año electoral. Entonces, con esta foto de fin de año, en donde usted honestamente cuenta su preocupación en torno a quiénes son los malheridos que están quedando en esto, ¿cómo ve que va a afrontar el arranque del año 2025, que será determinante para su futuro, a Javier Milei? ¿Cree que va a ser eje sobre qué puntos?

El compromiso del Presidente con el equilibrio fiscal es un punto de partida innegociable. En ese sentido, uno tiene la tranquilidad de que plan platita, obra pública o aumento de gastos no financiados, no va a haber. Eso pone el desafío de cómo se reactiva una economía que no tiene ese impulso de la política económica. Ahí es muy importante alargar el horizonte, o sea, generar credibilidad. La baja del riesgo país y la acumulación de reservas como proceso sostenido, más allá de esto que hemos visto en octubre, ayudaría si es que viene. 

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Para las inversiones de mediano plazo, me parece que todavía hay un bache. Porque si vos me preguntás la Argentina del 2030, con los proyectos de inversión que hay en varias áreas, probablemente seamos un país con un stock de capital superior. Ahora, el 2025 está ahí en el medio. La velocidad de la reactivación y la velocidad de la desinflación me parece que van a tener un rol central en la respuesta de la población. 

Me parece que es muy importante que el país quede con gobernabilidad para su segunda mitad de mandato del Presidente. O sea, que haya resultados que fortalezcan al Presidente, siempre poniéndole los límites que la oposición y que la sociedad necesita. O sea, es la responsabilidad de la sociedad cómo se encuentra ese equilibrio entre un país que sea gobernable pero que no significa un cheque en blanco. 

¿No hay un punto central alrededor del tema del dólar y la discusión con el Fondo Monetario  que le pide que haya una devaluación? El Gobierno mantiene  que no, su principal inspirador económico, Arriazu, plantea que si devalúan se pierde todo. Esta  idea de una especie de neo convertibilidad y que el dólar vaya a 1000. ¿No hay allí una herramienta política y económica? ¿No gira todo alrededor de eso, de que una cosa es a 1000 y otra es a 1300, en diciembre del próximo año?

No conozco los detalles precisos de la negociación con el Fondo, pero déjame decirte lo siguiente: no creo que el FMI ni que la realidad esté pidiendo alguna devaluación, entendida como un salto cambiario abrupto. Sí está pidiendo una modificación del actual esquema cambiario que conduce a una acumulación de reservas muy modesta, por no decir muy baja.

El economista destacó que "es muy importante que el país quede con gobernabilidad para la segunda mitad del mandato del Presidente".

Lo que se están discutiendo son más las regulaciones cambiarias que el nivel del tipo de cambio. El tipo de cambio no tiene que atrasarse más, si lo podemos dejar ahí alrededor de 1000, qué puede salir 1100 o 1200, pero nadie está pidiendo una gran devaluación. 

Después veremos el porcentaje con la metodología, pero primero está este tema del dólar blend, que para mí es el mayor obstáculo en la negociación. Porque destinar 20% de las exportaciones a que baje el valor del dólar MEP y la brecha, y no acumular reservas, para mí ahí está el corazón de la cuestión.

Después hay que discutir cómo va a quedar la cuenta de turismo el 23 de diciembre, cuando se elimine el impuesto país. Porque vuelvo a tu pregunta anterior, no se trata de que la gente vaya de vuelta a Florianópolis usando reservas del Banco Central. Hay que diseñar una agenda cambiaria que no es liberar el mercado ya, pero que diga cómo se van a pagar dividendos de las inversiones extranjeras, que las importaciones tengan acceso al libre mercado y que se eliminen un montón de regulaciones inútiles que tenemos. Todo esto como para que el mercado cambiario sea el termómetro de la política económica, que refleje exactamente la credibilidad que tiene o no. 

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Me parece que la devaluación hoy no es necesaria, yo no sé si hubiera hecho el 2% mensual, de repente fue demasiado aventurado, pero ya lo tenemos. Sí probablemente le diría que no lo baje al 1% porque sino de vuelta vamos a estar corriendo desde atrás. Pero si el 2% mensual continuara, y la tasa de inflación bajara el 30% anual, por tirar números generales, creo que el problema no está en el tipo de cambio. Sí está en saber quién es el VAR que determina si el resultado es positivo o no.

Si el Banco Central vuelve, como estuvo entre diciembre y marzo, a comprar 1.500 millones de dólares por mes, y bueno, habrá un aprobado. Y si no, tenemos un problema. En octubre hay un dato positivo, pero no sabemos si el transitorio o permanente porque está muy influido por el blanqueo. El blanqueo es un one shot, vino y ahí está. O sea, aprovechémoslo y no lo malgastemos, pero no es algo permanente. 

La política fiscal, me parece que no hay una gran discusión. El régimen cambiario, más que el tipo de cambio, va a ser un gran tema en la discusión con el Fondo. A mí me gustaría que el acuerdo con el FMI estuviera más avanzado porque hay apuro por mostrar a los inversores cómo va a ser la relación con el organismo por tres años, diría yo, ni siquiera por un año. 

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Por último, queda la política monetaria o el nivel de la tasa de interés, donde debemos saber si tenemos una tasa de interés que atrae capitales golondrinas (cosa que no quisiéramos) o una tasa de interés que todavía está muy cercana a la tasa de inflación y no promueve el ahorro interno. Pero esos son detalles para discutir profesionalmente, no a los portazos o a los gritos.

¿O sea que este plan económico llega a las elecciones sin problemas?

No, sin problemas no. En Argentina vamos a tener problemas por 15 años. Vos pensá que necesitamos reactivar la economía para volver a donde estábamos en 2011. Después necesitaremos mostrar que podemos quebrar ese valor techo de actividad que nunca hemos podido superar. Luego, si la inflación da 30, tendremos que dar el paso siguiente al 15, porque 30 seguiría siendo un montón. 

Posteriormente tenemos que mostrar que el equilibrio fiscal se puede sostener de una manera permanente, no con cero gasto en infraestructura o con nivel de retenciones altísimas. Entonces, Argentina tiene una maratón, con independencia de si es Milei o es otro. Necesitamos una agenda económica que resuelva los problemas que tenemos, que son altísimos. Después para la coyuntura del día a día, mi respuesta es que sí llega pero con un montón de problemas.

AO VFT