INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Miguel Benasayag, filósofo y neurólogo: "Milei es una marioneta del puro funcionalismo”

El autor del libro "La inteligencia artificial no piensa, el cerebro tampoco", analizó la convivencia de las ultraderechas con la IA y señaló que los macroprocesos económicos tienen a las personas solamente como "recursos humanos". "El Presidente es uno de los representantes caricaturescos del mundo de un puro funcionamiento", declaró.

Miguel Benasayag, ensayista Foto: Twitter

Miguel Benasayag, coautor junto a Ariel Pennisi del artículo La inteligencia artificial no piensa, Milei tampoco, publicado en Perfil, declaró que el Presidente tiene a los humanos “solamente como recursos”, por lo cual no tiene como objetivo "ni el bien ni el mal de la sociedad". “Cuando él dice que las cosas van a estar mejor, hay que creerle: van a estar mejor para estos macroprocesos”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Es filósofo, epistemólogo, doctor en psicología, investigador interdisciplinario y autor de más de 40 libros traducidos a 15 idiomas. Fue docente universitario, fundador del colectivo de estudios militancia “Malgré Tout” en Francia e Italia. Publicó el artículo “La inteligencia artificial no piensa, Milei tampoco” en Perfil. 

¿Hay algún punto de contacto entre la proliferación matemática de los algoritmos y el hecho de que se están eligiendo líderes de extrema derecha en distintas partes del mundo, como Milei en Argentina?

Desde mi punto de vista sí, porque la extrema derecha que casi llega a Francia, que llegó a la Argentina hace varios meses y que es capaz de llegar a Estados Unidos, es funcionalista. No es ideológicamente fachista, es la libertad para los mercados y para el funcionamiento. Eso, efectivamente, va en el sentido de esta colonización algorítmica del mundo, que es el tema que yo trabajo como investigador.  

La inteligencia artificial no piensa, Milei tampoco 

Zygmunt Bauman, hace una década, me explicaba que los teléfonos celulares nos estaban haciendo perder la memoria. De la misma forma en la que el hombre cazador había perdido el olfato y el odio a distancia, que al no ser desarrollados quedaron atrofiados. El hecho de que tengamos la Biblioteca de Alejandría en la palma de la mano hace que ya nadie recuerde el número de teléfono de su casa. ¿Es posible que la utilización de herramientas vayan atrofiando distintas partes del cerebro y eso tenga consecuencias electorales?

Tiene consecuencias desde muchos puntos de vista. Desde hace más de 15 años, mi investigación trata de comprender la influencia cerebral de la promiscuidad con las máquinas generales. Lo que aparece, y lo que toda la comunidad científica comprueba, es que efectivamente hay un proceso masivo de delegación de las funciones cerebrales hacia la máquina. 

La plasticidad cerebral, que se descubrió hace 25 años, dice que el cerebro se desarrolla si utiliza las zonas y áreas, y disminuye su potencia o se atrofia si no son utilizadas. Hicimos una serie de investigaciones para tratar de comprender ese proceso: estudiamos a un grupo de choferes de taxi que empezaba a manejar en Londres y otro en París, dos ciudades laberínticas. El grupo de Londres empezaba a manejar sin GPS, y el de París, con. Lo que constatamos es que el grupo de París, al cabo de tres años, tenía los núcleos subcorticales, que se ocupan de cartografiar el tiempo y el espacio, atrofiados. Inevitablemente, esta delegación de funciones no da tiempo para que haya un reciclaje, es decir, para que la zona liberada se ocupe de otra cosa. Eso pasó, históricamente, con la invención de la escritura, cuando se liberaron zonas para el desarrollo de la escritura, pero estos procesos toman cientos y cientos de años.

La Inteligencia Artificial ofrece infinitas posibilidades, pero también grandes riesgos | Perfil 

Lo que está pasando ahora es que hay una delegación masiva que debilita la estructuración del cerebro por su rapidez. Por supuesto que una debilitación de la complejidad del cerebro crea un modo de pensamiento a nivel cerebral muy rápido que no soporta ninguna frustración y va directo al si o al no. Hay una pérdida muy grande de la capacidad de detener un pensamiento complejo y tener complejidad intracerebral. 

Más allá de mis investigaciones, creo que hoy en día cualquier persona puede constatar esta dificultad que tenemos los humanos, cada vez más fuerte, para tomar el tiempo de un pensamiento y la incapacidad para soportar la mínima frustración. Por supuesto que esto no ayuda a hacer elecciones políticas complejas, donde se entienda que no es blanco o negro. Eso va en el sentido de la bipartición, el odio y la violencia.

El Papa Francisco alertó sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial | Perfil 

En lo concreto del título de tu nota de Perfil, “La inteligencia artificial no piensa, Milei tampoco”, me gustaría que profundizaras en por qué crees que Milei no piensa.

El título tiene que ver con el libro que sacamos junto a Ariel Pennissi, que se llama La inteligencia artificial no piensa, el cerebro tampoco. Se trata de algo que no es solo un chiste, porque el pensamiento articulado no es algo que el cerebro produzca como la vesícula biliar produce la bilis. El pensamiento racional y complejo releva de una dimensión que tiene una cierta autonomía con respecto a los cerebros que participan. En neurofisiología, esto lo vemos como una cadena de montajes: piensa un conjunto que abarca la sociedad, el ecosistema. El pensamiento es una cualidad emergente que no solo captura cerebros.

El doble filo de la Inteligencia Artificial | Perfil 

Nos damos cuenta que las producciones humanas no solo tienen que ver con individuos aislados cuando vemos, por ejemplo, que todos los pueblos de montaña tocan flauta y todos los de río, tocan cuerda. No es la producción de individuos, es un conjunto que produce la música y el pensamiento. La idea es que no hay individuos aislados que piensan.  

En el caso de la inteligencia artificial, se agrega otra cosa. Cuando alguien está pensando racionalmente, esa cadena hace un pasaje por el sistema límbico, es decir, los afectos y las sensaciones. El pensamiento producido por lo vivo, lo humano, nunca es una línea racional calculante como la de la máquina. Hay una diferencia fundamental porque la máquina piensa de manera binaria, totalmente fuera de cualquier realidad sensible. Pero la racionalidad de los humanos es parte de un conjunto que es nuestro ecosistema y nuestra relación con el mundo.

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Si el pensamiento es algo que excede al cerebro, ¿por qué el pensamiento excede a Milei?

El pensamiento excede a Milei por una razón triste. Él es como una marioneta de este puro funcionalismo donde los macroprocesos económicos tienen a los humanos solamente como recursos humanos. Milei es el representante de esos macroprocesos que no tienen nada que ver con los intereses de lo vivo, de la cultura, de lo humano. Cuando nuestros compatriotas dicen: “¿No se da cuenta que está poniendo a jubilados en la calle?”, no es que no se de cuenta, es que es una marioneta de estos macroprocesos que no son antropocéntricos: no tienen como objetivo ni el bien, ni el mal de la sociedad.

El mundo de la inteligencia artificial es un mundo donde el puro cálculo no está ni por, ni contra lo humano. Para mí Milei es uno de los máximos representantes caricaturescos del mundo de un puro funcionamiento. Cuando él dice que las cosas van a estar mejor, hay que creerle: van a estar mejor para estos macroprocesos que no tienen nada que ver con nosotros, pobres humanos, que vivimos dentro de un mundo sensible y de sentido.

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