Martín Tetaz: "En las redes sociales la bala de la reforma sindical entró, y Ficha Limpia ni hablar"
El diputado nacional de la UCR opina que el gobierno de Milei está pagando un costo político tras frenar proyectos clave como Ficha Limpia y la reforma sindical, aunque afirma que esto “tiene una lógica” vinculada a sus negociaciones con la CGT y la búsqueda de polarizar con el kirchnerismo. “Si el Gobierno avanza en un acuerdo con el kirchnerismo mientras pisa la reforma sindical y la ficha limpia se desdibuja mucho su identidad”, sostuvo.
Aunque crítico con aspectos el rumbo general del Gobierno, Martín Tetaz es optimista en el terreno económico y considera que “Argentina se va a estabilizar” conquistando un equilibrio que otros países de Latinoamérica lograron durante los 90 como Chile y Uruguay. “En esos países, con un 4% ya están todos preocupados, no importa si el gobierno es de derecha o de izquierda”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Martín Tetaz es diputado nacional de la Unión Cívica Radical y Juntos por el Cambio, electo el año 2021 con mandato hasta el año próximo. Además, es referente del sector Evolución, economista, profesor universitario, investigador e incluso fue precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires en 2023.
Estuvo en este programa Martín Artana, y charlábamos sobre dos problemas centrales actuales de la economía. Uno, si existe la posibilidad de que en algún momento se rompa el cristal del dólar retrasado y termine habiendo una devaluación. Segundo, que de ser sustentable este dólar de manera permanente, sea de todas maneras inconveniente porque dejaría una cantidad de industria nacional fuera de competencia. Por lo tanto, sería un dólar de equilibrio para la balanza comercial, pero no para el pleno empleo. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Tal cual. Me preocupa sobre todo la primera cuestión. Este es un país que no tiene reservas ni acceso a crédito internacional en este momento. Con lo cual no tiene manera de financiar los déficits de cuenta corriente o, dicho de manera más simple, para que la gente nos siga, no puede gastar más dólares que los que genera de manera permanente porque no tiene quien se los dé ni de donde sacarlos.
Eso, de alguna manera, es una garantía para el modelo, pero al mismo tiempo hace que la insostenibilidad choque más temprano. Más temprano que tarde va a empezar a haber tensiones. Cuando la economía empiece a crecer, y por lo tanto demande más dólares para importaciones… Bueno, Argentina está encaminándose a 2025 con un déficit de cuenta corriente superior a los 15 mil millones de dólares. Los últimos 5 meses, sistemáticamente, hubo déficit en la cuenta corriente. Si sumás los últimos cinco meses te da 5200 millones, más o menos mil por mes.
Esto quiere decir que estamos gastando dólares de reservas que no tenemos. No es sostenible. Uno especula con que el Gobierno, más temprano que tarde, salga del cepo, y el propio tipo de cambio acomode el dólar en el lugar que equilibra el balance de pagos, solucionando este primer problema que planteabas vos.
Dónde va a quedar el tipo de cambio no sabemos, probablemente de 1.200 o 1.300. Nadie sabe cuál es el dólar de equilibrio, porque depende mucho de esa otra parte que mencionabas vos, del flujo de inversiones. Si efectivamente Argentina empieza a recibir inversiones para el sector privado en escalas importantes, entonces esos dólares alcanzan para financiar el déficit de cuenta corriente sin necesidad de que el dólar aumente mucho.
En la historia argentina esto siempre pasó con dólares que venían para financiar el déficit del gobierno. La gran novedad de este programa económico es que ahora el Gobierno no está incurriendo en deuda nueva, por lo tanto, no tiene necesidad de colocar deuda en el exterior. Es muy poco probable que veamos flujos de capitales como los que vimos en la época de Macri o en los 90, que financiaban el déficit de la cuenta corriente pero después en algún momento chocábamos porque había que pagarlos. Eso es una tranquilidad de este esquema.
Ahora, es imposible de evitar esto que planteás sobre el final. Esta idea de que si Argentina recibe muchas inversiones para sectores que no son generadores intensivos de empleo, sino para sectores extractivos de alto capital, por ejemplo minería, hidrocarburos, eso va a generar abundancia de dólares en el país y un tipo de cambio más bajo. Y eso, obviamente, hace que muchos sectores industriales no puedan competir. La pregunta del millón es cuáles son los bienes que van a demandar los argentinos con esos salarios mejores que van a tener gracias a que hay un dólar más barato, y ahí veremos si demandan sectores que son intensivos en mano de obra o no.
Por ejemplo, un fenómeno que demanda mucho y nadie vio venir este año es que se perdieron 200.000 empleos en el sector privado por el ajuste del Gobierno y en particular en la construcción, pero al mismo tiempo se crearon más de 200.000 en sectores informales que tienen que ver con el trabajo de plataformas: Rappi, Uber, etc. La novedad que nadie vio venir es que la gente cuando empieza a hacer pie económicamente empieza a demandar bienes y servicios que no necesariamente son industriales, como que le traigan la comida a la casa. Y ese es un sector altamente de mano de obra intensivo, y para gente de bajo nivel de calificación, porque tenés que tener una bicicleta y saber manejar un celular.
No está claro qué forma va a tener el mercado de trabajo en este nuevo esquema. Sí parece haber mostrado, gracias a la tecnología actual, más flexibilidad que en otros procesos históricos .
¿Sos optimista respecto a la evolución de este modelo económico que llevan adelante Milei y Caputo?
Soy optimista en que el modelo va a estabilizar la economía. Creo que Argentina va en camino a sumarse al club de Chile, Colombia, Perú, Paraguay, Uruguay, Brasil; donde no importa si gobierna la izquierda o la derecha, ya no hay inflación, está resuelto, y con un 4% ya están todos preocupados, no importa si son de derecha o de izquierda. El propio presidente de Chile, que viene del Partido Comunista, diciéndole a los movimientos sociales que no les va a dar un IFE porque aumenta la inflación.
Esa estabilización, el “consenso macro” de estabilidad que consiguió toda América Latina en los 90 y que Argentina hasta ahora no logra establecer, creo que lo va a conseguir. De ahí en adelante es otro debate: a qué modelo de país va Milei (que no es el que me gusta a mí), cuáles son las alternativas, etc. Pero creo que Argentina se va a estabilizar.
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Recientemente entrevisté para el Diario Perfil a un intelectual mexicano, Enrique Krauze, muy crítico de AMLO, pero al mismo tiempo explicaba cómo Morena terminó sustituyendo a todos los otros partidos, hegemonizando el parlamento, la Corte, etc. Y la explicación que él daba es que era motivado por el carisma de una persona. Planteaba aquello que sostiene Max Weber que un enorme carisma sustituye todo, y ahí me viene el ejemplo de Trump, que con un enorme carisma cambió al Partido Republicano y la política norteamericana. Otros ejemplos de líderes podrían ser Hitler, Franco o Mussolini. Cuando aparece una persona que tiene carisma “se lleva todo puesto”. ¿Creés que puede caberle ese análisis a Milei?
No estoy tan seguro. El perfil de Milei no es precisamente el de una persona carismática que enamora a las masas, más bien es el perfil de una persona que te dice lo que no querés escuchar. Tosca, bruta, en el sentido de su manera de ser, que te preanuncia: “te voy a ajustar”, “voy a bajar la inflación”, “voy a bajar los sueldos de los profesores universitarios”, y te lo dice a cara de perro. No veo carisma ahí.
Lo que veo es una sociedad que está harta por la constante crisis argentina, que se hace insoportable; por la corrupción evidente de muchos de sus funcionarios, y que ve que hay una esperanza. Creo que si Argentina se estabiliza, Milei se va a fortalecer y la gente lo va a apoyar, pero si se estabiliza no existe carisma que lo salve.
Fijate que Argentina llegó a las elecciones del año pasado con 200% de inflación y el único que hablaba de economía era Milei. A pesar de que Larreta es economista y estudió en Harvard, con el mejor título para esa confrontación, y no lo usó. De hecho, cuando le preguntaban decía “no soy economista”. Patricia, por supuesto, de economía no habló, y Massa era el responsable de la catástrofe del 250% de inflación, no podía hablar.
El único que hablaba del problema que tenía la Argentina era Milei. La gente conecta con eso. De ahí a que tenga la posibilidad de construir carisma, lo veremos. Yo creo que si no estabiliza no tiene ninguna chance.
Alejandro Gomel: ¿Nos olvidamos del presupuesto 2025 o hay chance de tener esta vez un presupuesto aprobado?
Yo creo que no nos olvidamos. Todavía están las sesiones extraordinarias, donde esperamos que aparezca la discusión del presupuesto. Hay, por otro lado, una tensión importante entre los gobernadores y algunos diputados que no vemos con buenos ojos encarar una discusión que no tenga los tres grandes temas que el Congreso no pudo tratar sobre finales de año: La reforma sindical, la ley de ficha limpia y el presupuesto.
Creo que esa es una bala que le entró al Gobierno. No lo del presupuesto, que la gente no lo ve como herramienta de control del ejecutivo. Que es una paradoja también, porque el Ejecutivo acusó a las universidades de no querer controlarse, y ahora no quiere aprobar la herramienta con la cual hay que controlarlo a él. Tal vez nos falta todavía un poco de cultura económica para que la sociedad masivamente lo demande, pero ciertamente, ficha limpia y reforma sindical son dos demandas muy fuertes con las que el Presidente, por frenarlas, pagó un costo muy grande. Eso tiene que estar dentro de la convocatoria a extraordinarias, y si no está el trabajo en extraordinarias va a ser muy difícil.
AG: Si no aparece ficha limpia y presupuesto ve difícil que haya quórum, ¿es así?
Veo difícil la voluntad de trabajo, la capacidad de construcción de consensos, etc. Tené en cuenta que el Presidente necesita identificar temas que sean importantes para la opinión pública para poder generar ese “principio de revelación” que muchas veces genera y que hace que lo acompañen sectores de la oposición que de otro modo si no no lo acompañarían.
Con una agenda que sólo le interese al Gobierno y que esté divorciada de lo que efectivamente le interesa a la gente lo veo difícil a eso.
Elizabeth Peger: ¿Ves un acuerdo posible con el kirchnerismo en cuanto a la agenda?
No lo veo. Fijate que el Gobierno tiene una característica, que es que registra dónde “hay agua” y dónde no. Lo hizo desde el principio. Cuando uno ve el famoso DNU 70, muy rápidamente detectaron que había un problema con la desregulación de prepagas y cambió de caballo en la mitad del río. Lo mismo hizo después, y ahora con ficha limpia, muy rápidamente Milei llamando a Lospennato para tratar de salvar las papas, porque se dio cuenta que ese había sido un error y que la sociedad se lo estaba demandando.
No veo cómo el presidente podría hacer ese acuerdo. Uno podría pensarlo con respecto a la eliminación de las PASO, al menos con los sectores más verticalistas del kirchnerismo, que responden a Cristina, entonces eso es lo que los ordena y no las internas, al igual que los sectores del Gobierno, que también son muy verticalistas, hacen lo que les dice Milei. Ahí podría aparecer la posibilidad del acuerdo. Pero creo que si el Gobierno avanza en un acuerdo con el kirchnerismo mientras pisa la reforma sindical y la ficha limpia se desdibuja mucho desde el punto de vista identitario.
Claudio Mardones: La lectura mayoritaria es que la ficha limpia afectó al Presidente en términos de desgaste. Con respecto a la reforma sindical, fracasó el dictamen de minoría, ¿también cree que le “entró la bala” al Gobierno? Otros piensan que fue un acierto, porque le permitió negociar con la CGT. ¿Creés que hay chances para un repechaje con ese proyecto?
Sí. Con una sola corrección. Había un sólo dictámen, no existe un dictamen del kirchnerismo.
El Presidente pagó un costo muy grande por frenar el proyecto de ficha limpia. Ahora, si Cristina llega a ser candidata el año que viene y eso le permite al Presidente consolidar un acuerdo contra Cristina, polarizar la provincia de Buenos Aires, ver si la puede llegar a ganar, etc… por ahí capaz encontrás la lógica de porqué hizo lo que hizo, y ahí encontrás la lógica de cómo actuaron con la ley de democracia sindical, le empieza a pagar esa jugada en el largo plazo. Eso puede ocurrir, no te digo que no. No digo que el Gobierno haga las cosas de manera irracional.
La actitud del Gobierno con la reforma sindical tiene una lógica, que es el acuerdo con los sindicatos que vos mencionaste. Y tiene una lógica también frenar ficha limpia, no es un capricho, es parte de su estrategia política. Pero son temas que empiezan a erosionar su identidad, a generarle problemas.
Cuando uno lo mira, por lo menos en las redes sociales, en lo que antes era el “círculo rojo” de la gente que compraba el diario y miraba tele, que ahora está en las redes sociales y hablan entre sí, en esas dos millones de personas de la Argentina, las balas de la reforma sindical y fecha limpia entraron. No sé cómo seguirá esta discusión hacia adelante, nosotros vamos a seguir insistiendo.
¿Cómo imaginás que va a terminar siendo la estrategia electoral del PRO y LLA el año próximo en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad? ¿Ves la posibilidad de que se mantenga Juntos por el Cambio?
Primero, es fácil verla en los distritos que gobierna Juntos por el Cambio, porque allí, casi con seguridad va a volver a existir la alternativa de Juntos por el Cambio y la co gobernabilidad de esos espacios lo garantiza. Eso te da un cierto punto fijo para empezar a pensar el resto de las negociaciones.
La provincia de Buenos Aires es un problema a parte, porque si Cristina efectivamente es candidata, le sirve en bandeja al Gobierno de argumento para plantear una unificación diciendo, “che, ya perdimos antes por ir todos separados”. Entonces, puede anunciar un candidato, sea Karina Milei o Espert, y decir: “vengan todos porque el que no viene acá es funcional al kirchnerismo”. Y como la elección es un poco plebiscitaria, la gente que más o menos plebiscita a favor del Gobierno, probablemente acompañe esa acción. No hay tanto lugar en PBA para el ni-ni, cualquier construcción por el medio va a tener problemas.
En la ciudad de Buenos Aires es distinto. Porque en la Ciudad, por un lado, uno imaginaría un JxC de más fácil construcción porque gobierna, pero el radicalismo está bastante fracturado de esa alianza en este año. Al mismo tiempo, cuando mirás las encuestas, Milei tiene 35% en la Ciudad, y el kirchnerismo tiene 20%. Entonces, hay 45% en el medio. El “ni-ni” de la Ciudad de Buenos Aires es más grande, es mayoritario. Entonces, la posibilidad de construir algo que no sea ni de Milei ni del kirchnerismo es mayor.
Entonces, cuando uno mira hacia dónde se abre el esquema del PRO, ahora se abren posibilidades que hace quince días atrás no se veían. Hace quince días yo te iba a decir que era muy difícil especular que el PRO no cierre con LLA. Hoy, que veo algunas fracturas a partir de lo que pasó con Ficha Limpia, esa posibilidad de reconstruir otra cosa, algo ni-ni, por llamarlo de alguna manera, es mayor.
FM
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