Martín Redrado: "Falta tomar medidas para generar dólares"

Martín Redrado analizó el plan económico del Ejecutivo y sostuvo que Argentina debe aplicar políticas cambiarias “en dirección a la salida del cepo” porque darle previsibilidad a ese eje ayudará a bajar la inflación. Por otro lado, consideró que el gobierno entró en una etapa de “toqueteo de variables”, pero que esas medidas sólo tienen efecto a corto plazo. “Para que la Argentina se estabilice, necesita variables que les den un sendero de previsibilidad al sector privado”, explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Martín Redrado es economista, presidente de la Fundación Capital. Anteriormente, fue presidente del Banco Central, vicecanciller y presidente de la Comisión de Valores. 

Contanos un poco de tu reciente viaje a Asia. ¿Cómo se ve desde allí lo que está pasando en Argentina?

Lamentablemente, Argentina todavía está lejos del Asia Pacífico y también tenemos que hacer un esfuerzo para poder acercarnos a países que tienen estructuras productivas complementarias con Argentina. 

Me invitaron a disertar en el Foro de Conocimiento Mundial, o World Knowledge Forum, sobre América latina. Cuando salgo al exterior, siempre busco las mega tendencias del mundo, y hoy destaco tres que afectan de manera positiva a América latina. 

La primera es la transición energética. En el mundo, y una de las discusiones que se daban en Japón, en medio de la disputa electoral que el 28 de septiembre dió como resultado un primer ministro, era qué tipo de energía van a tener hacia adelante, cuánto de energía solar y cuánto de energía eólica.

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El gas natural licuado que tiene Argentina, y otros países como México, es ideal para producir la transición de combustibles fósiles hacia otros combustibles más limpios y sin emisión de dióxido de carbono. En la transición energética, América latina tiene mucho para dar.

La segunda tendencia es la seguridad energética, en materia de qué producimos. En la transición energética, también se junta la minería con el cobre y con el litio. En tercer lugar está la trazabilidad y la seguridad alimentaria, que afecta a gran parte de Asia Pacífico, pero faltan políticas de ellos a nosotros, y de nosotros hacia ellos, de mayor acercamiento. 

Siempre estamos mirando a China como el faro, pero hay países como la India, o Vietnam, que para mí es una locomotora y la segunda China que viene hacia adelante y que tiene mucha complementación productiva con la Argentina. Deberíamos hacer énfasis allí con acuerdos comerciales que nos permitan reducir barreras para ingresar en esas nuevas barreras de producción. Corea del Sur también es un país espectacular que se ha recuperado después de una guerra tremenda como fue la de entre 1950 y 1953. 

En síntesis, hay un mundo de oportunidades, pero un mundo que hay que saber trabajar y leer en provecho de América latina. Veo oportunidades para la región en este mundo geopolíticamente convulsionado, pero hay que saber interpretarlas y generar políticas en ese efecto.

En la época en la que Cavallo fue ministro de Economía, te consideraban el golden boy. Él marca que hay talones de Aquiles en el programa económico de este Gobierno. ¿Cuál es tu visión? ¿Coincide con Cavallo?

Siempre tengo la necesidad de que Argentina tenga un programa integral, tanto en lo económico como en lo social. Por integral me refiero a que tome en cuenta todas las políticas que permitan bajar la inflación y generar desarrollo económico. 

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Se compara mucho esta etapa con los noventa, pero uno de los cambios que ha tenido el mundo es que ya no hay tipos de cambio fijo. En esos años, Argentina tenía la convertibilidad y Brasil, nuestro mayor socio comercial, tenía tipos de cambio fijo: el dólar en Brasil tenía un cambio de 1,12 reales por dólar. En febrero de 1999, el presidente Cardoso, autor del plan de estabilización, decidió salir del tipo de cambio fijo. 

Lo que digo es que tener una política de devaluación del 2% mensual es una política de transición y no de largo plazo. Argentina necesita una política cambiaria que vaya en dirección a la salida del cepo. 

Cuando fui presidente del Banco Central, pasamos la crisis financiera más importante que tuvo el mundo desde la de 1930, que fue la crisis del 2008, con la quiebra del Banco Lehman Brothers. Tuvimos un sólo valor del dólar: no había dólar blue ni dólar contado con liquidación. No sólo hablo de que haya un tipo de cambio único, sino que lo hice. Por lo tanto, darle previsibilidad a la política cambiaria es uno de los ejes que va a permitir bajar la inflación.

Ayer tuve una charla privada con el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y hablamos de la integralidad que se necesita para que Argentina tenga un programa de desarrollo. Dentro de esa integralidad, mencionamos los costos de logística que tiene nuestro país y la necesidad de concesionar las principales rutas o los trenes de cargas, con esta visión de que sólo la inversión privada haga obras de infraestructura. 

Antes de viajar a Asia, tuve que tomar la ruta 33 para ir a Rosario. Esta ruta une desde la Avenida de Circunvalación de Rosario hasta la ruta 3 en Bahía Blanca, que son 800 kilómetros. Tuve dos visiones: una positiva y una negativa. La positiva fue la fuerza del campo, los camiones, la mercadería, alimentos, materias primas, frigoríficos. La negativa es que la ruta está hecha pelota. 

Con visión de economista, nos preguntamos por qué no se concesiona o se llama a licitación pública nacional e internacional para hacer una autopista. Estoy seguro de que habría capitales, en principio argentinos, que están más propensos a invertir que los internacionales, que puedan producir una autopista de cuatro vías en donde se pueda tener camiones y trenes, con dos acoplados. 

Eso permitirá que la carga, en lugar de ser de 30 toneladas, pueda ser el doble, bajando los costos de transporte. Diego me decía que está proponiendo lo mismo en las rutas provinciales, como en la ruta 51, que va desde Ramallo a Bahía Blanca.  

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Hay mucho por hacer, y diría lo mismo para el tema impositivo, en el crediticio y en la lucha contra la informalidad, para que Argentina tenga un horizonte en donde no sólo se plantee el tema cambiario, sino que esté generando dólares genuinos por negociaciones internacionales con socios y trabajando sobre un programa de desarrollo integral.

Aquiles no podía sacarse su talón, pero la muleta puede servir durante un tiempo. Este crawling peg del 2%, ¿es un talón de Aquiles que va a terminar en una devaluación no controlada inevitablemente, o es una muleta hacia la salida del cepo?

Como toda pregunta difícil, la respuesta es que depende de lo que se haga. Falta tomar medidas para generar dólares. Hay una oportunidad con el blanqueo, pero la clave es que esos dólares que están en los bancos se transformen en dólares de producción. 

Esto se logra a través de préstamos a exportadores, que van a permitir que se incluyan en la producción y en bajar el costo de crédito. De hecho, en septiembre se vió un crecimiento de los préstamos al sector privado. Eso también permite incrementar las reservas netas, que es lo importante en el corto plazo porque está en un nivel negativo de 6.000 mil millones.

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Si se adopta un programa integral que genere una verdadera revolución impositiva, en el sentido de simplificar los costos impositivos, ampliar la base de tributación y bajar el costo del riesgo país, necesitamos un programa de recompra de deuda que vaya bajando la incertidumbre con respecto a los pagos de deuda de 2025 y 2026.

Ya se podría llamar a licitaciones para concesionar las principales rutas o los trenes de carga para generar dólares genuinos para que esto sea una muleta y no un talón de Aquiles. En algún momento, Argentina también va a tener que transitar un camino de dinámica para sacar las 210 regulaciones sobre el mercado cambiario. 

Carlos Melconian dijo que la motosierra se transformó en licuadora. Ahora, al congelar salarios, tarifas y hasta el dólar, ¿el otro electrodoméstico que usa el Gobierno es el freezer?

No sé si diría que es el freezer. Diría que hay bastante toqueteo de estas variables con la búsqueda de que la tasa de inflación siga en baja. Fijate lo difícil que ha sido bajar el piso del 4% en los últimos meses. Se tocó el impuesto PAIS, que sin duda era una distorsión, y va a permitir que el mes de septiembre de un número cercano al 3,5%.

El próximo desafío es bajar al 3%, y ahí empezaron a toquetear las tarifas de servicios públicos. Hay algunas que bajan, como en el caso de la nafta y el gas, mientras que suben las prepagas o los colegios privados.

Están mostrando dificultades porque falta previsibilidad en las principales variables, sobre todo en la política monetaria y cambiaria, que de un camino de certidumbre. El sector privado siempre necesita un horizonte, por lo que más que usar metáforas de electrodomésticos, diría que hemos entrado en la etapa del toqueteo de las distintas variables. 

Todo eso es muy de corto plazo, y para que la Argentina se estabilice, necesita variables que les den un sendero de previsibilidad al sector privado que va permitir incrementar la inversión como base para tener un programa de desarrollo económico.  

Elizabeth Peger: Las declaraciones del ministro Luis Caputo del domingo llamaron la atención porque planteó que no está inquieto por los vencimientos de deuda de enero, que no están negociando una nueva asistencia por parte del Fondo Monetario Internacional y que no lo preocupa el cepo. Entiendo que no compartís esta visión. 

Más que entrar en una discusión de qué dice uno y qué dice el otro, creo que hay que proponer qué hacer hacia adelante. Argentina ha tomado una situación tremendamente difícil, como a principios de este año y hay algunas certidumbres, como el equilibrio presupuestario. 

Espero que esto se haya hecho carne en la sociedad porque no podemos votar hacia adelante a ningún irresponsable que diga que va a usar el Banco Central para financiar el gasto público o que va a generar un plan para manotear las reservas, como se hizo a partir de 2010, porque es pan para hoy y hambre para mañana. Algo que sabemos todos es que no se puede gastar más de lo que ingresa. 

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Lo que es necesario no es discutir que tan mal estamos o qué dijo uno o el otro, sino qué proponemos hacia adelante. Lo que he marcado son los problemas que tenemos y lo que hay que resolver. Por supuesto que el cepo es una anomalía, y hay que salir del cepo acumulando reservas, pero mostrando una dinámica de ir sacando las 210 regulaciones. 

Si se quiere, se puede eliminar una o dos regulaciones por semana, porque un país que tiene las restricciones cambiarias de la Argentina no es un país normal, y por lo tanto, no es un país que pueda plantear un proyecto de desarrollo integral hacia adelante. 

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