CRISIS POLÍTICA

Israel disuelve el Parlamento y convoca a elecciones

La decisión fue tomada por el primer ministro, Naftali Bennett, y serán las séptimas en los últimos nueve años. Cuáles son los motivos y los pasos a seguir.

Naftali Bennett primer ministro israelí. Foto: AFP

El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, ha decidido disolver la Knéset (Parlamento) y convocar elecciones anticipadas. Serán las quintas en apenas tres años y las séptimas en los últimos nueve. El proyecto de ley será presentado la semana próxima, pero, mientras tanto, el actual ministro de Exteriores, Yair Lapid, asumirá la jefatura transitoria del gobierno hasta que se forme uno nuevo tras las elecciones anticipadas, previsiblemente en octubre.

El actual gobierno cumplió su primer aniversario el 13 de junio. La coalición sufrió un traspié tras otro, especialmente desde abril, cuando perdió la mayoría absoluta en la Knéset tras la deserción de Idit Silman, diputada de Yamina, el partido de ultraderecha de Bennett. Ese mes, el partido árabe islamista Raam también congeló durante tres semanas su participación en la coalición a raíz de los disturbios violentos en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén durante el Ramadán. Luego decidió reintegrarse al gobierno, que lleva dos meses en crisis.

Otro diputado de Yamina, Nir Orbach, estaría por abandonar la coalición para unirse el partido Likud del ex primer ministro Benjamin Netanyahu. El gobierno de coalición asumió hace un año, una semana y un día como el más diverso de la historia de Israel. Se trata de una mezcolanza de ocho partidos políticos de todas las tendencias, desde la derecha ultranacionalista hasta la izquierda pacifista, pasando por la inédita inclusión de un partido árabe, que se unió para derrocar a Netanyahu tras 12 años en el poder.

En una declaración conjunta Bennett y Lapid señalaron que habían "agotado las alternativas para estabilizar" la coalición un año después de conformarla. Netanyahu nunca quiso irse a pesar de las causas de corrupción en su contra. Tenía un plan para recuperar el poder: votar en contra de sus propios principios. El lunes, el Likud, liderado por el ex primer ministro, se opuso a una ley clave que beneficia a los cerca de 430.000 colonos israelíes que se han instalado en Cisjordania desde 1967 y que representan una parte clave de su base electoral.

La curiosa trama con Israel

La ley lleva extendiéndose sin problema durante décadas. Si no se aprueba antes del 1 de julio, los israelíes radicados en Cisjordania estarán en la misma situación legal que los palestinos de la misma área, sometidos al régimen de ocupación militar. Los colonos podrían perder beneficios como la seguridad social y el permiso para ingresar libremente en Israel.

Netanyahu, férreo defensor de los colonos judíos, construyó cientos de casas en asentamientos e incluso propuso la anexión a Israel de un 30% del territorio de Cisjordania con el guiño de su aliado Donald Trump. El bloqueo de la votación era una estrategia para asestarle un duro golpe al actual primer ministro, Benett. Su gobierno, debilitado por la ola de renuncias políticas y la escalada de la violencia, comienza a disolverse.

JL PAR