HORIZONTE ECONÓMICO

Enrique Szewach: "Si Milei no hace reformas de fondo, también vuela por los aires"

El exdirector del Banco Central reconoció que quebrar la inercia inflacionaria "no es fácil" y que aún faltan más reformas económicas profundas: "Hay que enfocarse en el equilibrio general y no poner tanto énfasis en la política cambiaria exclusivamente", enfatizó.

Enrique Szewach, asesor económico de Patricia Bullrich. Foto: IAEF

Enrique Szewach, vicepresidente del Banco de la Nación, destacó la necesaria renegociación con el FMI: “Tanto para el Fondo como para la Argentina va a ser bueno tener un acuerdo”, señaló en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1). A su vez, consideró que con alta inflación los presupuestos en Argentina “fueron falsos” en los últimos años. “La presentación del presupuesto en el Congreso será un hito en la política económica argentina”, destacó. 

Enrique Szewach es economista, periodista, escritor, director ejecutivo de IERALD. También fue vicepresidente del Banco de la Nación entre el año 2015 y 2017,y director del Banco Central entre el año 2017 y el año 2019. 

Me gustaría empezar por la disputa intelectual y económica entre la ex vicepresidenta y el Presidente. Respecto de si, como dice Cristina Kirchner, se acaba el déficit fiscal, igual los problemas de la Argentina no están resueltos porque la deuda y el bimonetarismo son un ancla compleja. O viceversa, si como dice Milei, finalmente solucionando el tema del déficit fiscal, se empiezan a solucionar todos los demás problemas. ¿Cuál es su propio balance sobre este duelo de ideas?

A ver, terminar con el déficit fiscal es condición necesaria, inclusive porque el déficit fiscal fue la raíz de la bimonetariedad argentina, porque se terminó financiando con emisión monetaria, la emisión monetaria destruye el valor del peso, y la gente huyendo del impuesto inflacionario, huyó hacia el dólar, que hoy es el activo de ahorro de los argentinos. Así que cuando hacés una excavación arqueológica, aparece claramente el déficit fiscal y la forma de financiarlo. 

Por supuesto que hoy ya ha tomado vuelo propio el tema de la bimonetariedad y va a pasar mucho tiempo, como le ha pasado a todos los países que fueron bimonetarios derivados de la crisis fiscal, para que la moneda local vuelve a ser apreciada como una moneda de ahorro en un contexto de estabilidad. 

¿El déficit fiscal cero será la fortaleza o el talón de Aquiles de Javier Milei? 

Vos mirás la experiencia peruana, uruguaya o la israelí si querés, en otra dimensión, en donde los activos dolarizados fueron perdiendo peso en los activos totales de los ciudadanos, y empezaron a crecer los activos en moneda local. Por supuesto, todavía con porcentajes que tienen componentes de moneda de dólar, pero mucho menor desde el punto de partida. 

No quiero exagerar, pero Argentina va a tener que pasar años de estabilidad para que la gente vuelva a tener el peso como una moneda de ahorro, mucho más que lo efímero de unos meses con la tasa de interés o con el tipo de cambio.

¿Y reducir el déficit fiscal y sostener el superávit no soluciona los problemas de competitividad de la Argentina?

Bueno, depende de cómo lo hagan. A ver, vamos a ponerlo así: el gasto público o el sector público es parte del problema de competitividad de la Argentina. Lo que llamamos el costo argentino tiene metido adentro el costo impositivo, el costo de la logística, el costo de la baja calidad de los bienes públicos, el costo de la baja calidad de infraestructuras.

Indexar y renegociar con el Estado 

O sea, el sector público es un componente importante de la competitividad y, si lo mirás agregadamente en términos económicos, es el gasto no comercial por excelencia. Entonces, si vos lográs bajar el gasto y bajar los impuestos, claramente estás mejorando la competitividad de la Argentina, hay una relación directa.

Es decir, la competitividad es de la empresa para adentro y la competitividad es de la empresa para afuera. Y el sector público, el gasto público y todo el manejo fiscal tiene mucho que ver de la puerta para afuera. Así que ahí también hay componente fiscal. Por supuesto, no es el único.

También hay temas vinculados con las regulaciones, con los incentivos a la inversión del sector privado y a los acuerdos comerciales para que haya más exportaciones, etc. Pero, otra vez, el sector público (no solamente nacional) tiene tal peso en la competitividad de la Argentina que también ahí como condición necesaria, aunque no suficiente, aparece su influencia en la competitividad. 

Pasaron 2 semanas, ¿qué te resuena hoy en día de aquello que dijo Ricardo Arriazu, uno de los pocos economistas que el Presidente todavía sigue elogiando y que sostuvo que “si devalúa se acaba el gobierno de Milei”? 

Con todo el aprecio que le tengo a Ricardo, que además es un extraordinario economista, podría decir con el mismo criterio, que si Milei no hace reformas de fondo, también vuela por los aires. Uno puede entrarle al problema de un lado o del otro.

La dura advertencia del economista preferido de Milei: "Si devaluamos, vuela todo por los aires"

Me parece que hay una exageración en términos de que una cosa es una devaluación o maxi devaluación, esas cosas extraordinarias que hace la Argentina cada tanto, y otra cosa es adaptar la política cambiaria a una situación que es compleja porque tenemos todavía lo que llamamos un shock externo negativo, los precios de los commodities que Argentina exporta han caído fuerte y aunque ahora quizás no caigan más, quedan en un nivel bajo. 

Además, tenemos un incipiente atraso cambiario porque el tipo de cambio se está usando como ancla antiinflacionaria y la inflación no va a converger o no converge todavía a la tasa de devaluación. O sea, el tipo de cambio es un tema y que el Banco Central no tenga reservas dificulta hacer frente a los compromisos de deuda. Es cierto que puede seguir endeudándose para hacer frente a esos compromisos pero siempre es deuda para pagar deuda. 

Entonces es cierto que alterar la política cambiaria en el aire sería un problema muy serio para la macro que defiende Milei, pero no es menos cierto que si no se hacen rápido las reformas que hay que hacer, el problema va a ser más grave todavía. Hay que enfocarlo en el equilibrio general y no poner tanto énfasis en la política cambiaria exclusivamente.

La relevancia de la presentación del Presupuesto de Milei para el 2025

¿El día que el Presidente vaya a defender el presupuesto 2025 va a ser el día más importante desde el punto de vista de comprender la política económica del actual gobierno?

No solamente no te equivocás, sino que además me parece que es un hito en la historia de la política económica argentina. Hasta ahora el Presupuesto era un papel vacío lleno de números y lleno de carpetas que iban al Congreso a que alguien levante la mano y que pasara sin pena ni gloria porque era un presupuesto falso.

Con alta inflación los presupuestos en Argentina fueron falsos en los últimos años y además con una cláusula muy particular porque los gobiernos subestimaban los ingresos y la inflación, entonces después la cláusula que tenían los presupuestos era que si tenemos más ingresos el Poder Ejecutivo los asigna como se le da la gana.

Milei presentará el presupuesto para el próximo año ante el Congreso.

Entonces el presupuesto no existía, de hecho había una cláusula en el presupuesto de 2023 que obligaba al Ejecutivo a volver al Congreso cuando la inflación superara algo así como el 50% anual. Por supuesto nunca se cumplió, e inclusive nuevamente hemos transcurrido todo el 2024 sin presupuesto porque el Presidente no envió un presupuesto para el 2024 al igual que el gobierno de Fernández. Y por lo tanto se va a vivir todo el 2024 sin presupuesto.

Es decir, que haya un verdadero presupuesto, en un contexto de una tasa de inflación mucho más baja que te permite calcular; que el Presidente vaya y defienda sus prioridades; y que el Congreso, parafraseando al Presidente, revele sus prioridades, con los diputados y los senadores diciendo que prefieren gastar en A más que en B, representando a la gente, para mí es un hito fundamental.

El horizonte inflacionario 

Elizabeth Peger (EP): Hay cierta preocupación sobre un estancamiento en el nivel de desaceleración inflacionaria, sobre todo porque el número en torno al 4% no logra despejarse y viene con esa inercia desde el mes de mayo. ¿Qué observás vos y qué expectativas tenés para los próximos meses? 

Bueno, septiembre viene bastante bien en términos de desaceleración, por lo menos la primera semana. Es cierto, digamos, estamos en algún número entre 3% y 4%, puede ser que esté más cerca del 3% en septiembre. No es fácil porque hay una inercia derivada de ajustes de precios relativos que todavía están pendientes, entre ellos tarifas públicas y precios privados.

Además, en la medida que la economía empieza a recuperarse, algunos sectores empiezan a tratar de recuperar algún margen. El otro problema que siempre tiene la Argentina, que es el problema habitual en los precios relativos, es que cada uno de nosotros cree que el precio relativo que le corresponde es el máximo que estuvo en historia. Entonces, si todos queremos subir nuestro precio, un precio relativo, algunos tienen que bajar, ¿no es cierto?

Consecuentemente, es difícil quebrar esa inercia inflacionaria y sobre todo cuando hay una percepción de que el tipo de cambio empieza a atrasarse, o sea, vos usas como ancla el tipo de cambio y si esa política cambiaria empieza a no ser creíble, deja de ser un ancla o pierde el efecto pleno del ancla. Entonces sí, va a ser difícil quebrar ese 3%

La Inflación la primera semana de septiembre.

Puede ser que algún mes, por alguna condición estacional, puedas estar un poquito más abajo y otra vez estar un poquito más arriba. Pero me parece que para ir a un quiebre definitivo de la tasa de inflación, todavía hay que acomodar precios relativos y hay que avanzar más en las reformas de fondo de Argentina en donde está la reforma impositiva en serio, la reforma laboral, la relación Nación-Provincia.

O sea, cada vez que el Estado Nacional estuvo bajando algo la presión impositiva nacional o le cortó transferencias a las provincias, el superávit fiscal de la Nación se transformó en más impuestos en las provincias y más impuestos en los municipios. 

Las renovadas negociaciones con el FMI

EP: En el tema de la negociación con el Fondo, vos en algún momento mencionabas tu inquietud y tus dudas de que efectivamente se pueda conseguir algún desembolso antes del fin de año o en los primeros meses de 2025, ¿seguís pensando lo mismo?

Hay dos negociaciones pendientes con el Fondo. Una es por los dólares que Argentina le tiene que pagar en los próximos tres años al Fondo, en donde el año que viene son sólo intereses, cerca de 2.600 millones de dólares. Y después hay intereses y capital, o sea que cuando mirás los tres años son algo así como 13.000 millones de dólares. 

Y la otra negociación sería por fondos frescos para tener en la vitrina del Banco Central y respaldar el tipo de cambio. Yo te diría que, primero, al Fondo no le conviene tener a su principal deudor sin un acuerdo. O sea, tener a su principal deudor refinanciando sus cuotas a 10 años y no tener ningún acuerdo con ese principal deudor, no es una situación cómoda para el Fondo. 

Y a Argentina no le conviene no tener al Fondo como socio, porque si bien el prestigio del FMI se ha deteriorado muchísimo en estos años, sobre todo por los acuerdos con Argentina, tener un acuerdo con el Fondo te da cierto barniz de que alguien está mirando los números y la política económica. 

Martín Rapetti: "El Gobierno espera las elecciones en EE.UU para acordar con el FMI" 

Ahora, dicho esto, al Fondo no le gusta esta política cambiaria, lo ha explicitado en sus distintos reportes en los últimos tiempos, porque quiere un tipo de cambio único y reconoce que hay cierto atraso en el valor del tipo de cambio. 

Por otro lado, el Gobierno le está ofreciendo un récord fiscal que Argentina no ha tenido en décadas, y además si le aceptaste a Massa o a Fernández todas las barbaridades que se le aceptaron, es más difícil ponerse duro ahora. Creo que el Fondo va a exigir o va a negociar otro esquema cambiario o algo parecido. 

Y por supuesto, siempre está la política detrás, porque el staff del Fondo tiene la dureza que tiene hasta que alguien importante le dice, mirá para otro lado. Porque si no, no hubiéramos tenido los acuerdos que tuvimos antes, y el Fondo tampoco quiere ser la causa de una crisis argentina, ni mucho menos. 

Entonces yo creo que va a haber una negociación y que no va a ser fácil esa negociación. Y por otro lado, no tengo claro si, como veo que vos lo sugerías en la pregunta, no tengo claro si el Gobierno quiere un acuerdo con el Fondo durante el año electoral o si prefiere tratar de arreglárselas sin el Fondo hasta después de las elecciones. Me parece que la realidad se impone y que tanto para el Fondo como para la Argentina va a ser bueno tener un acuerdo.

AO VFT