El editorial de Jorge Fontevecchia

Día 347: Nick Land, el iluminismo oscuro, Trump y Milei

El autor Nick Land propone impulsar el capitalismo y liberarlo de todas las regulaciones para que el mercado gobierne sin ningún tipo de atadura ni restricción, es decir, sin naciones. ¿Suena parecido a algún presidente conocido? 

Día 347: Nick Land, el iluminismo oscuro, Trump y Milei Foto: Captura

“Si hay un acuerdo básico en Occidente son los valores expresados por la Revolución Francesa: igualdad, fraternidad y libertad, y el régimen democrático creado a partir de la filosofía política de la Ilustración o Iluminismo. Es decir, la humanidad desde hace 250 años entendió que quien gobierna debe ser elegido por la mayoría y no designado por herencia invocando a Dios, y al mismo tiempo, respetar a las minorías”, sostuvo Jorge Fontevecchia en el editorial de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3). 

Si dijéramos que hay un movimiento que se llama Iluminismo Oscuro parecería que fuera un error, una contradicción en sí misma, un oxímoron. El Iluminismo Oscuro nos haría pensar en gobiernos monárquicos, es decir, volver a lo anterior. En este caso, es sostenido en corporaciones, diríamos que deben ser un grupo de locos que no tienen ninguna injerencia en la realidad. 

Sin embargo, esas ideas locas de que un grupo de corporaciones perpetuas conducen a la humanidad las comparten varios asesores de Donald Trump y su usina ideológica está basada en intelectuales de este movimiento que propone una suerte de medioevo digital, en el que además de un autócrata y los señores feudales, estos sean reemplazados por dueños de corporaciones. 

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¿Cuántas de estas ideas llegaron a Argentina y cuántas influyeron en nuestro presidente Javier Milei? Intentaremos responder estas preguntas a lo largo de la columna, pero a priori, muchas.  

Empezamos con el padre de esta teoría, Nick Land, autor inglés y profesor universitario, creador de la teoría filosófica llamada Aceleracionismo de derecha. También existe la teoría del Aceleracionismo de izquierda, el Aceleracionismo de izquierda, que plantea que el capitalismo va a avanzar en un proceso cada vez más rápido que va a permitir generar condiciones de modificación del status quo social, con cierta reminiscencia a las ideas de Marx. 

El Aceleracionismo, como teoría política y social, postula la idea que para crear un cambio social radical en el capitalismo, este debe expandirse mucho más allá de los límites actuales. Esta idea tiene lecturas que proponen un desenlace anticapitalista, poscapitalista o procapitalista.

Esta filosofía está ligada a la tecnología informática porque entiende que, mediante esta herramienta, el capitalismo puede conducirlo a una crisis gracias a la automatización o intensificar indefinidamente el capitalismo. 

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En resumen, lo que Land propone es que apoyándose en la tecnología para impulsar el capitalismo y liberarlo de todas las regulaciones, como por ejemplo los derechos laborales o humanos, el mercado universal gobierne sin ningún tipo de atadura ni restricción, es decir, sin naciones. ¿Les suena parecido a algún presidente conocido? 

En 2012, Nick Land publicó un ensayo en sus redes titulado “Dark enlightenment”. Para horror de muchos de sus alumnos y admiradores, Land postuló ideas en contra de la democracia y a favor de prácticas de eugenesia, con referencias a autores de extrema derecha. 

Otro personaje importante y parte de este movimiento es quien creó PayPal junto a Elon Musk, Peter Thiel, otro de los máximos ideólogos del movimiento neo reaccionario. Para Thiel, democracia y capitalismo son incompatibles, al revés de lo que plantea la socialdemocracia. La visión de Thiel plantea que hay que avanzar a una sociedad gobernada por las corporaciones. 

Thiel es uno de los nuevos inversores más exitosos de Silicon Valley con una fortuna declarada de más de 4 mil millones de dólares. Fue el cerebro detrás de los asesores de Trump en su primera presidencia, algo así como un Santiago Caputo y actualmente, fue uno de los cerebros de la campaña que llevó a Trump nuevamente a la presidencia. 

En su discurso en 2016, Thiel declaró: “No soy un político, pero tampoco lo es Donald Trump. Él es un constructor, y es el momento de reconstruir los Estados Unidos. Nos dicen que el problema es quien puede usar un baño. Es una distracción de nuestros problemas reales”, sostuvo.  

“Cada estadounidense tiene una identidad única. Estoy orgulloso de ser gay y de ser republicano, pero más orgulloso estoy de ser estadounidense. Las falsas guerras culturales sólo nos distraen de nuestro declive económico”, agregó el empresario.

De este mismo movimiento proviene el vicepresidente electo de Donald Trump, JD Vance. De 39 años, está entre los senadores más jóvenes del país. pertenece a la nueva derecha, una generación de republicanos que rechaza muchas ideologías tradicionales del partido. Está en contra de la prohibicín total del aborto, rechaza el apoyo de EE.UU a Ucrania y tiene ideas radicales en torno a la inmigración.

El vicepresidente electo JD Vance junto a Donald Trump.

En 2016, su historia personal acaparó la atención pública con una autobiografía en la que detalla la pobreza que vivió durante su niñez en Ohio. Creció con su abuela y su madre era adicta a las drogas. Fue electo senador en 2022 después de ganar el apoyo de Trump y desde entonces, es un fiel defensor del presidente electo. 

Este entorno de Trump, en conjunto con varias de sus declaraciones y el papel que tuvo en la instigación al asalto del Capitolio en enero del 2021, luego de perder las elecciones, hacen que buena parte de la sociedad estadounidense tema un giro antidemocrático del nuevo presidente repúblicano. 

El ex editor en jefe del Washington Post, Marty Baron, expresó el riesgo para la democracia estadounidense que representa el triunfo de Donald Trump. El 4 de noviembre de este año, declaró que “la democracia está en jaque porque Trump es un aspirante a autócrata”. “Sus modelos en el mundo son los líderes de los modelos autoritarios, como Orbán en Hungría”, agregó. 

Como sabemos, el presidente argentino Javier Milei festejó la victoria de Trump en los comicios estadounidenses como si fuera un triunfo propio y de su cosmovisión del mundo. Milei viajó hacia Estados Unidos y fue a felicitar al presidente electo en persona. ¿Hay algún tipo de vinculación de las ideas de Milei con estas concepciones aceleracionistas de derecha y neo reaccionarias? 

Milei aún no ha avanzado por sobre las instituciones. Su manera de ejercer el poder es utilizar el costado más presidencialista de nuestra Constitución para avanzar con grandes reformas de espalda al Congreso, que requerirían mucha más discusión democrática. 

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Luego, cuando hay leyes promovidas por la oposición, las veta y, gracias a la ayuda del PRO y de los radicales libertarios, llega a un tercio en una de las cámaras para poder defender sus DNUs y realizar sus vetos. Es decir, no es un gobierno autoritario, pero camina por esa línea, utiliza los elementos de mayor concentración de poder de la normativa y los lleva más lejos que cualquier otro presidente democrático de nuestra historia. 

¿Milei sería más antidemocrático si pudiese? ¿Qué tenemos que temer si logra afianzar su Gobierno a partir de un buen resultado de su plan de estabilización económico? 

El periodista Carlos Pagni, analizó al principal estratega del Gobierno, Santiago Caputo, y su proyecto de régimen político. “Santiago Caputo, el hombre en el que Milei delega toda la política, tiene una fantasía y admiración con el imperio romano bastante elaborada. En reducida escala, lo ve como una Argentina imperial donde Milei sería un emperador”, aseguró. 

Por otro lado, es interesante ver la pelea que tiene actualmente con su vicepresidente, Victoria Villarruel, a través de este prisma. El movimiento de Nick Land llama derecha folk, por tradicional, a las fuerzas republicanas, más respetuosas de las instituciones democráticas, y las considera un hermano pobre de lo que debería ser la verdadera derecha. 

Villarruel mostró en reiteradas ocasiones cierto apego a las instituciones, distinto del resto del Gobierno. Un ejemplo de esto fue la resistencia que ejerció ante el entorno de Milei, cuando el peronismo convocó a extraordinarias en el Senado para rechazar el mega DNU 70/23. Karina Milei y el entorno del Presidente le pedían que dilate indefinidamente el llamado a las extraordinarias y la Vicepresidente y presidente del Senado terminó poniendo fecha. 

Además, Villarruel representa valores de la derecha tradicional y no es antiestatista. Efectivamente, provienen de tradiciones distintas. Tal vez, algo de todo esto resuene en la cabeza del Presidente cuando dijo que su Villarruel “está más cerca de la casta” y que “no tiene injerencia en las decisiones del Gobierno”. 

Por otra parte, hay una declaración del Presidente que, mirándola a través de las tesis de este movimiento neo reaccionario y aceleracionista sobre el que se apoya su principal aliado, Donald Trump, son inquietantes. 

En una entrevista durante la campaña presidencial de 2023, Javier Milei se negó a responder si cree en la democracia. “Creo que la democracia tiene muchísimos errores”. “Es importante la pregunta y requiere de una respuesta contundente. ¿Cree o no en el sistema democrático?”, le repreguntó Luciana Geuna. 

Javier Milei se negó a responder si cree en la democracia.

Esta repregunta de la periodista Luciana Geuna es muy importante y, obviamente, salvando las distancias, también me hizo acordar a otra repregunta, histórica, cuando el periodista José Ignacio López le preguntó a Videla sobre los desaparecidos

“Frente al desaparecido, en tanto esté como tal, es una incógnita. Mientras esté desaparecido, no puede tener ningún tratamiento especial. Es una incógnita, es un desaparecido. No está ni muerto ni vivo, está desaparecido”, declaró el presidente de facto.

Solo el tiempo dirá si efectivamente hay un giro autoritario de Milei, esperemos que no lo haya. El tiempo dirá también si la repregunta de Geuna marca un hecho histórico, como la de José Ignacio López. De cualquier manera, es importante rescatar el rol del periodista en ambos casos: la repregunta, un recurso periodístico que escasea tanto en los reportajes que se le hacen al Presidente actualmente. 

Además, en su narrativa Milei dijo que el origen de los problemas argentinos, “el desvío”, como lo dijo de “las ideas de la libertad”, empezó, o casualidad, cuando comenzó el voto secreto, universal y obligatorio con la Ley Saenz Peña. 

En el pasado mítico de Milei, en el que, según él, Argentina era una de las primeras potencias mundiales, no había democracia. Solamente un 10% de la población votaba. El Partido Autonomista Nacional, representante de la oligarquía agroexportadora, ganó las elecciones durante cuarenta años hasta la Ley Sanz Peña. 

Evidentemente, si todas estas ideas excéntricas, como el neo reaccionarismo y el aceleracionismo de derecha, están en boga es porque gran parte de la sociedad en diferentes países se siente defraudada por la democracia. Obviamente es entendible que el aumento de la pobreza en nuestro caso y la falta de perspectivas en la sociedad actual sean frustrantes. 

Pero la democracia terminó con la violencia política, otorgó derechos, amplió enormemente la base de habitantes que pueden educarse e hizo crecer la ciencia, como nunca antes. Lo frustrados que podemos estar con las cosas que están mal de la democracia, no debe hacernos perder de vista todas las conquistas que hubo y los horrores que evitamos si se hubiese seguido en regímenes dictatoriales. 

Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi.

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