El Editorial de Jorge Fontevecchia

Día 331: Orgullo de derecha

La extrema derecha mundial sigue de cerca las elecciones en Estados Unidos ante la posibilidad de que un triunfo de Trump fortalezca su posición global como movimiento. Los vínculos internacionales de la nueva derecha, la cumbre de la CPAC y su batalla ideológica contra el "marxismo cultural".

Discurso de Donald Trump en la CPAC 2018 Foto: AFP

Como ya ocurrió en varias instancias de la historia mundial, las ideas de ultraderecha vuelven al centro de la escena y se instalan como vías factibles de desarrollo para muchos sectores de la sociedad. 

El sábado 2 de noviembre, la multitudinaria Marcha del Orgullo LGTBQ+ escenificó dos Argentinas: la de la movilización, convertida en una fiesta, en la que la autoafirmación de la propia identidad de género, la libertad de vivir la sexualidad como se elija y la diversidad entre las personas es respetada y valorada. Una agenda woke, podríamos decir, con mayor vínculo con el kirchnerismo y la izquierda, aunque representada en casi todo el campo opositor. Y una Argentina orgullosa de ser de derecha, que ese día no se manifestó, pero lo hace a diario. 

Cuando se festejan los despidos en el Estado o se celebran las represiones a las manifestaciones de jubilados, cuando la llamada “batalla cultural” contra la supuesta ideología de género, manifestada en la marcha del sábado, se vuelve política de Estado. 

La comunidad LGBTQ+ popularizó la frase “salir del closet” para referirse a las personas que vivían su sexualidad de manera oculta, por la represión social que implicaba ser gay, lesbiana o trans. 

Es como si también hubiesen salido del closet un sector importante de la sociedad, que a base de resentimientos y frustraciones fue construyendo una agenda anti progresista, anti kirchnerista, anti feminista y de revalorización de la gestión de la última dictadura militar

El Gobierno de Javier Milei, que hoy representa esa Argentina, espera con ansias las elecciones en Estados Unidos que se realizan hoy martes 5 de noviembre y que pueden volver a poner a Donald Trump al frente de la Casa Blanca. 

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Para la gestión libertaria, un triunfo de Trump implicaría un triunfo propio. Sería una demostración de que los valores y la agenda encarnada por su Gobierno es parte de un movimiento mundial que se vuelve mayoritario y avanza contra el progresismo mundial, dejándolo como algo del pasado. 

Además, Milei espera que un triunfo de Trump implique una ayuda económica. Recordemos que el expresidente estadounidense fue clave para que Mauricio Macri reciba el mayor préstamo de la historia del Fondo Monetario Internacional

Uno de los ideólogos de la extrema derecha mundial y su máximo estratega es Steve Bannon, quien fue asesor de Donald Trump y de otros líderes en diferentes países. 

En un fragmento de uno de sus discursos, da cuenta de esta “batalla cultural mundial” de la extrema derecha, y afirma: “Ahora nuestra lucha es internacional, por eso es que tenemos tantas relaciones y vemos el respaldo de la gente, por ejemplo, en Brasil, cómo vemos en Italia, Hungría, cómo lo hacemos con Le Pen en el Frente Nacional en Francia, cómo lo hacemos con Nivel Farage en El Reino Unido, cómo lo hacemos con los conservadores en Japón con el partido de Abe, y como lo hacemos con Modi en la India”.

¿Por qué Trump ayudó a que Macri pudiera obtener ese préstamo? ¿Por qué Milei cree que el candidato repúblicano lo puede ayudar? ¿Cuándo comenzó esta pelea por los valores de la sociedad mundial? 

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Una fecha que podríamos elegir como inicio de esta suerte de internacional derechista es la creación de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC por su sigla en inglés), en 1974. 

El entonces presidente estadounidese, Ronald Reagan, que por entonces todavía no era presidente de los Estados Unidos sino gobernador de California, junto a la Unión Conservadora Estadounidense y los Jóvenes por la Libertad, que hicieron el primer pequeño encuentro de conservadores. Los eventos fueron creciendo, y hoy es un importante encuentro internacional, que reúne dirigentes políticos de primera línea de diferentes países del mundo que disputan el poder político en cada uno de sus lugares, con la agenda que se discute en la CPAC. 

Durante esos años de la creación de la CPAC había una efervescencia de esto que llamamos orgullo de derecha

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Los conceptos “derecha” e “izquierda”

Hay algo en la palabra “derecha” que ayuda a su difusión en tanto categoría política. Generalmente la palabra está asociada a expresiones asociadas a conceptos positivos. La expresión “ir por derecha” significa hacer las cosas correctamente, de manera legal. “Te doy la derecha” es una frase que se refiere a dar la razón. Ser alguien “derecho” es ser alguien honesto y correcto. Es “diestro” como sinónimo de ser capaz. Ordenar es “poner derecho”. 

Por el contrario, “ir por izquierda” es utilizado para referirse a algo ilegal o deshonesto. Y siniestra, que es lo opuesto a diestra, es decir equivalente a izquierdo, es visto como algo malintencionado, maligno, perverso, malvado y pérfido.

El origen de los términos “derecha” e “izquierda” nos remite a la Revolución Francesa, respecto a cómo se sentaban los asambleístas. Los conservadores se sentaban, normalmente, en el ala derecha, mientras que el sector más revolucionario lo hacía del lado izquierdo.

La internacional de la derecha

Desde la creación de la CPAC, hay cada vez más solidaridad y trabajo en común entre los distintos partidos de la derecha mundial

Por ejemplo, un funcionario de Hungría dijo, durante una entrevista de radio en un programa de Paraguay que la lucha de la derecha contra el “marxismo y el progresismo” es una lucha mundial. Además, propuso crear una “alianza internacional de las fuerzas patrióticas que profesan estos mismos valores contra el marxismo”. Luego, el presidente del Congreso Paraguayo, del partido Colorado, viajó hacia Hungría a dar una conferencia. Estos lazos internacionales de la extrema derecha se desarrollan a lo largo y ancho del mundo. 

Ronald Reagan, en una de las conferencias de la CPAC, daba cuenta de los avance de los republicanos y las ideas conservadoras en Estados Unidos. Reagan fue la piedra fundamental de este regreso de la derecha. Antes que él fuera presidente, pasaron casi tres décadas sin presidentes republicanos.

“En 1980, por primera vez en 28 años se elige un Senado repúblicano y también puedo decir que un presidente conservador. En 1984, la administración conservadora es reelegida en una barrida de 49 estados”, afirmaba en su discurso. 

Ronald Reagan era, previo a volcarse a la política, un actor de segunda línea de Hollywood. Fue gobernador del estado de California dos veces, que es, junto con Texas, uno de los dos estados con mayor cantidad de habitantes y más definitivos para las elecciones presidenciales.

En diciembre se celebrará, por primera vez, una cumbra de la CPAC en Argentina.

Donald Trump es la estrella en la CPAC desde el 2019. Durante su discurso en la última convención halagó a Santiago Abascal, líder de Vox,  la formación española de extrema derecha. “Han progresado mucho”, dijo el ex presidente norteamericano. Por su parte, Santiago Abascal le agradeció al magnate “por seguir peleando por hacer a América grande otra vez”. 

Con el avance de la extrema derecha en el mundo, surgieron conferencias regionales de la CPAC en distintos países. Hubo CPAC en Brasil en 2022, en la que Jair Bolsonaro fue el principal orador; hubo CPAC en Hungría tras el triunfo de Victor Orban; y habrá CPAC en Argentina el 4 de diciembre, en el Hotel Hilton, a la que Milei espera que Trump pueda venir a Buenos Aires, con el título de presidente electo, o al menos haga un saludo por videoconferencia. 

“No nos vamos a rendir en volver a hacer a Argentina grande nuevamente”, sostuvo el presidente argentino durante su discurso en la última CPAC.

La internacional comunista dejó de existir cuando fue cooptada por el estalinismo y los regímenes que construyó agobiaban a los habitantes de los países que vivían en el llamado “socialismo real”. Las ansias de democracia, libertad y el hartazgo de vivir en sociedades en las que la vida diaria era digitada por el Estado, en combinación con los problemas económicos, terminaron derribando estos regímenes que dejaron de ser una alternativa posible de sociedad. 

Esta internacional derechista tiene cierto desdén por la democracia y busca generar liderazgos autoritarios. La defensa de los valores democráticos, de la libertad de crítica y de disenso, pueden y deben ser una trinchera de defensa de las sociedades mundiales contra el avance de la extrema derecha. Tenemos que estar orgullosos, pero de ser democráticos.

FM