El editorial de Jorge Fontevecchia

Día 320: Sin acceso a la información no hay libertad

Las críticas e investigaciones de la prensa son una herramienta de la democracia para que los individuos de una sociedad puedan acceder a la información y entiendan lo que realmente sucede. El periodismo busca entender, descubrir y comunicar la verdad. Es incómodo al poder y por esto los gobiernos no lo quieren, como Javier Milei y su intento constante de silenciar a la prensa.

Javier Milei volvió a aplicar la motosierra contra los medios. Foto: CEDOC

“El periodismo es quien debe garantizar que la sociedad tenga acceso a la información para que pueda decidir sobre los asuntos privados y públicos basados en el conocimiento y no en emociones. El Presidente, que se plantea como un defensor de la libertad, parece muy raro en su posición porque, ¿qué libertad se puede tener sin acceso a la información?”, analizó Jorge Fontevecchia en el editorial de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190) del viernes 25 de octubre de 2024. 

El gobierno de Javier Milei realizó una nueva embestida contra la prensa. Se eliminó la obligación de incluir a todos los canales de noticias en la grilla de TV por cable y satelital, lo que ampliaba la oferta periodística desde diferentes enfoques y garantizaba el acceso a la información mirada desde muchas ópticas posibles. Esto se suma a la eliminación de la publicidad pública nacional, que existe en todos los países del mundo para campañas de salud pública, anuncios tributarios o información pública. Además, se sumaron los insultos y ataques personales y la vuelta al cobro del IVA a diario, revistas y suscripciones digitales, y el acercamiento solo a periodistas indulgentes. En este sentido, vamos a hacer un repaso por todo el mundo y a analizar el intento de Milei de silenciar a la prensa.

La relación entre periodismo y el poder político fue difícil desde el principio. Se le atribuye al emperador romano Julio César la creación del primer diario en el año 59 antes de Cristo. Se llamaba Acta Diurna y consistía en unos tablones colocados en diferentes lugares públicos como el Foro de Roma, con noticias sobre decisiones del Senado y medidas del gobierno. 

Julio César había entendido que la importancia de la opinión pública requería una acción del Estado y quería combatir los rumores populares con información oficial. Además de estos anuncios, Julio César había hecho incluir cotilleos sociales, mensajes humorísticos y avisos sociales como nacimientos, muertes y matrimonios. Vale mencionar que le apareció una contraprensa, los llamados pasquinos eran unas tablas que se colocaban fuera de los muros con noticias críticas al poder de turno. 

Muchos años después, desde que Napoleón Bonaparte volvió de su exilio en Elba, utilizó al diario parisino Le Monsieur como instrumento de su narrativa para su vuelta al poder. En este sentido, escribió lo siguiente: "La libertad de prensa debe estar en manos del gobierno, la prensa debe ser un poderoso auxiliar para hacer llegar a todos los rincones del Imperio las sanas doctrinas y los buenos principios. Abandonarla a sí misma es dormirse junto al peligro". 

El Gobierno eliminó las excenciones del IVA a diarios, revistas y publicaciones digitales 

Nuestro país ha tenido múltiples ejemplos de la prensa enfrentando al poder o siendo utilizada por éste para sus propios fines. Durante el último gobierno de Juan Domingo Perón en 1974, Ana Guzzetti del diario El Mundo le preguntó por los grupos parapoliciales más conocidos como la Triple A y, luego de mostrarse visiblemente enojado, Perón le tomó el nombre, le hizo una denuncia penal y El Mundo fue cerrado. Días después la periodista fue víctima de un intento de secuestro. Este era el Perón herbívoro, el de los momentos de ocaso al fin de su vida. El Perón joven de los años 40 y 50 directamente clausuró la prensa, les sacó la propiedad a sus dueños y se la pasó a la CGT, la expropió. 

Durante la dictadura militar fue clave el papel del diario para los habitantes angloparlantes que tenía nuestro país, el Buenos Aires Herald iba informando algo que no podían informar los diarios que estaban escritos en español. En esta publicación se empezaron a denunciar los secuestros, torturas y las desapariciones que llevaba adelante el gobierno militar. 

Pocos son los gobiernos que toleran las críticas e investigaciones de la prensa como lo que son: una herramienta de la democracia para que los individuos de una sociedad puedan acceder a la información y entiendan lo que sucede para poder tomar sus propias decisiones. O tengan una versión diferente de lo que cree el gobierno que está sucediendo, porque nunca sucede todo al mismo tiempo o una sola cosa. Siempre suceden distintas cosas y desde distintas perspectivas se ven sucesos diferentes, se pone foco en diferentes sucesos que suceden simultáneamente. 

El Sarmiento, Filo y los cipayos apropiándose de lo ajeno 

El gobierno de Javier Milei, como el de tantos otros, empezó atacando al periodismo desde que asumió. Primero con insultos, luego eliminando la publicidad pública y acercándose solo a periodistas que no le hacen repreguntas y lo tratan indulgentemente y ahora tratando de ahogar a los medios desde las otras vías de financiamiento. Al comienzo de esta semana contamos el impacto para la prensa independiente de la medida de Javier Milei de volver a cobrar el IVA a diarios, revistas y a las suscripciones para portales digitales. 

Ahora el Gobierno eliminó la obligación que tenían todos los prestadores de televisión de incluir a todos los canales de noticias en su grilla. De esta manera, independientemente de la empresa televisiva que una familia contrataba, tenía los diferentes canales noticias con sus diferentes enfoques y podía informarse desde varios puntos de vista. Ahora los prestadores de televisión pueden incluir el canal de noticias que quieran o no incluir ninguno.  

Como veníamos diciendo, este tipo de tendencias a intentar callar a la prensa es un clásico del poder político. Sin embargo, hay corrientes ideológicas que tienen un particular encono con el periodismo. La nueva extrema derecha mundial tiene, a través del concepto de batalla cultural, una particular cruzada contra el periodismo independiente. 

La medida de Milei sería más o menos como ubicarse en la época en la que solo existía prensa de papel y que, con este sentido, los kioscos de diarios decidieran vender solamente algún tipo particular de diarios. De hecho, el sistema siempre se basó en que tenía que ser absolutamente neutral y en que se debían distribuir todas las publicaciones.

El Gobierno eliminó la obligación de incluir canales informativos en la televisión de cable 

Quien reflexionó sobre la relación entre el periodismo y los gobiernos autoritarios es el mítico editor del Washington Post, Martin Baron, quien dio una entrevista a Infobae cuando estuvo la semana pasada para le reunión anual de la Sociedad Interamericana de Prensa y comparó a Milei con Trump en su relación con la prensa. “Trump y Milei critican todo el tiempo a la prensa con la idea de socavar su papel en una democracia”, afirmó Baron, previamente editor del Boston Globe, el famoso diario que ganó el Pulitzer por denunciar la actitud de parte de la iglesia de Boston en situaciones de violencia sexual. 

Baron compara a Milei y a Trump marcando muy bien la diferencia de que desde el punto de vista económico son exactamente lo opuesto, pero que desde el punto de vista metodológico son exactamente iguales, lo que demuestra que la importancia mayor del éxito de una persona como Milei no reside y no fueron votados por sus ideas económicas, sino por sus formas, lo que tanto irrita a gente que no lo votó. 

Martin Baron: “Los periodistas no deben ser ni taquígrafos ni activistas” 

Un ejemplo de la mirada de Trump contra la prensa es cuando en 2017, en una rueda de prensa en la Casa Blanca, después de casi un mes en la presidencia, le declaró la guerra a la prensa, a quien culpó de todos sus escándalos y de manipular. Además, acusó a los medios de estar fuera de control y de ser deshonestos. 

Por su parte, Javier Milei el domingo 20 de octubre se quejó de que los medios no le hayan pedido perdón por dichos contra él: "Nunca he visto pedir perdón a aquellos inmorales que dijeron que yo me acuesto con mi hermana o que me acuesto con mis perros". Y se mostró en contra de que los canales inviten gente que “habla pestes” de su persona: “no me busques porque me vas a encontrar”, amenazó el Presidente al periodista. En relación a esto, me gustaría encontrar qué medios fueron los que publicaron que Milei se acostaba con su hermana o con sus perros.

En la misma entrevista con TN, otro momento de la epifanía incontrolable de Milei fue cuando fue contra un periodista del medio: "El señor Marcelo Bonelli mintió descaradamente sobre el motivo del alejamiento de Mario Russo".

La hija de Bonelli le respondió a los trolls de Milei que la acusaron de mantener un "curro con la casta" 

El otro dirigente de peso de la extrema derecha de Sudamérica, Jair Bolsonaro, también tiene este rasgo. Por ejemplo, en el año 2020, declaró que iba a poner a los periodistas brasileños bajo cuidados del medio ambiente, “porque son una especie en extinción”. 

En Europa, el mandatario de extrema derecha Viktor Orbán, de Hungría, que vino casualmente a la asunción de Milei, fue más allá en esta cruzada contra la prensa. El pasado 5 de octubre, en Hungría se realizó una manifestación de la oposición húngara por la libertad de prensa, contra lo que consideran una red de propaganda operada por el gobierno. La protesta fue organizada por Péter Magyar, la figura más prominente de la oposición húngara, que intentó leer en antena los puntos para la reforma de los medios de comunicación de su partido, pero fue desalojado. Los observadores húngaros e internacionales llevan tiempo advirtiendo que la libertad de prensa en el país está amenazada. Según ellos, el partido del primer ministro, Viktor Orbán, se ha servido de la compra de medios de comunicación por magnates relacionados con el gobierno para construir un imperio mediático progubernamental.

Sin embargo, el autoritarismo no es un atributo de la extrema derecha únicamente. En este sentido, existe un fragmento de un informe periodístico en el que explican cómo Hugo Chávez en el 2010 actuaba contra la prensa, cuando anunció medidas contra los medios de comunicación que incluían el retiro de la concesión a 240 emisoras de radio, regular la televisión por cable y la aprobación de leyes que buscaban ampliar las sanciones en contra de los medios: “A quien no le guste, tiene una alternativa grande: que le entregue ese negocio a otro”. Lo que Chávez quería hacer era lo mismo que Napoleón con su diario Le Monsieur, que sería la voz oficial. 

El discípulo de Chávez, Nicolás Maduro es particularmente brutal contra la prensa. Sin embargo, pocas veces se puede analizar tan de cerca su forma de entender el poder, como la entrevista de Univisión Noticia, cuando Maduro, en el año 2019, acusó al entrevistador de no ser periodista: “eres un opositor de derecha que vive en Estados Unidos”.

La desinformación, el Kremlin y el voto latino 

Por otro lado, en Nicaragua, un gobierno que nació de una revolución antiimperialista, Daniel Ortega, uno de sus comandantes, se convirtió con el tiempo en un presidente autócrata y es particularmente brutal con la prensa. El deterioro de la libertad de prensa llevó a El Faro a mudar su sede legal y administrativa a Costa Rica, aunque la redacción continuó operando en El Salvador. Además, Costa Rica también ha dado refugio a varios periodistas nicaragüenses y guatemaltecos que sufren las presiones de sus gobiernos. 

La ONU denunció el cierre de 26 medios en Nicaragua por parte del gobierno de Daniel Ortega en 2022, así como el destierro de 80 comunicadores. En Guatemala, distintas organizaciones, advierten que la prensa es vista como una amenaza. 

En Nicaragua se encuentra el Diario La Prensa, el diario de Nicolás y Violeta Chamorro. Al marido de Violeta lo asesinó la dictadura y Violeta sufrió, además, la pérdida absoluta del control de su publicación. 

Hoy, Nicaragua es una dictadura tan autoritaria como lo fue la que vino a derrocar. Es un gobierno ideológicamente antagónico al de Bukele, el presidente de El Salvador, que lo podríamos colocar en una extrema derecha más similar a la de nuestro presidente Javier Milei. Sin embargo, la crítica al periodismo es exactamente igual, en este sentido, hay un fragmento de Bukele dando un discurso contra un periodista español que hizo denuncias sobre la violación a los derechos humanos en este país: “¿Por qué va a venir un periodista español a decirnos lo que tenemos que hacer?”

Santiago Caputo, Robespierre y la motosierra afilada de Javier Milei 

Volvemos a la Argentina: El kirchnerismo tuvo y tiene una relación muy difícil con la prensa. En el 24 de marzo del 2011, el entonces gobierno de Cristina Kirchner puso fotos de periodistas, entre las cuales se incluía al actual presidente de la Academia Nacional de Periodismo, Joaquín Morales Solá, y entre otros a mí, e invitaba a las personas, en particular a los nenes chiquitos que iban con sus familias a escupirlas. 

Junto con esa escena de una violencia simbólica imposible de defender, la imagen del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich rompiendo un ejemplar del Clarín, son de las imágenes que se quedaron en la memoria de muchos periodistas. En el año 2015, Capitanich apuntó contra el diario mientras lo rompía: “Es importante que el pueblo argentino sepa quién le miente”.

La palabra 

El periodismo servil al poder no es periodismo, es propaganda política. El periodismo por definición debe ser incómodo al poder. El Día del Periodista tomamos el slogan de que “el periodismo es algo que alguien no quiere que se publique”, no porque tenga que oponerse a todo, si no porque tiene que esforzarse en buscar las distintas perspectivas que tiene un hecho, lo que construye la idea consensual de la verdad, algo que en política es parte de una lucha, algo que se disputa o construye. 

Para el periodismo, la verdad es algo que queremos entender, descubrir y comunicar. El término describir es porque muchas veces, aquello que es aparente, es una forma de encubrir otra parte de la verdad. 

El periodismo es quien debe garantizar que la sociedad tenga acceso a la información para que pueda decidir sobre los asuntos privados y públicos basados en el conocimiento y no en emociones. El Presidente, que se plantea como un defensor de la libertad, parece muy raro en su posición porque ¿qué libertad se puede tener sin acceso a la información? Como se ve, esto es un problema recurrente a lo largo de la historia. Verbitsky escribió un libro que se llama “Un mundo sin periodistas”, que más allá de la opinión que cada uno tenga de él, lo que queda claro es que todos los gobiernos quieren un mundo sin periodistas. 

Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi.

VFT