Dante Camaño: “Entre Milei y la izquierda K, voté a Milei”
El secretario general del sindicato gastronómico porteño se refirió al paro convocado por la CGT para el 10 de abril y consideró que la medida es totalmente negativa. "No se puede ser tan ligero para declarar paros", dijo en Modo Fontevecchia.

El secretario general del sindicato gastronómico en la Ciudad de Buenos Aires, Dante Camaño, se refirió a la situación de los sindicatos y consideró que se debe implementar una reforma laboral. “¿Por qué no cambiamos una legislación ridícula que hace que al pobre tipo que tiene cuatro obreros, le apliquemos la misma ley que a Toyota y a Coca-Cola?”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Dante Camaño es Secretario General de la Unión de Trabajadores de Turismo, Hotelerías y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), Seccional Capital. Además es Presidente de la Fundación Teatro Colón, y participa de la organización del Festival Internacional de Piano Chopiniano. Como su apellido manifiesta, es hermano de Graciela Camaño, la diputada nacional e histórica dirigente peronista. Camaño es un sindicalista rara avis, está alejado de la conducción de la CGT y de la conducción nacional del gremio gastronómico.
¿Cuál es su postura respecto al paro general convocado por la CGT el próximo 10 de abril? Y, en general, sobre la relación de la CGT con el gobierno.
La jornada es totalmente negativa. Creo que la pasamos muy mal hace muchos años, y no se resuelven así, con tanta ligereza, estos paros que encima están muy mezclados con la política. Acá no estamos hablando únicamente de la CGT, estamos hablando de grupos políticos, de grupos que son sindicales. Desnaturalizamos las cosas. Y yo no estoy de acuerdo para nada, porque justamente lo que más necesitamos en este momento es trabajar.
Aparte, nadie quiere hablar en serio, con estadística, con verdad, porque no es políticamente correcto, no le rendirá votos. La verdad es que los gremios somos muy asimétricos, lo hemos sido siempre. Siempre ha habido peleas, siempre ha habido sectores que piensan diferente. No es lo mismo para nosotros un día de trabajo en un gremio como el nuestro, absolutamente privado, que no depende del Estado ni recibe subsidios, donde solamente cuenta el esfuerzo individual. No se puede ser tan ligero para declarar paros.
El señor que hoy no me va a tomar el café porque el negocio está cerrado, mañana me va a pedir dos cafés. El que iba a comer un bife a caballo, mañana no come dos. El que iba a ocupar una habitación, mañana no ocupa dos. Eso es una locura. Hay cosas que se pierden definitivamente.
Es el caso de ustedes, los periodistas, de la televisión, de esto que estamos haciendo ahora. El tiempo que nos ocupa es tiempo perdido. Entonces, los que tienen un pensamiento más antiguo, decimonónico, están fijándose en eso en vez de buscar otras soluciones.
Y no nos están entendiendo. No estoy de acuerdo para nada con las cosas que se han dicho. La movilización por el problema previsional, ahí está diciendo la verdad. Este sistema previsional está podrido, está absolutamente perdido, quebrado, es obsoleto.
Esto fue hecho hace más de cien años, con otras ideas, cuando usted tenía cinco o seis trabajadores activos por cada jubilado. En este momento, no llega a haber un activo por cada jubilado. Hasta el presidente se equivocó el otro día, y debería estar mejor informado.
Los periodistas, ni hablemos de los dirigentes fiscales o los empresarios, porque la ignorancia y la corrupción reinan en este país. Hablaban de siete millones doscientos mil jubilados. No hay. Hay más de nueve. ¿Saben por qué? Porque se olvidaron de los regímenes especiales y de los provinciales.
Y esos sistemas fueron hechos cuando el ser humano vivía menos. Entonces, ahora se encuentran con que tenemos muchos menos aportantes. Es absolutamente inviable, porque sin aportantes no hay dinero para repartir.
Los sistemas de reparto desaparecieron en el mundo. La Unión Europea ya conminó a España, que es uno de los últimos que los tiene, a que los elimine rápidamente y busque otra solución para los jubilados. Y si a esto le sumamos la vergüenza de la corrupción…
Tenemos diputados que ganan espléndidas jubilaciones y solamente fueron dos o tres días diputados, o ministros, o directores. Es vergonzoso. Y gente que trabajó 35 o 40 años estoicamente, que fue productiva, gana unas jubilaciones miserables. Bueno, todo eso no lo está diciendo el movimiento obrero. Está privilegiando versos antiguos, cosas de laa década del 70...
Ayer, sin ir más lejos, tuvimos una marcha, y voy a hacer una reflexión: por las aberraciones que pasaron en el 76, por las brutalidades que no debían haber pasado. Como tampoco tenía que haber pasado el terrorismo de los guerrilleros ni del ERP ni de Montoneros. Se politizó todo en manos y en boca de gente totalmente incapaz de determinar la verdadera problemática del país. Usted mismo lo dijo: este es un año electoral. Me da vergüenza ajena ver cómo están todos enzarzados en la pelea miserable por los votos y qué pocos son los que están trabajando realmente en la solución de los problemas, como este de los jubilados, como el nuestro.
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Usted mencionaba recién el tema de los jubilados y las marchas que hubo los dos miércoles anteriores, que tomaron más relevancia y continuaron la marcha que venían haciendo todos los miércoles desde hace mucho tiempo. Y la ministra Bullrich acusó a su excuñado, Luis Barrionuevo, de ser uno de los que habían fomentado los disturbios hace dos miércoles. ¿Le parece verosímil esa acusación de Bullrich?
Eso, específicamente, no lo sé. Pero, a ver, a Barrionuevo se lo puede acusar de tantas cosas... Es un personaje muy divertido. Lamentablemente, con los años y con la mala compañía que lo está llevando, todas las medidas que toma son muy graves. Es más, respecto al propio gremio, eso es lo que queremos cambiar.
Mire, yo tengo una anécdota con usted. Una vez estuve con su papá, o creo que era su tío, pescando en Paso de la Patria.
Sí, claro. En la revista Weekend. Mi papá era pescador y hay una revista que se llama Weekend, que es de pesca.
Sí, hemos sacado una foto muy linda a un dorado muy grande. Y ahí estábamos hablando, mire, cómo voy a cambiar el tema. Porque en ese momento eran los albores de la vida política de Menem. Menem había ganado en el 89. Yo fui diputado en esa época y teníamos prevista una reforma laboral, estoy hablando del año 90, hace 35 años.
Y era más profunda que esta, y nadie habla porque no interesa, porque quieren sostener un statu quo donde pueda seguir la corrupción. Mire, la otra vez escuché a unos políticos que decían que la corrupción de este país era una epidemia, que era endémica. Sí, pero le digo una cosa, don Jorge: es sistémica la corrupción acá... Los sistemas están mal hechos. Los sistemas se hacen para la corrupción. Tenemos problemas de todo tipo.
Y tenemos la reforma sindical y laboral. El gobierno se equivoca y dice "laboral" siempre, pero una cosa es la reforma laboral, que son los derechos de los obreros con respecto a sus patronos, que tienen otros andariveles, y otra cosa son los derechos sindicales.
Eso hace que muchos vivos, porque también tenemos, como hay corruptos en el empresariado, en todos los sectores, en el gobierno, en los partidos políticos, también los tenemos en los sindicalistas, desgraciadamente, se hagan los tontos y quieran mezclar lo laboral con lo sindical. No. Una cosa es lo laboral, que es lo que afecta directamente al obrero, y otra cosa lo sindical, que ahí afecta a los dirigentes sindicales. Y yo tengo muy clarita la cosa: no se puede ser empresario y dirigente sindical. O sos empresario, o sos dirigente sindical.
Déjeme preguntarle por el termómetro que usted tiene en la Ciudad de Buenos Aires respecto de la caída en el consumo. Usted tiene allí una especie de túnel de viento perfecto en la ciudad. ¿Cuál es la situación? ¿Hubo una recuperación? ¿Cómo está viendo el verdadero termómetro que va a significar después el resultado de las elecciones?
¡Qué suerte que me ha llamado! Mire, tenía tantas ganas de explicarlo. Y ojalá que eso se difunda. Por favor, escúchenme: se están entendiendo mal las cosas. Primero, tradicionalmente, en épocas de crisis, lo primero que baja es el consumo gastronómico. ¿Qué hace usted cuando le falta plata? ¿Qué hace cuando hay inflación, cuando hay problemas? Deja de salir. Por lo tanto, perdemos trabajo, perdemos recaudación. Pero, aparte de ese tema, está la inflación y está el repunte. Así como es lo primero que cae la recaudación en gastronomía cuando hay crisis, cuando la cosa empieza a mejorar, también es lo primero que mejora. Cuando la gente empieza a estar bien, se empieza a estabilizar la moneda, empieza a tener un pesito, empieza a salir. Ya nos ha pasado muchas veces.
Y otra cosa que se combina con esto es que necesitamos políticas más acertadas, menos demagógicas, menos populistas, respecto a todo el país. Primero, si no tenemos conectividad, no nos sirve de nada trabajar. Los turistas no pueden venir nadando. Necesitamos vuelos, necesitamos mejoras en los aeropuertos, necesitamos que la gente pueda venir.
Y segundo, tenemos que entender algo... Mire, señor Fontevecchia, usted sabe muchas cosas y es un hombre formado, pero le voy a dar un dato que posiblemente no conozca, y mucha gente muy capaz, inteligente y formada, no lo conoce. ¿Sabe cuántos negocios hay en la Ciudad de Buenos Aires? Gastronómicos, turísticos, hoteleros...
No.
Más o menos, 12.500 o 13.000. De los cuales, 2.500 o 3.000 están en negro, clandestinos y demás. ¿Sabe cuántos tiene la poderosísima Madrid, que es centro del turismo mundial, con más de 557 millones de visitantes extranjeros, cuando nosotros no llegamos ni a 3.000? ¡Menos de 8.000! Estamos sobre ofertados.
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Es lo mismo que nos pasa con las verdulerías. No sé en qué barrio vivirá usted, yo vivo en el barrio donde nací, a diez cuadras de donde nací, y en mi barrio hay tres verdulerías por cuadra. En consecuencia, ¿qué tenemos? Verdura mala y cara. No puede haber sobreoferta, tiene que haber un mejor control y un control sobre el consumo. A veces estamos hablando de cuánto vendemos o qué capacidades tenemos, y tenemos que saber también qué clientes tenemos.
Perdone que lo interrumpa, o sea, lo que usted está diciendo es que el encarecimiento de la Argentina en dólares obviamente bajó la cantidad de turistas y eso afecta su actividad de manera importante. Hoteles y no solamente cafeterías.
Sí, y encima le digo otra cosa: el tema de que no se está encarando una política a largo plazo, porque acá se piensa por dos años, para las elecciones. Hay que generar una política para las próximas décadas, porque la inteligencia artificial, el cambio brutal de tecnología, nos va a obligar a eso. Y nosotros tenemos que traer a los turistas; no vienen nadando a la Argentina, no van a pasar nadando al Pacífico o al Océano Atlántico. Hay que traerlos en vuelos, y no tenemos en este momento esa capacidad.
Eso por un lado. Y por otro lado, es una cosa curiosa lo que nos pasa. Porque es Buenos Aires, porque es Argentina. ¿Sabe lo único que no falló? El turismo de tango. Eso más o menos anduvo, porque las milongas estuvieron funcionando esta semana. Pero esta semana ya termina, ya se van los últimos turistas, y bueno, vamos a pasar un período bastante difícil. Habrá que trabajar.
Elizabeth Pejer (EP): Quería consultarle puntualmente por la situación particular que atraviesa el Sindicato de Gastronómicos de la Ciudad de Buenos Aires y esta larga disputa que usted mantiene con Barrionuevo por la conducción del gremio. La semana pasada hubo un fallo judicial que los beneficia a ustedes, pero ¿qué va a pasar, sobre todo teniendo en cuenta que hasta ahora había una especie de intervención de Barrionuevo en la seccional porteña? Y eso implicaba que manejaba también las cuentas del gremio local.
Estuvo manejándolas ilegalmente, inmoralmente, que es peor. Es peor. Pero nunca estuvo en posesión de la seccional. Me mandó 27 intervenciones, pero yo no me di por enterado porque tengo a los afiliados que me sostienen, a mi comisión.
Nosotros seguimos llevando los servicios, sosteniendo los cámpings, los gimnasios, la escuela de arte, la escuela de teatro, la escuela de pintura, sosteniendo todas nuestras actividades: el Instituto de Formación Técnica Superior 23, el Hotel Manzana de las Luces, el Hotel Abasto Plaza, la Gran Milonga Nacional, todos los eventos, la fiesta más grande del mundo que hacemos en La Rural, la fiesta del Gastronómico. Trabajando con gran sacrificio y con gran esfuerzo.
Y ahora la Justicia tendrá que decidir, porque ahora viene la parte fea y lastimosa a la que nunca hubiera querido llegar. Tenemos que pedir la intervención, tenemos que pedir una auditoría y que el señor Barrionuevo y quienes están con él le digan a los afiliados gastronómicos qué pasó con ese dinero que durante esos años estuvieron teniendo. Estamos hablando de miles de millones que no tienen justificación. Así que esperaremos.
Mire, yo sé que estamos todos sospechosos, todas las clases sociales: ustedes, los periodistas, nosotros, los sindicalistas, ni hablemos de los empresarios y los políticos, por favor. Pero la justicia también. Yo confío en la justicia en muchas cosas, pero yo no soy un hombre influyente ni poderoso, ni tengo grandes amigos, ni puse un peso. Y trabajando con los abogados, que tampoco se crea que en el sindicato hay ilustres jurisconsultos. Son abogados del trabajo, son abogados, mucho esfuerzo le ha costado a los muchachos y con eso salimos adelante. Y estamos obteniendo estos resultados. Así que tengo fe. Me falta la decisión definitiva, que es la de la Corte, y después la decisión más importante, que es la de los afiliados.
El problema no es tanto que los dirigentes se queden muchos años, porque si es bueno el tipo, ¿por qué no se va a quedar? El problema es que el sistema de elecciones es corrupto y permite todos los fraudes. Lo que hay que cambiar es el sistema de elecciones y después que los afiliados elijan lo que quieran. Si en vez de tener un sistema corrupto, con padrones robados, con padrones inflados para recibir subsidios y para hacer varios manejos sucios, usted se maneja con el padrón de la recaudación de la AFIP, que dice exactamente quién pagó la cuota sindical, y con el delito del afiliado, para que no pueda haber ninguna trampa. Ahí tiene elecciones perfectas, y que elijan a quien quieran.
Yo tengo un amigo que hace como 30 y pico de años que es intendente de un pueblito, un pedazo de pan el tipo, lo quiere todo el mundo, vive solo, se divorció y la gente del pueblo, del barrio, le llevan la comida. Esas cosas que pasan en los pueblos. Y después yo me mato de risa y digo: "¿Y quién le va a decir a este que no sea intendente? Ya parece que hasta ropa de intendente tiene."
A veces tenemos que pensar que el país es asimétrico. Muchas veces lo pensamos como si fuéramos todos Buenos Aires. ¿Cómo me van a pensar el país? ¿Sabés cuánto tengo yo? Mis patrones, 75% son ex obreros, son bolichitos rasposos, chiquititos. El tipo, muchas veces, tiene que laburar 10, 12, 14 horas, y a veces sufre como los obreros. Entonces resulta que me hablan de grandes cambios. ¿Por qué no cambiamos una legislación ridícula que hace que al pobre tipo este, al Gallego Manolo, que tiene cuatro obreros, le apliquemos la misma ley que a Toyota y a Coca-Cola? Ese es el cambio.
Dante, déjeme hacer una pregunta más, se acaba el programa. Déjeme hacerle una pregunta de orden más personal. Usted es… Yo dije sui generis al principio, es un caso bien particular. O sea, preside la Fundación del Teatro Colón, participa en el festival en homenaje a Chopin, al mismo tiempo es el número uno de un sindicato en la ciudad de Buenos Aires. Usted no es de aquí, igual que su hermana. ¿A qué atribuye usted todas las singularidades que tiene y que lo diferencian tanto de sus colegas cumpliendo la misma función del sindicalismo?
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¿Cómo que no soy de aquí? ¿Cómo? ¿Por qué me dice que no soy de aquí?
Bueno, tenía la sensación de que no era de la ciudad de Buenos Aires. Quizás estoy equivocado.
No, yo nací en Caseros y La Rioja.
Ajá, o sea, bien porteño.
Vivo en México y Solís, laburo en Salto y San Juan. Parezco un perrito atado con una cadena. Esto es todo cerquita, en 20 cuadras.
Pero déjeme quedarme con todo lo otro. ¿Lo hace reflexionar a usted su diferencia con el resto de los sindicalistas, sus preocupaciones culturales, su afición musical, su pensamiento político distinto? Usted calificó incluso al kirchnerismo como que no era peronista, apoyó a Patricia Bullrich, y antes había apoyado a Horacio Rodríguez Larreta. ¿Qué visión tiene usted mismo de la diferencia que tiene con los demás? ¿Cómo se piensa?
Tengo ética. Posiblemente no pueda triunfar en nada, posiblemente muera como un fracasado, pero tengo ética. Yo soy peronista, peronista de la escuela, en serio, de la escuela de que hay una sola clase de hombres, las que trabajan, que cada cual tiene que producir lo que consume. Y como tal, como Perón, que la ignorante que no sabe nada de historia, ni siquiera recuerdan, Perón nunca fue solo, Perón, siempre fue en un frente.
Y yo estuve en el frente de Juntos por el Cambio, apoyando a Juntos por el Cambio. En la interna apoyé a Horacio Rodríguez Larreta, Rodríguez Larreta perdió, ganó Patricia Bullrich, y después la apoyé a Bullrich. Fiel al apotegma, fiel a aquel dicho peronista tan potente: "El que gana, conduce; el que pierde, apoya". Y cuando perdió Patricia Bullrich, quedaron por un lado la izquierda acá, que está parapetada detrás del verdadero peronismo, y Milei, lo voté a Milei.
Y le digo una cosa: yo nací en el '50. Y me dice que tiene algunas peculiaridades. Puede ser, soy hijo de campesinos. Mi mamá era una campesina gallega y mi papá, un campesino chaqueño. Y yo tengo algunos dichos y alguna forma. Me gusta.
¿Su hermana no nació en el Chaco? Yo tenía la confusión, la asociábamos con su hermana.
Sí, pero estuvo solamente muy poquito tiempo allá.
Ah, okay, ahí venía nuestra confusión.
Bueno, yo no he tenido la suerte que tuvo usted. O suerte o no, cada cual tiene lo que tiene. Mi papá no era rico, era pobre, laburante, y en ese momento se fue a poner una fábrica de escobas en el Chaco. No le fue bien con la fábrica de escobas y vino para acá y se puso una parrillita. ¿Quién iba a la parrillita a laburar a los seis años? Yo. Porque eran otras costumbres.
Nosotros íbamos a trabajar a los seis, siete años para ayudar a nuestros padres, era normal. Hoy, no sé, van a aparecer los derechos humanos, no sé quién me va a decir que soy un criminal si pongo un hijo mío a trabajar a los seis o siete años. Pero en ese tiempo se hacía.
Entonces, de ahí viene el tema mío con el gremio. Porque en las grandes fábricas, en las grandes explotaciones económicas y especialidades es una cosa. Pero nosotros no, nosotros somos pequeñitos. Un tipo que quiere laburar en un boliche tiene que saber hacer todo: lavacopa, baldear, limpiar, pintar, arreglar la heladera, hacer el café, controlar la caja, cocinar, hacer un bife, saber si los huevos están buenos, están malos, a quién comprarle la verdura.
Es otro mundo el nuestro. El tipo que labura en la Ford no va a ser nunca igual que un trabajador nuestro, un gastronómico. Él no va a saber nunca quién es el dueño de la Ford, en cambio yo sé quién es el tipo que está conmigo. Si labura conmigo, está al lado mío, le conozco los vicios a mi patrón, sé si toma, si no toma, si tiene alguna caída o si sale de noche donde no corresponde. Es otra historia la nuestra. Por eso pienso que hablar de esta reforma, estúpidamente, sin saber, sin conocer la idiosincrasia, sin conocer la gente, no sirve para nada.
Usted, imagínese con las reglamentaciones que tenemos, encima en este país. Mire, usted es un tipo formado, muy formado, y nació con un hogar con plata, tuvo una buena formación. Y usted, con toda su capacidad, puede saber cómo va a liquidar a fin de mes, porque encima, hace años que venimos… todos los meses, los años, nos cambian las leyes, los tributos, los arreglos, la teoría contable. Ahora venimos con los pendrives, los quilombos.
Nadie te atiende, los viejos estamos muertos porque nadie nos atiende. Tenemos que hacer todo por internet. ¿Usted se lo imagina a Periquito de los Palotes, pobrecito, que hace 20 años que está en un boliche, que está peleando siempre para conseguir chorizo como la gente, que tenga que hacer todo eso también? Y si no lo hace, porque no puede hacerlo, tiene que pagar abogados, contadores, peritos, expertos. Estamos haciendo las cosas mal, estamos haciendo las cosas mal.
MC
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