Daniel Artana: "Argentina está en vísperas de recibir muy buenas noticias en exportación"
El economista no descarta que el dólar se mantenga al precio actual y haya un contexto de crecimiento de las exportaciones. Además, defendió el ajuste fiscal y culpó a la oposición por obstruir el presupuesto 2025. "El Congreso podía haber dicho 'Lo apruebo y punto'”, ironizó.
Daniel Artana está de acuerdo con las medidas económicas del Gobierno, pero teme que las reformas estén siendo aplicadas demasiado rápido: “es el tiempo lo que genera ruido, no la dirección”. Además, el economista subrayó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) que sectores como la minería y el campo están experimentando reacciones muy favorables tras la eliminación de restricciones previas del kirchnerismo. Sin embargo, advirtió sobre los riesgos de la “enfermedad holandesa”, un fenómeno económico que podría afectar la balanza comercial. “Las exportaciones relacionadas a recursos naturales podrían aumentar mucho”, sostuvo.
Daniel Artana es economista, jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas. Se recibió como licenciado en economía en la Universidad Nacional de a la Plata, tiene un doctorado en la Universidad de California. En los últimos 10 años realizó trabajos sobre políticas tributarias, restricciones del crecimiento económico, sustentabilidad de la deuda pública, eficacia del gasto público y reformas del sistema de jubilaciones.
Iré a una especie de oráculo para entender dos puntos problemáticos: por un lado es si se puede mantener un dólar bajo y un peso alto, si es sustentable como otras veces que se intentó lo mismo; y dos, si al revés, si esto fuera sustentable de manera definitiva porque aparecen nuevas exportaciones de la Argentina que permitan que no tengamos las restricciones de dólares que tuvimos en muchas décadas pasadas, si finalmente eso no termina siendo perjudicial para gran parte del sector productivo argentino, o se generan otras ventajas que lo equilibran. Me parece que ese es el kit de la discusión de hoy en día: la táctica, si es sustentable, y la estrategia, si fuera sustentable, si es conveniente.
La discusión de si hay o no atraso cambiario, cuando uno mira los actos del tipo de cambio real multilateral, sobre todo después de que se conociera el triunfo de Trump y algunos hechos particulares de Brasil, que llevaron a una fuerte depreciación del real, sugiere que tenemos algo de atraso cambiario. Ahora, cuando uno mira los salarios en dólares y los ajusta por la inflación del dólar, la conclusión es otra. Los salarios del final del último año de la convertibilidad, a dólares de hoy ajustados por la inflación americana, eran 1.500 dólares por mes.
En algún momento del 15, 17 y 18, que son los momentos con un tipo de cambio real similar al actual, los salarios incluso eran superiores a ese valor. Hoy están alrededor de 1.100 dólares, en promedio, para los trabajadores formales. Lo que quiero decir es que tampoco hay un atraso cambiario, si es que lo hay, tan enorme como el que había al final de la tablita de Martínez de Hoz o en algún momento del final de la convertibilidad, que se percibía, que después de la devaluación de Brasil, la cosa se complicaba.
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Ahora, dado que estamos recibiendo un shock externo negativo, mi sugerencia sería que no bajen al ritmo de devaluación mensual, que lo mantengan en el 2% mensual y eso evitaría que el problema se siga agrandando, porque el gobierno está muy enfocado en bajar la tasa de inflación y, obviamente, que si el ritmo de devaluación baja, alguna décima le vas a recortar, pero con el riesgo de seguir agravando a una parte de los sectores transables de la economía.
En cuanto a tu segunda pregunta, bueno… Argentina está en vísperas de recibir noticias muy buenas por el lado de las exportaciones. De hecho, el balance comercial energético viene mejorando a un ritmo de 5 mil millones de dólares por año. Puede ser un poco menos el año que viene, pero si sigue así, tenés en el horizonte 20 mil millones de dólares de exportaciones de energía y unos 6 mil de minería, además de todo lo que pueda hacer el campo cuando le han sacado una parte del pie que el kirchnerismo le había puesto en la cabeza. Empezó a tener reacciones del lado de la producción del campo muy buenas. Por ejemplo, en la parte bovina. Así que hay alguna posibilidad de que las exportaciones relacionadas a recursos naturales aumenten mucho.
Eso puede generar un fenómeno de enfermedad holandesa, según la jerga técnica. Ahí lo que hay que hacer es aislar la economía si pasa a depender, mucho más que hoy, de exportaciones de commodities de las fluctuaciones de precio. Y ahí se conoce lo que hay que hacer: está el fondo de cobre de Chile o el fondo de los hidrocarburos que tiene Noruega, que está mejor diseñado que el chileno.
Ahora, si tenés una economía que de repente duplica sus exportaciones de productos tradicionales, va a servir en una economía y tener un tipo de cambio fuerte, que es lo mismo que le pasó a Uruguay en los últimos 20 años.
¿Podrías explicar qué es la enfermedad holandesa?
Esto ocurre en un montón de países. A nosotros nos tocó armar un diseño de fondo en Trinidad y Tobago, por ejemplo, que también tenía importaciones de gas licuado. ¿Cuál es el problema? Vos, de repente, tenés un sector atado a recursos naturales que de repente tiene un volumen fenomenal. Eso genera una entrada de dólares inusual y eso te atrasa el tipo de cambio porque tenés más oferta de dólares. Lo que vos necesitas es que los dólares salgan rápido sin pasar por el mercado no transable. Bueno… si ese shock es permanente, es decir, si vos pasas a triplicar tus exportaciones de energía, vivirás con un tipo de cambio más fuerte y el resto de los sectores tendrán que jorobarse.
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El problema es que, además, estos productos tienen volatilidad de precios. Entonces, por ejemplo, lo que pasaba en Trinidad y Tobago, que nosotros vimos, es que teníamos un momento de fortalecimiento del dólar y 5 años después devaluaron porque se había caído el precio del gas licuado, que era el producto de exportación de ellos. Y ahí le metimos un ruido fenomenal a la volatilidad del tipo de cambio, etc. Bueno, eso es lo que tratás de aislar con un fondo como el que tienen los noruegos o como el de cobre que tiene Chile. Es decir, vos te gastás lo que es permanente, no lo que puede ser transitorio.
Eso es para solucionar las fluctuaciones, ahora si eso se convirtiera en permanente…
Lo lamento mucho, esa es la respuesta. No tenes forma. Voy a un ejemplo: si Argentina exporta 300 mil millones de dólares en 5 años, bueno, el resto de los sectores transables tendrá que convivir con un tipo de cambio más fuerte, porque no podes lidiar con eso. Es una bendición que tiene también alguna maldición. ¿Qué es lo que te va a dar algún espacio? En Argentina somos usuarios de energía, entonces vos podes volver a tener una ventaja competitiva respecto del resto de los países de la región, como teníamos en los 90, que la industria tenía una ventaja de costos muy importantes. No es todo malas noticias, solo que obviamente después se requiere eliminar una cantidad de sobrecosto, por eso es muy importante lo que está haciendo el ministerio de Sturzenegger y, además, hay que avanzar más a fondo en la reforma laboral, que como todos sabemos, ni siquiera ha quedado a mitad de camino.
Es correcto decir que el dólar de equilibrio tiene que ser el dólar de pleno empleo, y que si vos no lográs generar empleo, el problema que tenés, más que jorobarte, se va a jorobar el presidente que le toque, porque le pasará como en el caso de Perú, que tienen crecimiento alto pero pierden las elecciones y van presos.
Pero ahí nos estamos metiendo en un tema más complicado. Porque el mercado laboral puede tener distorsiones propias del mercado laboral -Argentina tiene una legislación laboral que es cara en comparación con otros países-... es decir, si te sobra plata siempre es más fácil que si te falta. Después si la plata te la gastas en poner empleado público o en cosas que no están pensando en un desarrollo más armonioso, podés tener problemas. En el fondo lo que flota en tu argumento, que no lo dijiste pero seguro que lo pensaste, es que estos sectores de lo que estamos hablando, son muy intensivos en capital, no son muy intensivos en mano de obra.
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Ojo que, en realidad, si vos lo miras en términos de intensidad de mano de obra lo que es realmente intensivo, en ese caso, son los servicios, las construcciones promedio y la industria. Entonces, tenés espacio para compensar por el lado de los costos, más allá de lo que en el corto plazo está haciendo este gobierno.
Ya que mencionaste a Sturzenegger.. cuando uno ve el fenómeno de las personas que van a comprar a Chile cada vez en mayor cantidad y cuando se le pregunta a Sturzenegger en relación a esto, el dice: “Bueno si yo compro algo más barato en otro país, ese ahorro que yo tengo al hacer la compra, luego lo destino a otros consumo, entonces finalmente no terminó perjudicando a la economía nacional, sino que terminó compensandola”. ¿Compartís ese pensamiento?
Bueno, es cierto que lo que se gasta afuera tenés que compararlo con lo que se importó para producir los bienes que hubieras comprado acá. Por ejemplo, en el caso de los celulares, tiene toda la razón, porque lo que te pasa hoy, que se acabó la brecha cambiaria, que, a pesar de los enormes subsidios que se dan con el régimen de Tierra del Fuego, un celular vale más o menos el doble de lo que vale afuera. Pero ese celular que te venden al doble de lo que vale afuera, el grueso se importa. Entonces, de lo que la gente puede ir a comprar afuera, él tiene claramente la razón en eso. En otras cosas que tienen mayor valor agregado nacional, por ahí no, pero han sido bienes que históricamente han sido muy caros en la Argentina.
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Más allá de que se enojen los de proteger y le echen la culpa a los impuestos, bueno, si fuera así, ¿por qué no abrimos la economía y punto, si el problema son los impuestos? El problema es que ni siquiera cuando le bajaron los impuestos podían competir. Ahí tiene sectores que tienen que reconvertirse, que han estado acostumbrados a vender a cazar en el zoológico, a vender en un mercado interno donde solamente la gente que viajaba tenía la posibilidad de comprar más barato en el extranjero. Ahora, igual lo del Courier no sé si era una medida para tomar ahora.
Yo creo que hay que abrir la economía, y esa economía hubiera sido mejor abrirla con un tipo de cambio un poco más depreciado, pero a veces la vida te genera decisiones difíciles. Pero claramente la economía argentina hay que abrirla. Nosotros hemos tenido una economía ultra cerrada, protegida por aranceles que son muy altos, porque en el Mercosur los aranceles son mucho más altos que en el resto del mundo, y además le ponían prohibiciones y cuotas. Además teníamos derecho a estadística, y además teníamos la brecha cambiaria. Bueno, de ahí venimos. Y ahora nos quieren llevar a una economía más competitiva muy rápido. Por ahí, el tiempo lo que genera es el ruido, no la dirección.
Claudio Mardones: Quiero pedirle su punto de vista desde la política, porque terminó el período de ordinarias en el Congreso, hay una espera para extraordinarias, pero se ve que el gobierno no está para nada entusiasmado en discutir el presupuesto 2025. Yo lo escuchaba, y decía: "Es lógico que Javier Milei, en este contexto y con el escenario que se viene, no quiera tener presupuesto el año que viene". ¿Usted lo ve así? ¿Le conviene, a partir de lo que se espera para el año que viene, más teniendo en cuenta que se avecina un año electoral? Pero sin presupuesto, ¿usted cree que el gobierno tiene margen para revertir eso o se abraza a la ausencia del presupuesto?
Le hago una pregunta. El gobierno mandó un presupuesto al Congreso, un proyecto que el Congreso podía haber aprobado. O sea, estamos sin presupuesto en parte, como que necesitan dos para el tango siempre. Uno puede decir: bueno, el Congreso obviamente tiene derecho a opinar. Hasta donde yo entiendo, las discusiones que ha habido en el Congreso son: "¿Ustedes quieren reasignar partidas, pero me mantienen los números fiscales?" Ningún problema. Lo que pasa es que el Congreso lo único que propone es aumentar gastos y no reducir otros. Entonces, ahí tenemos un problema, porque el gobierno... Está bien, quiere mantener el equilibrio, o fijar el año que viene. Entonces, en realidad, en la Argentina nos tenemos que acostumbrar a decir: este es un objetivo que ha costado mucho. Compartimos en general que hay que tener equilibrio fiscal, sí, entonces aprendamos de que si aumento un gasto, tengo que bajar otro.
CM: En ese sentido, Artana, todo parece que la expectativa del oficialismo es un libro cerrado.
Yo voy a decir una cosa que usted me dijo, que es que la oposición acusa a Milei de no querer tener presupuesto, y no es así. Él cumplió con los plazos constitucionales de mandar el presupuesto y si el congreso lo aprobaba, había presupuesto. Y eso iba a ser más restrictivo que no tener presupuesto. Lo que pasa es que está usando, si usted quiere, una cuestión que se dio por la casualidad de que venimos sin presupuesto, y la gran nominalidad que tiene la economía argentina, que uno se queda con el último presupuesto aprobado. Bueno, ahí la política, del otro lado, tenía que haber dicho: "Bueno, a mí me conviene aprobar este presupuesto que no me gusta, en lugar de dejarle un presupuesto que tiene mucha más discrecionalidad". Bueno, en realidad, si se la dejan picando y se la meten en contra, no es un problema del presidente.
CM: Fue el propio José Luis Espert el que, muy poquito antes de que se llevara adelante la última reunión de la comisión de presupuesto, dijo que la negociación estaba estancada...
...Escuchame una cosa, el Gobierno tenía una ventaja en esa negociación, como 100 a 1 por lo que acabamos de decir antes. Entonces, lo que usted me está diciendo es "a ver, igualemos la cancha y seamos buenos con una oposición que, cada vez que puede, le tira piedras. Yo no sé cómo fue el razonamiento del gobierno, pero el presupuesto se mandó. El Congreso podía haber dicho: "Lo apruebo, punto", y teníamos el presupuesto aprobado. No le gusta al Congreso, sí, ¿pero era mejor de lo que vamos a terminar teniendo, desde el punto de vista de Nación que tiene el presidente? Sí. Entonces, bueno, si el resto es tonto, ¿Qué quiere que haga? Yo le puedo decir lo que veo, usted me pidió una opinión, yo le di una opinión.
CM: Le pregunto esto, porque en el medio de esa ecuación, parte de lo que se terminó de desbaratar era para tratar de anular las PASO, contar con esos fondos, y en el medio reabrir una discusión para decir: "Bueno, si quieren reordenar partidas, hay que recortar de acá". Esa ecuación, en el primer año del gobierno de Milei, parece que tarde o temprano iba a terminar en que no hubiera presupuesto.
Por eso entramos en la negociación. Cuando entramos a negociar... es como que estamos jugando al truco, y usted ve las cartas del gobierno, que tiene el ancho de espada, el ancho de basto, el siete de espadas y, por las dudas, si se cartea, tiene el siete de oro también. Y bueno, si usted quiere discutir contra eso, tiene que saber que va a perder. ¿Para qué abren el juego? Hubieran agarrado el proyecto, lo aprobaban y punto. A lo sumo, había cosas que, si no le gustaba puntuales, no las aprobaban. Si el año que viene Argentina tiene un déficit fiscal importante, es un problemón para el programa económico, pero además un problemón desde el punto de vista político para Milei. Si su principal activo económico-político ha sido decir: "Tengo equilibrio fiscal". Entonces, le están pidiendo que se pegue un tiro en la cabeza.
CM: Uno de los grandes ausentes en la discusión presupuestaria es el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, por ejemplo. El gobierno no lo ha querido tocar, y en el medio ponen sobre la mesa el futuro de las PASO como una forma de equilibrar la discusión presupuestaria. Hay algo ahí.
Pero obviamente que siempre hay algo. Yo no lo sé, pero lo intuyo. A ver, nadie es tonto en política. Lo de Tierra del Fuego es una cosa que es incomprensible, porque el gobierno no ha avanzado ahí. No tiene justificación. Después, puede argumentar, como me puedo imaginar yo, razones por las cuales hicieron lo que hicieron, pero no viene al caso las que me imagino yo, no interesa. El punto es que no avanzaron porque contraría la lógica del Gobierno. Ahora, en las PASO, es una negociación. Bueno, qué sé yo, ahí ya me excede, es un tema político.
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