China y Rusia bloquean la protección de los recursos antárticos
Argentina y Chile buscan preservar una zona crucial para la biodiversidad y la regulación climática. Los motivos de la oposición.
Argentina y Chile denunciaron que China y Rusia bloquearon su propuesta para crear un área marina protegida en la península antártica, una zona de alta biodiversidad y punto de distribución del Océano Austral, que está conectado con todos los cuerpos de agua salada del mundo.
El choque de posturas se produjo en Santiago de Chile, durante la última cumbre de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), integrada por 25 gobiernos y por la Unión Europea (UE), que busca proteger esa biodiversidad en el contexto de una depredación creciente sobre las reservas de krill, el grupo de pequeños crustáceos que está en la base alimentaria de casi todas las especies de esa región.
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Además de protegerlas, disminuir la presión sobre la península fortalecería uno de los roles fundamentales del continente blanco: la regulación del clima a escala planetaria. Aunque países centrales como Estados Unidos, Reino Unido y la propia UE apoyan desde hace dos décadas el establecimiento de una red de áreas especiales, Rusia y China se oponen de manera sistemática. Como las decisiones se toman por consenso, las propuestas naufragan.
Los motivos del rechazo no se explicitaron, pero el biólogo Rodolfo Werner (asesor de la Coalición Antártica y del Océano Austral), tiene sus hipótesis. “En el caso de China está quizás más relacionado con una visión extraccionista y de no querer tener restricciones al acceso a recursos”, plantea. Por otra parte, cuando se redactaron los acuerdos de la CCRVMA, el gigante asiático “era un país muy puertas adentro, distinto a la situación actual”.
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El rechazo ruso “tiene más que ver con temas geopolíticos; decir «no» los posiciona en un lugar de poder”. Tampoco ayuda la guerra con Ucrania -otro país miembro-, que “genera muchos roces” con las demás naciones adheridas.
“Resulta muy difícil estar hablando de temas de conservación, de paz y de ciencia cuando un país miembro ataca a otro”, lamenta Werner. Para que el panorama empiece a cambiar, los impulsores de la protección antártica mantienen la esperanza de que el bien global se imponga sobre los intereses locales.
FM JL