Devaluación del real

Carlos Kawall: "En Brasil necesitamos un ajuste"

El economista brasileño explicó que si bien Brasil creció económicamente en 2024, el "incremento excesivo de los gastos del Gobierno" aumentó el déficit a casi el 10% del PBI. "Es lo contrario de lo que hoy está ocurriendo en Argentina", observó Carlos Kawall.

Carlos Kawall: "En Brasil necesitamos un ajuste" Foto: Captura

La economía de Brasil empieza a tambalear y sus efectos prometen un impacto de lleno en los costos del continente, y fundamentalmente en la Argentina. Carlos Kawall aseguró que el 90% del gasto público es obligatorio y sólo se puede modificar mediante una reforma de la Constitución y que de no reducirse, la deuda pública aumentará del 80 al 86% del PBI para el 2026. "El incremento del dólar es una forma de protección que los inversores locales están utilizando como reducción de riesgo", dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3). 

Carlos Kawaii es socio fundador de Oriz Partners. Es licenciado en Economía por la facultad de Economía y Administración de la Universidad de San Pablo (USP). Además, tiene una maestría y doctorado de la Universidad de Campinas (UNICAMP). Fue Secretario del Tesoro Nacional, director financiero del Banco Nacional de Desarrollo, economista jefe del Citibank y del Banco Safra.

Aquí hay toda una discusión acerca de si la devaluación de Brasil y sobre si el 24% de caída acumulada es bueno o malo para Brasil o si es bueno o malo para la Argentina. ¿El crecimiento del Producto Bruto es mayor al esperado? ¿El side effect es un déficit fiscal mayor? ¿La devaluación es una forma también de adecuarse competitivamente a la llegada de Trump a Estados Unidos? 

La devaluación no es algo bueno para Brasil con la llegada del presidente Trump ya tenemos una tendencia para la devaluación de las monedas emergentes de Latinoamérica. En el caso de Brasil hay un problema brasileño que es el incremento excesivo de los gastos del Gobierno, y es lo contrario de lo que hoy está ocurriendo en Argentina. 

Este año tuvimos una economía muy fuerte. El PBI probablemente de una alza de 3,5 a 4%, la situación del empleo es muy favorable, pero el Gobierno está incrementando excesivamente el gasto público por motivaciones políticas. Tendremos un déficit público este año del 9,5% del PBI, que es prácticamente el mismo número que tuvimos en 2020 con la pandemia. Obviamente, este no es un momento de tener un déficit tan grande como este, que está explicado por un problema de naturaleza estructural. En Brasil el 90% de los gastos del gobierno federal son obligatorios. Son gastos sociales, pensiones, salud, educación, salarios, y estos gastos no pueden ser cambiados sin una reforma en la Constitución. 

Tenemos una economía muy fuerte con un déficit que solamente se incrementa. El resultado de esto es que el 90% de la deuda brasileña es financiada por los brasileños, y los inversores no quieren financiar al Gobierno con las tasas de interés que tenemos ahora, que están subiendo. El incremento del dólar es una forma de protección que los inversores locales están utilizando como reducción de riesgo. Entonces, en estos momentos, Brasil está en una dirección totalmente contraria a la de Argentina. Es por esto que tenemos una devaluación de la moneda que nos preocupa. No es bueno para Brasil y no es bueno para Argentina.

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De ese déficit fiscal que usted marcó, ¿no podría separar cuánto es el déficit fiscal y cuánto es el cuasi fiscal? ¿Cuánto es por pago de intereses y cuánto es déficit realmente de la operación del gobierno?

Sí, el déficit primario, que no incluye los gastos con intereses, es de cerca de 1% del PBI, y tenemos 8,5% de gastos con intereses. Esto es con la tasa de interés que tuvimos este año, que fue del 10 u 11%, pero el mercado está ya haciendo proyecciones estimativas de una alza del 15 a 16% para el 2025. En los bonos públicos que tienen corrección por la inflación, la tasa de interés real es de 7,5 a 8%, la más alta desde la gran crisis que tuvimos en 2014 y 2015. 

El economista Carlos Kawall aseguró que se espera que la deuda del PBI aumente al 86% para el 2026. 

No es una tasa de interés sostenible para la deuda pública, y por esto ya hay estimaciones de que tendremos una deuda del PBI de 80% para el final de 2024 y subirá al 86% en el 2026, al término del gobierno Lula, 86%. Cuando empezó el gobierno Lula al inicio de 2023, después de la pandemia, la deuda era del 72% del PBI. Estamos hablando ahora de un 80% en 2 años, y posiblemente de una deuda del 86%, la más alta de la historia, en 2026.

Pareciera ser que el gobierno de Lula solo tiene un déficit de 1% para operar, que es inferior al déficit de cualquier país occidental desarrollado. El problema es el stock, no el flujo, y ese stock no lo hizo el presidente Lula. Ese stock viene de la suma de muchos presidentes en el pasado. ¿No podría Brasil cancelar la deuda, que es stock, y reducir esos intereses? El problema que tiene es el stock de deuda interna. Me genera envidia la situación que tienen.

Se que Brasil y Argentina utilizaron este tipo de solución en el pasado, y el resultado es el caos económico, exactamente el mismo tipo de caos que Argentina enfrentó en el período reciente con la fuga de capitales, una inflación descontrolada y una gran recesión. En Brasil necesitamos un ajuste de los gastos obligatorios del Gobierno para que podamos continuar con el crecimiento que tuvimos en los últimos años. 

En este largo camino que tuvimos hasta hace dos años atrás, con el control de las expensas del Gobierno, logramos reducir la deuda, incluso en la pandemia. Brasil fue de los pocos países que terminó la pandemia con menor deuda de la que tenía al comienzo. Ahora, lo que queremos es un ajuste de los gastos del Gobierno porque no podemos llegar a una situación en la que la única situación para devaluar la deuda sea una inflación muy elevada, como la que tuvimos hace 30 años o la que tuvo Argentina en el período reciente, antes del gobierno de Milei. 

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La deuda total de Brasil del 82% del PBI genera 8% del total del déficit de Brasil. ¿Cuánto del PBI representan los intereses de la deuda?

Un 8% este año. Por eso es que tendríamos que tener un superávit primario del 2% porque no es posible la estabilización de la deuda con un déficit del 1%. Este cambio es muy drástico, de unos 60 mil millones de dólares, y no se puede hacer en un período muy corto de tiempo.

Lo importante es que cuando hacemos las previsiones del crecimiento de la deuda, notamos que no es sostenible. Brasil es un país que tiene la mayor parte de la deuda pública con extranjeros, y esa es una decisión muy diversa de hacer cuando un 90% de los ahorros son brasileños. Sería un desastre y ya tuvimos esta experiencia en los noventa y no creo que Brasil haga algo semejante porque tenemos el ejemplo. 

Elizabeth Peger: El gobierno de Lula presentó un paquete de medidas de recorte y una modificación impositiva, lo que generó desconfianza en los mercados que aceleró el dólar. El Banco Central intervino y aumentó la tasa de interés a un 12%. ¿Qué fue lo que generó tanta incertidumbre? ¿Qué nivel de ajuste esperaba el mercado?

El problema aquí es que tenemos un déficit estructural. El gobierno hizo una propuesta de reducción de gastos de 50 mil millones de reales en 2 años, entre 2025 y 2026. Este es un ajuste muy pequeño, porque tenemos un crecimiento de los gastos obligatorios que es más elevado que el alza del PBI. Estamos hablando de una economía que está muy fuerte. Este año tuvimos un crecimiento de ingresos públicos de más de un 10% en términos reales, más la inflación. 

“El Gobierno tiene la posición de no cambiar nada”, reclamó Kawall.

Tenemos un crecimiento tan fuerte de ingresos, pero la indexación de los gastos a la inflación del año anterior, el crecimiento de las pensiones y el crecimiento de los gastos sociales están haciendo que, en un año de una economía que crece muy fuertemente, tengamos un déficit de casi el 10% del PBI. Por tanto, ¿cuál será el comportamiento del déficit cuando la economía reduzca su crecimiento? 

EP: Si sigue aumentando la tasa, es posible que desaliente un crecimiento. 

Es un problema de aritmética. No puede seguir creciendo el gasto público tanto como está creciendo y de forma muy rígida. La única solución sería cambiar la Constitución, y para hacerlo están las elecciones presidenciales. 

El Gobierno tiene la posición de no cambiar nada, y exactamente este paquete que presentó fue el inicio del problema con el tipo de cambio y con la devaluación. Ahora, en 4 días, el Banco Central ya utilizó 14.000 millones de dólares para evitar la alza del tipo de cambio, y esa es una medida artificial. Lo que tememos en Brasil es que podamos tener en 2025 un tipo de cambio de 6,5 a 7 reales por dólar, y con esto, una inflación muy elevada y una desorganización de la economía.

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