Andrés Rodríguez: "Moyano padre no se hubiera ido de la CGT"
Andrés Rodríguez criticó a Pablo Moyano por anunciar un paro en los medios sin consenso previo: "Ni siquiera lo discutió, él integra la mesa chica de la CGT". El dirigente de UPCN destacó la importancia de priorizar la negociación y afirmó que “no hay condiciones” para un paro general. "El conflicto es algo que implementamos solo en situaciones donde se cierran todas las compuertas", sostuvo.
Andrés Rodríguez, líder de UPCN y secretario adjunto de la CGT, resaltó la necesidad de que el Gobierno comprenda la necesidad de mejorar los salarios porque eso "ayuda al consumo y a la economía". Por otra parte, criticó la ley de reforma sidnical: "Estas cuestiones son una figuración política para impactar". Además, el dirigente afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3), que “Kicillof podría ser candidato en 2017”.
Andrés Rodríguez es secretario general nacional de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) y secretario general adjunto de la CGT. Anteriormente se había desempeñado como consejero nacional y congresal nacional del PJ y presidente del PJ porteño.
El Gobierno oficializó un aumento del 1% para estatales y, al mismo tiempo, a diferencia de ATE, UPCN sí aceptó la propuesta. ¿Cómo conviven estas dos posturas entre los gremios estatales? ¿Estas diferencias son, de alguna manera, las que resultaron en la división interna de la propia CGT?
El tema es el siguiente. El Gobierno pretendía un 0% en noviembre y un 0% en diciembre. Fue la negociación paritaria la que pudo permitir, aunque por supuesto el índice es bajo, y venimos perdiendo salario respecto a la inflación, lograr el 2% en noviembre y el 1% en diciembre, más un bono de 30.000 pesos no remunerativo también para diciembre.
Más allá de la verborragia que a veces tiene el gremio hermano, firmó el acta de la paritaria, así que también lo aceptó, esto es la realidad. De cualquier manera, nosotros pretendemos, por supuesto, levantar la cuestión en la próxima paritaria, donde haya por lo menos un comienzo de recuperación del salario, porque venimos perdiendo desde hace bastantes meses.
Indudablemente, además de la situación humana que se presenta frente a las familias, que no les alcanza el sueldo para llegar a fin de mes, también está la cuestión de la economía. Nuestra economía también se circunscribe al consumo interno y, por lo tanto, si no hay aumento de ingresos, indudablemente ese consumo está totalmente disminuido. Esto es lo que está pasando en Argentina. Hay una recesión muy galopante en casi todas las actividades e Indudablemente esto afecta a la población en general. Por eso es importante que el Gobierno empiece a comprender que también tiene que mejorar totalmente los ingresos de los trabajadores, tanto públicos como privados.
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Denos su visión de lo que está sucediendo en la CGT. Por un lado, la salida de Moyano de la directiva, aunque no de su rol frente al gremio de Camioneros. Ya el número dos de SMATA había salido hace poco tiempo. ¿Qué es lo que está sucediendo allí? ¿Y cree usted que esto puede tener alguna consecuencia medianamente importante a mediano o largo plazo?
Hasta ahora no la tiene, porque justamente lo más importante es que ambos gremios han permanecido en la CGT. Si bien los compañeros han tenido una actitud de irse, de cualquier manera los gremios, que es lo más importante, porque los cargos pertenecen a los gremios, han decidido mantenerse dentro de la orgánica de la CGT.
Lo que pasa es que a veces algunos compañeros tienen posiciones —y me parece muy bien que las tengan—, pero justamente esto es un cuerpo orgánico que se conforma con un consejo directivo. Ojalá que en cada medida haya un consenso absoluto, pero muchas veces esto no sucede porque, lógicamente, hay diferencias de opinión, y lo lógico es que la mayoría sea la que decida.
Lamentablemente, los compañeros han quedado disminuidos en su posición, prácticamente casi unilateral. Incluso el compañero Pablo Moyano anunció un paro por la prensa. Ni siquiera lo discutió con nosotros, porque él integra la mesa chica de la CGT y podría haber venido claramente o pedir una reunión y discutir esto entre pares. Bueno, lamentablemente lo anunció por la prensa, lo que nos obligó a nosotros a salir a desmentirlo.
Sentimos pena de que el compañero se haya ido de esta forma, pero vuelvo a insistir: el secretario general, que es Hugo Moyano, va a nominar un reemplazo para que el gremio esté representado en la CGT.
¿Cree que si Hugo Moyano hubiera estado en la misma posición hubiera tomado la decisión de irse o de quedarse?
De quedarse. Porque Hugo, incluso en la última reunión institucional que tuvimos con el gobierno, nos pidió concurrir para discutir claramente que no le homologaban el convenio. Fuimos y destrabamos la cuestión, diciéndole al Ejecutivo que tenía que homologar los convenios cuando había un acuerdo de partes.
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Estas cuestiones son lógicas. Nosotros tenemos que gestionar permanentemente. El conflicto es algo que, por supuesto, implementamos solo en situaciones donde se cierran todas las compuertas, pero indudablemente no es algo para hacerlo de forma continua. Si se puede solucionar por la vía de una negociación o buscando un acuerdo, bienvenido sea.
¿Cree que lo que sucede en SMATA y en Camioneros tiene un punto en común, quizá relacionado con una diferencia generacional, donde la generación anterior comprende más la necesidad de negociar y los más jóvenes no?
No creo que tenga que ver con una cuestión generacional. Pienso que está más relacionado con el temperamento y la actitud personal de algunos compañeros. En ambos casos, tanto en SMATA como en Camioneros, los involucrados no son los secretarios generales de sus entidades. El compañero de SMATA es secretario adjunto, y Pablo Moyano también. Por lo tanto, a veces esta situación les da una actitud un poco más “libre” para expresarse, pero esto no siempre genera posibilidades de entendimiento.
Alejandro Gomel: Más allá de lo que pasó con Pablo Moyano y su salida, hay sectores que plantean si la CGT debería tener una postura más confrontativa con el Gobierno, considerando que no comparten muchas de las políticas que está el oficialismo llevando adelante…
La CGT siempre tiene la posibilidad de ejercer el conflicto. Es un derecho que está garantizado por la ley y por la Constitución. De hecho, lo ejercitamos durante todo el primer semestre de este año. Sin embargo, también es necesario que otros estamentos se expresen, como el Congreso. Lamentablemente, allí vemos muchas inconsistencias: diputados que se levantan y negocian por su cuenta, estructuras políticas opositoras que no ofrecen una alternativa sólida. Todo esto no ayuda.
Nosotros no podemos ir por un camino solitario. Hay que dosificar claramente los espacios y los tiempos. Si no hay una respuesta colectiva ni una reacción social importante es complejo sostener un paro nacional. Los paros nacionales son muy distintos a los paros sectoriales que, de hecho, se están llevando a cabo en varias actividades.
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AG: ¿Hoy no ve condiciones en la sociedad para un paro nacional?
Hoy no. Posiblemente en enero sí. Esto avanza rápidamente, y el humor social puede modificarse en cualquier momento. En ese caso, tendría lógica implementar un conflicto. Pero por ahora debemos mantener la responsabilidad, porque nosotros tenemos que gestionar, como dije hace un ratito, cuestiones propias de los derechos laborales.
Claudio Mardones: Justo antes de tener el gusto de comunicarnos con usted, hablábamos de lo que pasó ayer en el Congreso. Hubo dos intentos de sesión fallidos. El primero lo impulsó el titular de la Comisión de Legislación Laboral, Martín Tetaz, quien buscó llevar adelante el dictamen de minoría para el cambio a la Ley de Asociaciones Profesionales, lo que llaman la reforma sindical. Ahí le quería preguntar, porque imagínese, ayer se cayó la sesión y muchos empezaron a mirar a la Casa Rosada. La Libertad Avanza tuvo casi asistencia completa. Pero varios miraron esto y dijeron: "Bueno, acá está la muestra del acuerdo y la conversación que mantuvo la CGT con el estratega presidencial Santiago Caputo allá por octubre". Hubo varios intentos para que esa comisión avance. ¿Cuál es su balance del diálogo que han mantenido con Santiago Caputo? Usted hace un tiempo dijo que tenía palabra y que cumplía su palabra. ¿Sigue sosteniendo lo mismo?
En principio, sí. Yo no tengo por qué discutir esa cuestión porque, la verdad, hasta ahora lo hemos comprobado. Ahora, no solamente intervino Santiago Caputo, sino que también otros bloques apoyaron, como el caso del bloque de Pichetto. Realmente, esta posición casi obsesiva del amigo Tetaz de permanentemente reflotar esta cuestión de "democratizar" —entre comillas— los gremios, viene fracasando y va a fracasar además porque, supongamos que logre una aprobación en la Comisión de Legislación, mi visión es que difícilmente en el recinto se apruebe, y mucho menos en el Senado. Estas cuestiones son, en todo caso, una figuración política para impactar, pero no dejan de ser eso.
La democracia sindical existe porque nosotros somos elegidos por los trabajadores mediante voto directo. Así que, hablar de democratización sindical, la verdad, es un verso de estos muchachos radicales.
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CM: En ese diálogo que han mantenido con Caputo y también con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, ¿la expectativa de la Casa Rosada era que la CGT garantice "paz social" para la finalización de este año a cambio de que no haya avances en el Congreso respecto a la reforma sindical?
No, para nada. Nunca hablamos de paz social ni de compromisos en ese sentido. Porque, vuelvo a insistir, muchos gremios, a nivel sectorial, necesitan lógicamente presionar para lograr algunas cuestiones y han desplegado conflictos, y los siguen haciendo.
Andrés, tengo la información de que hoy estará con Axel Kicillof. Me gustaría que, primero, nos cuente por qué, y después, cuál es su visión sobre cómo quedó Kicillof tras los tironeos en los que no apoyó la presidencia del Partido Justicialista de Cristina Kirchner.
Con gusto. Nosotros, como gremio, estamos con mucho orgullo porque hoy vamos a inaugurar un sanatorio de primera magnitud en la localidad de Zárate. Es un sanatorio propio, como todos los nuestros, que son de propiedad del gremio y de la obra social, y los gestionamos directamente desde estos espacios.
Hace dos años y medio aproximadamente comenzamos a construir esta clínica, y hoy la inauguramos con la presencia del gobernador y de la intendenta local. Es una clínica muy importante; prácticamente, en 200 kilómetros a la redonda no hay nada de esta envergadura. Esto demuestra que, en un tiempo tan difícil como el presente, cuando hay una organización colectiva sólida de trabajadores, se pueden realizar obras palpables que quedan para la gente y significan un aporte hacia la sociedad.
Indudablemente, mucha gente necesita de la salud, porque el sistema de salud está bastante golpeado. Además, esto también es una suerte de salario indirecto: si tenemos una salud de calidad que les proporcionamos a las familias de los trabajadores. Así que, si Dios quiere, esta tarde se realizará la inauguración, y con esto sumamos el quinto sanatorio de propiedad de la organización.
Y respecto al futuro de Kicillof como principal candidato del peronismo, ¿cree que quedó afectado en los tironeos con Cristina Kirchner por la presidencia del PJ?
Bueno, eso es relativo, porque el Partido Justicialista, desde su origen, con el propio Perón, siempre se ha tomado simplemente como una herramienta electoral. En realidad, el peronismo es mucho más rico: es un movimiento que abarca gobernaciones, intendencias, legisladores, la CGT... Hay un montón de factores que se mueven en el reordenamiento del peronismo.
Es posible que el peronismo necesite una renovación, y eso irá avanzando como ha sucedido en otras épocas históricas. Esto, lógicamente, requiere tiempo: primero, para generar reencuentros, debates, autocrítica, y luego, para proyectar algo que vuelva a entusiasmar a las grandes mayorías y permita construir una estructura de poder.
Kicillof es un hombre joven, con la posibilidad de estar administrando la provincia más importante de la Argentina. Por lo tanto, tiene chances de ser un posible candidato en el 2027. Veremos también qué pasa con el interior, porque nosotros siempre hemos respetado el concepto de federalismo dentro del peronismo.
FM