Va a juicio el acusado de asesinar a la influencer cordobesa: qué pena le pueden dar

A dos meses y medio del femicidio de Catalina Gutiérrez, la Justicia de la Provincia de Córdoba elevó a juicio la causa por su asesinato, que tiene como único y principal acusado a su amigo y compañero de facultad, Néstor Aguilar Soto. Ahora, se espera el sorteo para seleccionar al tribunal y definir la fecha de inicio del juicio para que el proceso judicial pueda comenzar.

La Fiscalía de instrucción del Distrito I, turno 3, a cargo de José Mana, finalizó la investigación penal preparatoria del asesinato de Catalina Gutiérrez, elevando la causa a juicio. Aguilar Soto aceptó los cargos en su contra y por eso se aceleraron los tiempos de la investigación.

Aguilar Soto enfrenta la acusación de homicidio calificado por mediar violencia de género, es decir, femicidio. A pesar de que la defensa del imputado podría haber apelado la decisión de elevar el caso a juicio, optaron por no hacerlo, lo que aceleró los procedimientos judiciales.

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El joven de 21 años y Catalina eran compañeros en la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba, a la vez que ella era reconocida como influencer por sumar más de 80 mil seguidores en Instagram y trabajar con marcas locales.

Fuentes cercanas a la investigación expresaron su satisfacción por la celeridad con que se llevó a cabo la instrucción. “Estamos muy satisfechos por cómo se llevó a cabo la investigación y los resultados. Desde un primer momento se analizó la causa con perspectiva de género”, señalaron desde el diario cordobés La Voz. 

La investigación estableció que Aguilar Soto fue el único responsable del crimen, el cual tuvo lugar en su domicilio. Se descartó la participación de terceros en el hecho, lo que refuerza la gravedad de la acusación.

El juicio será en la Cámara 11° del crimen de la ciudad de Córdoba. Aún no tiene fecha de inicio. Como sucede en los juicios por femicidio, se realizará con un jurado popular.

Si en el juicio oral se lo declara culpable del crimen, será sentenciado a la pena de prisión perpetua.  

La ley 26.791, sancionada el 14 de noviembre de 2012, reformó el artículo 80 del Código Penal para criminalizar de modo agravado los homicidios vinculados a la violencia por razones de género. La norma incluyó el inciso 11, que penaliza con prisión perpetua la conducta del varón que dé muerte a una mujer mediando violencia de género, en los términos de la ley 26.743 de identidad de género, también fue sancionada ese año.

El femicidio de Catalina Gutiérrez

La noche del 17 de julio, Catalina Gutiérrez, de 21 años, pasó a buscar a su amigo Néstor Aguilar Soto en un Renault Clio que le había prestado su madre. Su destino era el bowling del Patio Olmos, donde planeaban reunirse con amigos en común. Sin embargo, Catalina llegó tarde, lo que provocó la ira de Aguilar Soto, quien decidió regresar a su casa tras salir de un shopping. Después de reprocharle su tardanza y hacerla sentir culpable, logró que ella lo recogiera.

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Las cámaras de seguridad registraron que Catalina llegó a la casa de Aguilar Soto a las 21:35. Una hora más tarde, a las 22:41, se le vio salir de su hogar cargando el cuerpo de su amiga en el auto. Las investigaciones posteriores revelaron que Néstor la había asesinado por asfixia mecánica.

Aguilar Soto condujo el vehículo hasta el barrio Kennedy, donde abandonó el auto y lo prendió fuego antes de regresar a pie a su casa.

En la causa la fiscalía comprobó que la relación de Aguilar Soto y su víctima se dio en un contexto de violencia de género, “marcado por una fuerte discriminación hacia ella por su condición de mujer y ubicándose el imputado en una posición superior con respecto a Catalina”. Durante la investigación, se corroboró la existencia de violencia física, psicológica y simbólica en la relación.

Según testimonios de personas cercanas a ambos, así como el análisis de mensajes de WhatsApp y redes sociales, se reveló que Aguilar Soto experimentaba celos hacia Catalina debido a su relación con Ezequiel García, conocido como “Zaza”, que había comenzado en febrero de ese año.

A través de diversas tácticas, como el control constante de su ubicación y reclamos sobre el tiempo que ella dedicaba a sus amistades, Néstor intentaba manipular y dominar a Catalina. Al parecer, ya había mostrado comportamientos similares hacia otras amigas en el pasado.

RM/LT