Una brasileña mató a su novio con una trufa envenenada y convivió con el cadáver en el sillón durante días

En Brasil, la ciudad de Río de Janeiro quedó en estado de shock a medida que la policía buscaba a una mujer acusada de asesinar a su propio novio utilizando una trufa envenenada como arma, todo en un aparente intento de robo, un caso cargado de detalles macabros que continúa bajo investigación.

La sospechosa, identificada como Julia Andrade Cathermol Pimenta, fue señalada de haber convivido con el cadáver de su pareja, el empresario Luiz Marcelo Antônio Ormond, durante varios días en su departamento ubicado en Engenho Novo, en la zona norte de la ciudad.

El macabro hallazgo del cuerpo del empresario, que estaba en avanzado estado de descomposición, fue alertado por los vecinos y realizado por los bomberos, desencadenando una investigación que estremeció a la comunidad carioca.

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Los detalles del caso

El caso salió a la luz cuando los vecinos, alarmados por el olor a podrido que salía del departamento de Ormond, alertaron a las autoridades. El empresario fue descubierto sin vida en el sillón del living, rodeado de paquetes de morfina, en una escena que sugirió un desenlace más que sospechoso, según indicaron fuentes policiales al medio g1.

La muerte de Ormond levantó sospechas desde el principio dado que no hubo indicios de que ocurriera de manera "natural". Paralelamente, testigos del hecho afirmaron haber visto por última vez al empresario el viernes 17 de un mes por la tarde, cuando se retiraba de la piscina del edificio en compañía de su novia, Julia.

Como parte de la investigación judicial, analizaron las imágenes captadas por cámaras de seguridad del ascensor revelaron momentos clave: una escena aparentemente normal entre la pareja, en la que compartían una cena y hasta se besaban, se tornó siniestra cuando Ormond comenzó a mostrar signos de malestar físico. Según el video, el hombre se apoyó en el espejo, cerró los ojos y comenzó a toser de manera inusual.

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La autopsia

Tres días después, los bomberos dieron con el cuerpo del empresario. Tras una minuciosa autopsia, se reveló que el cadaver albergaba restos de chocolate líquido en su sistema digestivo, indicando que había consumido un "brigadeiro", una especie de trufa de chocolate mezclado con leche condensada que es tradicional de Brasil. El dato sobre la trufa envenenada, en tanto, apuntó directamente a la participación de Julia en el fatal desenlace de su pareja, un hecho que la investigación no tardó en confirmar.

Los investigadores sostuvieron la hipótesis de que Julia planificó meticulosamente el asesinato de Ormond con el objetivo de apropiarse de sus bienes y posesiones. La joven convivió con el cadáver durante todo el fin de semana, incluso realizando actividades cotidianas como ir al gimnasio del edificio, según testimonios y evidencia recopilada por las autoridades.

El inspector Marcos Buss, a cargo del caso, describió la conducta de Julia como "aberrante", destacando su frialdad y determinación para llevar a cabo el crimen. Según Buss, todo indicaba que Julia venía drogando a Ormond durante un período prolongado hasta decidir dar el paso fatal para concretar su plan delictivo.

"Es un caso aberrante porque demuestra una frialdad extrema. Habría permanecido dentro del departamento de la víctima, con el cadáver, alrededor de 3 o 4 días. Allí habría dormido junto al cadáver, se habría alimentado, incluso habría bajado al gimnasio, habría hecho ejercicio, habría regresado al departamento donde estaba el cadáver", dijo Buss en diálogo con los medios.

Además, el investigador sostuvo el indicio de que el homicidio fue premeditado. "Nos parece que ella lo estaba dopando desde hacía algún tiempo y en determinado momento decidió quitarle la vida para poder poner en práctica el plan criminal y lograr su objetivo, que sería apoderarse de sus bienes", indicó.

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La segunda detenida

La trama criminal dio un giro aún más sorprendente cuando otra mujer, identificada como Suyane Breschak, fue detenida en relación con el caso. Breschak, quien afirmaba ser una "mentora espiritual" de Julia desde hacía años, fue arrestada junto con un amigo suyo, en posesión del auto y la computadora de la vìctima.

Según la versión de Breschak, Julia le debía una suma considerable de dinero por "consultas y trabajos espirituales", una deuda que presuntamente Ormond estaba ayudando a saldar con pagos mensuales. Este oscuro vínculo entre Julia y la vidente añadió una capa adicional de misterio y complejidad a un caso que conmocionó a toda la sociedad brasileña.

En resumen, la búsqueda de justicia para Luiz Marcelo Antônio Ormond siguió su curso, mientras las autoridades continuaron desentrañando los oscuros motivos detrás de su trágica muerte.

CD CP