Trump amenazó con "recuperar" el Canal de Panamá y estallaron protestas en el país caribeño

Donald Trump generó una fuerte polémica al declarar su intención de tomar el control del Canal de Panamá. En su discurso inaugural como el 47º presidente de Estados Unidos, Trump afirmó que la vía interoceánica está siendo "operada por China" y que su transferencia a Panamá fue "un tonto regalo que nunca debió otorgarse".

"China está operando el Canal de Panamá y nosotros no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y vamos a recuperarlo", declaró Trump con vehemencia, generando aplausos entre sus seguidores. Además, el presidente cuestionó el acuerdo firmado en 1977 por los presidentes Jimmy Carter y Omar Torrijos, que estableció la transferencia del canal a Panamá en 1999 y que, desde entonces, se convirtió en un símbolo de soberanía del país caribeño.

Sus declaraciones no solo despertaron reacciones inmediatas en Panamá, sino también en otras partes del mundo, reavivando tensiones históricas entre ambas naciones. Antes de asumir la presidencia, el magnate republicano había anticipado sus ambiciones territoriales no solo en el canal interoceánico sino también en Groenlandia y Canadá. 

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La respuesta de Panamá: "El canal no está a la venta"

Ante las declaraciones del flamante mandatario estadounidense, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó de manera categórica sus amenazas. “El canal es y seguirá siendo de Panamá", expresó el mandatario caribeño, a través de un comunicado difundido en su cuenta de X. Además, aseguró que la administración de la vía interoceánica “seguirá bajo control panameño con respeto a su neutralidad permanente”.

Mulino también se refirió al tratado Torrijos-Carter, que selló la soberanía panameña sobre el canal, destacando que fue un logro histórico y no una "concesión" por parte de Estados Unidos, según la interpretación de Trump.

"Ejerceremos el derecho que nos ampara, la base jurídica del tratado, la dignidad que nos distingue y la fortaleza que nos da el Derecho Internacional”, agregó el mandatario.

Mientras Trump pronunciaba su discurso en Washington, en Panamá se desarrollaron manifestaciones frente a la residencia del embajador de Estados Unidos. Convocadas por organizaciones de izquierda y sindicalistas, decenas de personas expresaron su rechazo a las declaraciones del nuevo presidente estadounidense.

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Entre las consignas destacó un cartel con el lema: "El canal de Panamá no está a la venta". Además, se quemaron banderas estadounidenses en señal de protesta. "Ni Trump, ni los gringos, ni su ejército tienen nada que hacer en Panamá. El canal, la soberanía y la autodeterminación son panameñas", declaró uno de los líderes sindicales presentes.

Construido por Estados Unidos e inaugurado en 1914, el Canal de Panamá fue administrado por el gobierno estadounidense hasta el 31 de diciembre de 1999, cuando se concretó su transferencia a Panamá. Este evento marcó un hito en la historia del país, convirtiéndose en un símbolo de soberanía nacional.

La polémica desatada por Trump también pone de relieve la competencia entre Estados Unidos y China, los dos mayores usuarios del canal, a nivel regional. La injerencia china, en tanto, es el argumento que utiliza el mandatario para justificar las ambiciones territoriales que expresó antes de asumir la presidencia y que incluyeron también controlar Groenlandia, Canadá y renombrar el Golfo de México como "Golfo de Estados Unidos".

cd / ds