"Sobrevivimos al infierno": las rehenes israelíes liberadas por Hamás narran su desgarrador renacimiento

“Volver a nacer”. Así es como definen Emily Damari, Romi Gonen y Doron Steinbrecher, las tres rehenes israelíes liberadas por Hamás, la sensación que experimentaron cuando les dijeron que iban a regresar a sus hogares. La maniobra, que es parte del acuerdo por el alto al fuego entre Israel y el grupo terrorista, fue ejecutada luego de que las mujeres pasaran nada menos que 471 días en cautivero, experimentando los más bajos horrores.

Las jóvenes fueron entregadas a la Cruz Roja el domingo frente a una multitud de combatientes de Hamas y palestinos. Sobre el hecho, se pronunció el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien afirmó que las tres rehenes liberadas durante el acuerdo de tregua en Gaza “vivieron una terrible experiencia”. Y no es para menos: según reportaron las autoridades del país comandado por Netanyahu, las jóvenes se mantuvieron juntas en Gaza al principio, pero luego las separaron y las trasladaban periódicamente de un lugar a otro para esconderse.

Las jóvenes compartieron con la emisora israelí N12 que pasaron la mayor parte de los 15 meses de su cautiverio bajo tierra, escondidas en la red de túneles utilizada por los terroristas, sin apenas ver la luz del día. Sus testimonios revelan las difíciles condiciones en las que sobrevivieron durante su encarcelamiento.

Cuando estaban juntas, las mujeres encontraron consuelo cuidándose mutuamente. Romi, quien es paramédica, atendió las heridas de Emily, ciudadana británico-israelí que perdió dos dedos tras recibir un disparo en la mano. Según el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, Emily también sufrió heridas de metralla en la pierna durante la masacre del 7 de octubre.

Tras ser secuestradas, ambas fueron llevadas a Gaza, donde vivieron constantes traslados mientras Hamás intentaba eludir las operaciones de rescate de las fuerzas israelíes. Las mujeres describieron este período como un capítulo de horror y resistencia en sus vidas.

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Algunas de las secuestradas recibieron los medicamentos que necesitaban, aunque también revelaron que hubo casos en los que fueron obligadas a someterse a un procedimiento médico sin anestesia. Durante el cautiverio, podían ver transmisiones de televisión y radio, lo que les permitió seguir las noticias sobre la lucha de sus familias por su liberación y conocer las atrocidades del 7 de octubre.

Las mujeres dijeron que veían a sus familias pelear por ellas y que eso les dio esperanza, aunque también descubrieron que habían perdido a muchos amigos. Una de ellas confesó no creer que volvería a casa, segura de que moriría en Gaza, hasta que, el día de su liberación, les informaron por sorpresa que serían entregadas.

El domingo, cuando fueron entregadas a la Cruz Roja, enfrentaron una multitud que golpeaba el vehículo y las aterrorizaba. Finalmente, fueron escoltadas rápidamente hacia un lugar seguro. Su liberación marca la primera fase del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás.

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Emily Damari, una de las rehenes, escribió en su cuenta de Instagram: “Doy gracias a Dios, a mi familia, a mis padres, a los amigos más cercanos que tengo en este mundo. He vuelto a vivir. Soy la más feliz del mundo simplemente por existir”. Poco después de su liberación, la familia confirmó que la joven perdió dos dedos de su mano izquierda por un disparo de Hamás durante los ataques del 7 de octubre de 2023, algo que puede verse en una de las fotografías que capturaron el momento del encuentro. 

La madre de Emily, Mandy, llevó a cabo una campaña internacional para asegurar su liberación. De hecho, el flamante mandatario Donald Trump la apoyó públicamente en su petición.“Pero esto no ha terminado. Mi pesadilla continuará hasta que no vea a los otros 98 rehenes de vuelta en Israel con sus familias”, sentenció.

En el caso de Romi Gonen, fue secuestrada mientras escapaba del Festival de Música Nova. El problema es que, durante su intento de huida, fue herida de bala en la mano y llevada a Gaza por los militantes. Antes de ser capturada, alcanzó a llamar a su madre, Meirav, y le dijo: “Me dispararon mamá, y estoy sangrando. Todos en el coche están sangrando”. De hecho, el medio Daily Mail obtuvo acceso a una grabación en la que se escucha a los secuestradores debatiendo “si ejecutarla o secuestrarla”.

La familia explicó que, durante meses, la única confirmación de que seguía con vida llegó de una rehén liberada: “Su mano no funciona. Sus dedos apenas se mueven y cambian de color, y eso fue hace 10 semanas”, aseguraron.

Doron Steinbrechea, enfermera veterinaria de 31 años con doble nacionalidad rumano-israelí, fue secuestrada el 7 de octubre de 2023 mientras buscaba refugio en su hogar en el Kibutz Kfar Aza, durante el ataque. Antes de ser capturada, Doron logró enviar un mensaje de voz desgarrador que decía: "Me atraparon, me atraparon", reflejando la desesperación del momento.

La familia de Doron pasó casi cuatro meses sin saber nada sobre su paradero. En mayo del año pasado, su hermana, Yamit Ashkenazi, compartió una emotiva carta a través del Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, llamándola con cariño "mi sol": "Deseo que puedas sentir la energía que te enviamos", escribió Yamit. "Ojalá fueras consciente, al menos, de una parte de la batalla que estamos librando aquí por tu liberación. Ojalá pudieras sentirlo todo".

TC / ds