bombardeó un supermercado

Rusia busca frenar un ataque ucraniano en su territorio

El presidente Vladimir Putin calificó de “gran provocación” la incursión ucraniana en la región rusa de Kursk, donde las tropas penetraron al menos 30 kilómetros hace cuatro días y ordenó el envío de refuerzos y armas. Por su parte, la artillería de Moscú bombardeó un supermercado en la región de Moscú y provocó catorce muertos civiles.

Catorce muertos. Rusia bombardeó un mercado en Donetz. Foto: captura

Rusia envió ayer más tropas y armas para frenar la incursión ucraniana iniciada hace cuatro días en la región de Kursk, en un giro imprevisto de la guerra que se libra desde hace dos años y medio casi exclusivamente en territorio ucraniano.

En el este de Ucrania, que sigue siendo el epicentro del conflicto, al menos catorce personas murieron en el bombardeo ruso a un supermercado, según los servicios de emergencia.

El Ministerio de Defensa ruso señaló ayer que sus tropas seguían “repeliendo el intento de incursión” y que envió más pertrechos y efectivos a la región fronteriza de Kursk.

En la lista figuran “lanzacohetes múltiples BM-21 Grad, piezas de artillería remolcadas, tanques y vehículos Ural y Kamaz”, enumeró el Ministerio, citado por las agencias de noticias rusas.

El organismo confirmó además que las tropas de Kiev alcanzaron la ciudad de Sudzha, a unos diez kilómetros de la frontera. La localidad, de 5.500 habitantes, es clave para el envío de gas a países de la Unión Europea a través de Ucrania. Según el ejército ruso, unos mil soldados y más de dos decenas de blindados y tanques ucranianos participan en esa incursión.

Se trata del ataque más significativo contra Rusia desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. 

Ucrania no ha asumido oficialmente su autoría, pero el presidente Volodímir Zelenski consideró el jueves que los rusos se ven confrontados ahora a su vez a las desdichas de la guerra. “Rusia trajo la guerra a nuestro país y debería sentir” sus efectos, afirmó, sin mencionar directamente la incursión.

Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un centro de investigación con sede en Estados Unidos, las tropas ucranianas han penetrado hasta 35 kilómetros dentro del territorio ruso. Esta incursión representa un revés inesperado para el Kremlin, quien en los últimos meses registró importantes victorias en el este de Ucrania. 

El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció una “provocación a gran escala” y el general de mayor rango del país prometió aplastar la incursión.  Varios medios de comunicación rusos difundieron un video en el que se veía supuestamente a habitantes de Sudzha pidiendo ayuda a Putin.

“En unas horas nuestra localidad quedó en ruinas. Nuestros familiares se están quedando atrás, no podemos llamarlos, no hay comunicación. Por favor, ayúdenos a recuperar nuestra tierra”, declaró uno de ellos.

Once muertos en el este de Ucrania. En la región ucraniana de Sumy, fronteriza con la de Kursk, la policía indicó que “alrededor de 20 mil personas necesitan ser evacuadas” de 28 localidades debido a los ataques rusos. En Donetsk, en el este de Ucrania, al menos catorce personas murieron y 43 resultaron heridas en un ataque contra un supermercado de la ciudad de Kostiantynivka, según el último balance de los servicios de emergencia.

“Rusia tendrá que rendir cuentas por este terror”, escribió Zelenski en Telegram. El gobernador regional, Vadym Filashkin, indicó en Telegram que unas cincuenta personas estaban en el supermercado cuando se produjo el bombardeo y que los rescatistas buscaban posibles víctimas entre los escombros. Filashkin informó previamente que otros cuatro civiles murieron en bombardeos rusos en la región.

Paralelamente, el ejército ucraniano reivindicó el bombardeo contra una base aérea militar rusa en la región de Lípetsk y aseguró que alcanzó “depósitos con bombas aéreas guiadas”, usadas masivamente por Moscú en Ucrania. El Estado Mayor ucraniano también afirmó que la base albergaba bombarderos tácticos y aviones de combate. Las agencias rusas de noticias Tass y Ria Novosti, citando a las autoridades regionales, indicaron que un incendio se declaró en las instalaciones. El gobernador regional de Lípetsk, Ígor Artamónov, alertó de “un ataque masivo de drones” que dejó al menos seis heridos y decretó el estado de emergencia. El Ministerio de Defensa ruso comunicó que un total de 75 drones fueron derribados en regiones como Bélgorod, Kursk o Lípetsk o en la península anexionada de Crimea.