Para frenar a Trump, la Liga Árabe propuso un plan para reconstruir Gaza que fue aprobado por Hamas
La cumbre árabe celebrada en Egipto pidió ayuda internacional para cubrir los 53 mil millones de dólares que costará rearmar el enclave palestino. Trump había sugerido desplazar a los habitantes a países fronterizos.
Liderada por Egipto, la Liga Árabe aprobó un ambicioso plan de reconstrucción para la Franja de Gaza, un territorio devastado por más de 15 meses de guerra entre Hamas e Israel. La propuesta fue anunciada por el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sissi, y aprobada por los líderes árabes que abordaron cómo contribuir al futuro del devastado enclave palestino.
Al concluir la cumbre en El Cairo, Sissi confirmó que el plan fue aprobado por todos los miembros de la Liga Árabe. "Ha sido aprobado", dijo el mandatario egipcio, anticipando cómo la comunidad internacional podría apoyar el proceso de reconstrucción del territorio estimado en más de 50 mil millones de dólares. Acto seguido, la organización islamista que gobierna de facto Gaza también respaldó la iniciativa.
Además, el jefe de Estado egipcio destacó que el objetivo del plan no solo es reconstruir Gaza, sino también ofrecer una alternativa concreta a la propuesta de Donald Trump para lo que denominó la "Rivera de Medio Oriente", que generó fuertes rechazos tanto en la región como a nivel internacional. La propuesta estadounidense, que sugiere poner Gaza bajo control de Estados Unidos y desplazar forzosamente a su población a países vecinos como Egipto y Jordania, fue vista como una amenaza a la estabilidad regional pero también como un intento de despojar a los palestinos de su territorio bajo ocupación israelí.
La Franja de Gaza quedó reducida a escombros y una crisis humanitaria devastadora desde la guerra entre Israel y Hamas.
La contrapropuesta de la Liga Árabe para la reconstrucción de Gaza
El presidente egipcio dejó claro que la propuesta árabe busca asegurar la permanencia de los palestinos en su tierra. Según el plan presentado, Gaza recibirá una ayuda internacional sustancial para su reconstrucción, con un costo estimado en 53.000 millones de dólares, lo que convertiría a la iniciativa en uno de los esfuerzos de reconstrucción más grandes de la historia reciente. El plan contempla una reconstrucción en varias etapas durante un periodo de cinco años, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de la región a largo plazo, sin la necesidad de desplazar a su población, algo que iría en detrimento del derecho internacional enmarcado en los tratados de Ginebra.
El plan de reconstrucción de Gaza, según lo presentado por Egipto, se dividirá en varias fases, con el objetivo de asegurar que la región se recupere de manera estructural y sostenible. La primera etapa de este proceso durará seis meses e incluirá tareas esenciales como la limpieza de escombros, la retirada de minas y explosivos y la creación de viviendas temporales para los desplazados. Se espera que esta fase proporcione refugio a más de 1,5 millones de personas que han quedado sin hogar a causa del conflicto.
Los mandatarios de la Liga Árabe aprobaron un plan para reconstruir Gaza y garantizar estabilidad en Medio Oriente.
Las siguientes fases del plan se enfocarán en la reconstrucción de infraestructuras básicas y viviendas permanentes, lo que permitirá a la población de Gaza comenzar a restablecer su vida cotidiana. En una fase posterior, se tiene previsto la construcción de un puerto comercial y un aeropuerto, proyectos clave para el desarrollo económico del territorio. Estos dos proyectos son fundamentales para garantizar que Gaza pueda ser autosuficiente y funcionar como una entidad económica viable, en lugar de depender exclusivamente de la ayuda externa.
La postura de Hamas y otras consecuencias políticas del plan para Gaza
A largo plazo, el plan prevé que la Autoridad Palestina asuma la gobernanza de Gaza, con el apoyo de una posible presencia internacional que garantice la estabilidad política y económica. Sin embargo, las tensiones sobre el control político de Gaza, especialmente entre Hamas y la Autoridad Palestina, seguirán siendo un obstáculo.
Uno de los desarrollos más significativos de la cumbre fue la declaración del movimiento islamista Hamás, que gobierna Gaza desde 2007. Hamas aceptó el plan de reconstrucción propuesto por la Liga Árabe, a pesar de sus diferencias con algunos de los otros actores palestinos, como la Autoridad Palestina, liderada por Mahmud Abás. El grupo expresó su apoyo en un comunicado oficial, afirmando: "Aceptamos el plan de reconstrucción de Gaza adoptado en el comunicado final de la cumbre y pedimos que se garanticen todos los recursos necesarios para que sea un éxito".
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Además, Hamás ha solicitado que se garantice un compromiso continuo con la financiación de la reconstrucción, pidiendo a los países árabes que asuman un papel activo para evitar que la "tragedia humanitaria" continúe. En su comunicado, el grupo islamista enfatizó que los esfuerzos internacionales deben centrarse en contrarrestar los planes israelíes y estadounidenses que buscan despojar a los palestinos de su tierra.
La reconstrucción de Gaza no solo depende de la aceptación del plan por parte de los palestinos, sino también de la comunidad internacional. El secretario general de la ONU, António Guterres, quien estuvo presente en la cumbre, reiteró el apoyo de las Naciones Unidas al plan árabe. Guterres subrayó que la ONU respaldaría cualquier esfuerzo que promueva la estabilidad y la paz en Gaza y que la reconstrucción debe ser un esfuerzo colaborativo que involucre a todas las partes interesadas.
Sin embargo, la situación política sigue siendo compleja, especialmente porque el gobierno israelí ha dejado claro que no tiene intención de permitir un control palestino total sobre Gaza. La demanda israelí de una "desmilitarización total" de Gaza y la salida de Hamás del territorio son condiciones difíciles de aceptar para el grupo islamista, que ha dejado claro que cualquier conversación sobre la expulsión de sus fuerzas es inaceptable.
Más de 50 mil civiles palestinos murieron a causa de la guerra entre Hamas e Israel.
El rechazo internacional al plan de Donald Trump
La propuesta de Trump, por otro lado, plantea una visión radicalmente distinta, que ha sido interpretada por muchos como un intento de erradicar la identidad palestina en Gaza. Su plan sugiere que los palestinos sean reubicados en otros países árabes, principalmente en Egipto y Jordania, mientras que Gaza sería transformada en una especie de "resort" de lujo bajo control estadounidense. Esta idea, celebrada por las autoridades de Israel pero rechazada por gran parte de la comunidad internacional, no encontró apoyo en el mundo árabe.
La idea de transformar Gaza en una "Riviera del Oriente Medio" ha sido vista como una burla a la situación humanitaria del enclave devastado por los bombardeos. En un video promocional difundido por las cuentas oficiales de Trump en las redes sociales, se mostraba una visión surrealista de Gaza como un destino turístico de lujo, con imágenes generadas por inteligencia artificial de personas disfrutando de una playa, y figuras como Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, disfrutando de cócteles en un hotel con pileta. Este video, titulado "Gaza 2025 ¿Qué se viene?", fue ampliamente criticado por su tono insensible ante las miles de víctimas y la devastación de Gaza.
Aunque Trump defendió su propuesta, sugiriendo que no la impondría sino que solo la recomendaría, la idea fue rechazada por gran parte de la comunidad internacional, incluidos los países árabes. La representación de Gaza como un paraíso turístico contrastaba fuertemente con la realidad de la situación, y muchos vieron el video como una muestra de desconexión de la administración estadounidense respecto a la tragedia humanitaria que atraviesan los palestinos.
Israel suspendió la ayuda humanitaria en Gaza para presionar a Hamas
Mientras se desarrollan estos debates sobre el futuro de Gaza, las negociaciones entre Hamas e Israel sobre el alto el fuego siguen estancadas. En los últimos días, Israel ha bloqueado la entrada de toda asistencia humanitaria a Gaza, mientras exige que Hamás acepte un plan estadounidense para extender el alto al fuego.
Un diario israelí dice que Gaza ya se convirtió en una de las guerras más sangrientas del siglo
La primera fase del acuerdo de tregua, mediado por Egipto, Qatar y Estados Unidos, expiró el sábado pasado. La oficina del primer ministro israelí, en tanto, declaró que Hamas se había negado a aceptar la extensión temporal propuesta por el enviado de Donald Trump, Steve Witkoff. Por su parte, un portavoz de Hamas calificó el bloqueo de suministros a Gaza como un "chantaje barato" y un "golpe" al acuerdo de alto al fuego, pidiendo a los mediadores que intervengan.
El acuerdo de alto al fuego puso fin a 15 meses de enfrentamientos entre Hamás y el ejército israelí, y permitió la liberación de 33 rehenes israelíes a cambio de unos 1.900 prisioneros y detenidos palestinos. Aunque la tregua iniciada el 19 de enero de 2025 ha permitido una disminución en los enfrentamientos, las diferencias sobre las condiciones para una paz duradera siguen siendo un obstáculo. Israel exige la "desmilitarización total" de Gaza y el retorno de los rehenes israelíes secuestrados durante el ataque de Hamas en octubre de 2023, pero Hamas ha rechazado rotundamente estas condiciones.
cd / Gi