Nobel de la Paz, un galardón cada vez más desprestigiado
La última polémica que lo rodea fue la postulación de Donald Trump y Benyamin Netanyahu. Pero ya el que recibió Barack Obama en 2009 fue una gran controversia.
Si hay un premio Nobel más polémico y devaluado que el de Literatura, ese es el de la Paz. Sin embargo, nadie se quiere perder la oportunidad política de brillar por unos días o lustrar su nombre y apellido con ese galardón, y por ello no faltaron las nominaciones para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por los recientes acuerdos de paz con los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.
El problema es que, a pesar de los reclamos de sus seguidores, ya no lo pueden ganar este año porque venció el plazo para presentar nominaciones. Y si, finalmente, resultan elegidos, quedará manchado el proceso de selección del comité noruego que revisa las postulaciones.
La cuestión es que la fecha límite para presentar las nominaciones para el premio Nobel de la Paz 2020 era el 31 de enero de este año.
Donald Trump fue postulado al Premio Nobel de la Paz
Según explicó a PERFIL una vocera del comité que establece este premio -que tiene su base en Noruega, y no en Suecia como el resto de los galardones Nobel-, el organismo está ahora recibiendo postulaciones para el galardón del 2021 a través de un formulario online que pueden rellenar y enviar personas que cubren ciertos criterios: deben ser mandatarios, ministros, miembros de parlamentos de países soberanos, profesores, otros premiados, miembros del comité noruego y de la Corte Internacional de La Haya, por ejemplo.
Consultada por las chances de Trump y Netanyahu, la vocera del comité se limitó a recordar que las nominaciones están cubiertas por una "cláusula de confidencialidad" de medio siglo. "Por lo tanto -dijo la portavoz a este diario-, no se podrán divulgar los nombres de los nominadores ni de los nominados hasta que hayan transcurrido 50 años".
En el caso del presidente norteamericano y el premier israelí, sus nominadores presentaron las candidaturas en voz alta. El impulsor de Netanyahu para el Nobel de la Paz fue el diputado italiano Paolo Grimoldi, representante de la Lega Nord, el partido autonomista de derecha que en algún momento abogaba por la independencia de la Padania, el norte rico del país. Grimoldi dijo que el comité le confirmó haber recibido la nominación y declaró su esperanza de un "doblete" Trump-Netanyahu para el Nobel de la Paz.
Trump firmó el acuerdo de paz de Israel, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein
La candidatura de Trump, por su lado, fue presentada por el parlamentario noruego Christian Tybring-Gjedde, del Partido del Progreso, considerada una formación populista de derecha. "Creo que Trump ha hecho más por crear la paz entre las naciones que la mayoría de los nominados" al Nobel, afirmó Tybring-Gjedde durante una entrevista con la emisora norteamericana Fox News.
El nombre del ganador o los ganadores del Nobel de la Paz será dado a conocer el 9 de octubre, el momento en que se resolverán todas estas dudas.
Para el comité, a menudo señalado por su tendencia a premiar a candidatos "progresistas" o hacia la centroizquierda, la normativa sobre la fecha límite para presentar los candidatos le resuelve el dolor de cabeza de tener que considerar a Trump y Netanyahu, dos líderes siempre ubicados en la derecha.
Si es por respetar los tiempos, ninguno de los dos corre para este año. Y, si sus nominaciones valen para la próxima edición del Nobel, tanto Trump -que buscará la reelección en noviembre- como Netanyahu -parte de una coalición inestable en Israel- se encontrarían en la curiosa situación de estar fuera del poder para diciembre del año próximo, cuando se realizará la ceremonia del 2021.
Muchos defensores de Trump prefieren en estos días ignorar las reglas del comité noruego y están reclamando el Nobel de la Paz para Trump, no solamente por los acuerdos entre Israel, Bahrein y los Emiratos, sino también por el acercamiento que logró entre Serbia y Kosovo.
Diplomáticos de EE.UU. impulsan acuerdo entre Serbia y Kosovo
Si Trump no gana el premio de este año, "pueden terminar con el Nobel de la Paz", escribió por ejemplo el analista político estadounidense Gayle Trotter.
"¿De qué sirve el llamado Premio de la Paz si el claro vencedor no gana?", se preguntó Trotter, quien aprovechó para vaticinar que será un personaje no muy querido por los sectores políticos de derecha, la joven ambientalista sueca Greta Thunberg, quien se quedaría con el galardón.
Un análisis de la emisora británica BBC, entre otros, señaló claramente que Trump está nominado para el 2021 y no para este año. Pero los trumpistas no quieren saber nada con estos informes ni con las reglas del comité y siguen reclamando que el nombre de Trump sea el que se anuncie el 9 de octubre.
Después de todo, el proceso del Nobel de la Paz -al que alguna vez se postuló a Stalin y a Hitler, por ejemplo- ya estuvo sospechado en el pasado. Y, en los últimos años, nunca más que en el 2009, cuando fue concedido al entonces flamante presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Si se toman en cuenta las regulaciones del comité, la postulación de Obama debería haberse presentado antes del 31 de enero del 2009, es decir, cuando tenía apenas once días en la Casa Blanca. ¿Cómo se podía saber que Obama iba a ser merecedor del premio Nobel de la Paz cuando recién había comenzado su mandato? ¿Por qué el comité se apuró a evaluar la candidatura y elegirlo como ganador para octubre de aquel año, con solamente siete meses de gobierno?
Obama recibió el polémico premio Nobel de la Paz
En todo caso, Trump sí logró impulsar tratados de paz verdaderos y, en contraste, la nominación de Obama convirtió aquella vez al comité noruego en un hazmerreír internacional.
De hecho, el entorno del presidente norteamericano dudó sobre la conveniencia o no de que viajara a Oslo en diciembre del 2009 para recibir el premio. Evidentemente, Obama no pudo resistir la tentación y se presentó en la capital noruega para la ceremonia y pronunció un discurso en el que -nobleza obliga- reconoció la "considerable controversia" que había generado su consagración.
Después de todo, ¿cómo se podía explicar que se entregó el Nobel a Obama, nominado con apenas días en la Casa Blanca y galardonado apenas meses después de haber asumido, por -según explicó el comité- "sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos"?
De una u otra manera, ganen Trump y Netanyahu o sea Greta quien se queda con el premio, los miembros del comité del Nobel de la Paz se preguntarán, otra vez, qué le hace una mancha más al tigre.