sorpresiva medida

México extraditó a los principales capos narcos presos a Estados Unidos

Los más importantes capos narcos que México había logrado encarcelar fueron extraditados sorpresivamente a Estados Unidos, junto a otra treintena de acusados de narcotráfico, mientras las autoridades mexicanas negocian contrarreloj para evitar la puesta en vigor de los aranceles a sus importaciones anunciadas por el presidente Donald Trump. Los dos más importantes jefes, Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes, se declararon “no culpables” ante un juez.

No culpables. Así se declararon Caro Quinteros, el “narco de narcos”, y Carrillo Fuentes, en la primera audiencia en un tribunal de Brooklyn. Foto: afp

Los capos narcos mexicanos Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara; y Vicente Carrillo Fuentes, que condujo el de Juárez, se declararon hoy “no culpables” ante un tribunal federal de los EE.UU. en la ciudad de Nueva York, tras su sorpresiva transferencia desde México a pocos días de que se cumpla el plazo establecido por el presidente Donald Trump para aplicar aranceles a las exportaciones mexicanas.  

Tras declarar al juez que había leído los cargos que se le imputan, a través de su abogado, Caro Quintero se declaró “no culpable” en una sala abarrotada de agentes de la DEA, la agencia antidrogas estadounidense que lo acusa del homicidio de uno de sus hombres, Enrique “Kiki” Camarena, en 1985.

“Después de cuarenta años, el hombre que asesinó al agente especial de la DEA Enrique Camarena está aquí para hacer frente a la Justicia estadounidense”, dijo la fiscal Saritha Komatireddy.

Caro Quintero es “responsable de la muerte de muchos estadounidenses”, agregó la fiscal. “Él y sus socios fueron pioneros de la industria del narcotráfico mexicana”, enfatizó.

Conocido como “narco de los narcos”, Caro Quintero llegó con las manos esposadas a la espalda a la sala del tribunal federal de Brooklyn. Antes que él, compareció otro de los narcotraficantes enviados por México la víspera, Vicente Carrillo Fuentes, que también se declaró “no culpable” durante la vista.

Extradición. El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum extraditó el jueves a Estados Unidos a cerca de una treintena de detenidos vinculados con el narcotráfico, incluido el cofundador del cártel de Guadalajara Rafael Caro Quintero, pocos días antes de que la Administración de Donald Trump aplique los aranceles estadounidenses a los productos mexicanos.

“Esta mañana fueron trasladadas a Estados Unidos 29 personas que se encontraban privadas de su libertad en diferentes centros penitenciarios del país, las cuales eran requeridas por sus vínculos con organizaciones criminales por tráfico de drogas, entre otros delitos”, rezaba un breve comunicado conjunto de la Fiscalía de México y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Las autoridades mexicanas han remarcado que “la custodia, traslado y entrega formal de dichas personas se realiza bajo los protocolos institucionales con el debido respeto de sus derechos fundamentales, en apego” a la Constitución y la ley de seguridad nacional, y bajo la solicitud del Departamento de Justicia de Estados Unidos”.

“Esta acción se enmarca dentro de las labores de coordinación, cooperación y reciprocidad bilateral, en el marco del respeto a la soberanía de ambas naciones”, han agregado los mencionados organismos mexicanos, que, por su parte, no han proporcionado las identidades de los ciudadanos extraditados.

Caro Quintero, exlíder del cártel de Guadalajara, estuvo detrás del asesinato de un agente de la DEA estadounidense en 1985, lo que marcó un punto crítico en las relaciones entre ambos países. Su historia fue dramatizada en la popular serie de Netflix Narcos: México. Carrillo Fuentes fue líder del cártel de Juárez.  

Ambos comparecieron ante un tribunal federal en Brooklyn, Nueva York, donde anteriormente fue procesado el capo del cártel de Sinaloa, Joaquín “el Chapo” Guzmán, que cumple una condena a cadena perpetua en una cárcel de alta seguridad de Estados Unidos.  

La Casa Blanca, en un comunicado emitido ayer antes de las audiencias, calificó a Caro Quintero como “uno de los jefes de cartel más malvados del mundo”. “La administración Trump está declarando a estos criminales como terroristas, porque eso es lo que son, y exigiendo justicia para el pueblo estadounidense”, decía el comunicado.  

La entrega de los prisioneros se produce mientras funcionarios mexicanos están en Washington tratando de disuadir al presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25% a todas las importaciones mexicanas. A cambio de retrasar los aranceles, Trump había insistido en que México tomara medidas enérgicas contra los cárteles, la inmigración ilegal y la producción de fentanilo.  

Entre los otros extraditados se encuentran miembros de alto rango de los seis grupos del crimen organizado mexicano que recientemente fueron designados por la administración republicana como “organizaciones terroristas extranjeras”. Figuran ahí Martín Sotelo, acusado de matar en 2022 a un ayudante de sheriff; el hermano del líder del cártel Jalisco Nueva Generación, Antonio Oseguera Cervantes, y los líderes de Los Zetas Ramiro Pérez Moreno y Lucio Hernández Lechuga.

Hay también otros líderes de cárteles, jefes de seguridad de ambas facciones del cártel de Sinaloa y operadores financieros del cartel. Enfrentan cargos relacionados con crimen organizado, tráfico de drogas, asesinato, uso ilegal de armas de fuego, lavado de dinero y otros delitos. Los extraditados “han sido responsables colectivamente de la importación a EE.UU. de cantidades masivas de drogas, incluida cocaína, metanfetamina, fentanilo y heroína, así como de actos de violencia asociados”, sostuvo la Casa Blanca.

La fiscal general estadounidense Pam Bondi recordó que Trump declaró como grupos terroristas a los cárteles, razón por la que su oficina “está decidida a destruir los cárteles y las bandas transnacionales”. “Enjuiciaremos a estos criminales con todo el peso de la ley en honor a los valientes agentes que dedicaron sus carreras –y en algunos casos sus vidas– para proteger a personas inocentes del flagelo de los violentos cárteles”, ha aseverado.

Grandes capos. Carrillo Fuentes es hermano del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, conocido como “El Señor de los Cielos”, quien murió en 1997 en una cirugía plástica fallida. Conocido como “el Virrey”, Carrillo Fuentes continuó con el negocio de su hermano, traficando drogas a través de la frontera hasta su arresto en 2014. En 2021 fue sentenciado a 28 años de prisión por crimen organizado, lavado de dinero y violaciones a las leyes de armas.  

Por su parte, Caro Quintero ha sido durante mucho tiempo uno de los principales objetivos de extradición de Estados Unidos. Fue uno de los fundadores del cártel de Guadalajara y uno de los principales proveedores de heroína, cocaína y marihuana al otro lado de la frontera a finales de los años 70 y 80.  

Caro Quintero ordenó el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, culpándolo de un operativo en el que se incautó una enorme plantación de marihuana el año anterior. Caro Quintero fue capturado en Costa Rica y cumplía 28 de los 40 años de su condena en México cuando un tribunal de apelaciones anuló su sentencia en 2013.  

Tras su liberación, volvió al tráfico de drogas y desató sangrientas disputas territoriales n el estado fronterizo de Sonora.

Estados Unidos, que incluyó a Caro Quintero en la lista de los 10 más buscados del FBI en 2018 con una recompensa de 20 millones de dólares, solicitó inmediatamente su extradición. Sin embargo, la solicitud quedó en el limbo cuando el entonces presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, redujo drásticamente la cooperación con Washington.