tras el fraude electoral

Maduro juró un nuevo mandato viciado desde el origen y que muy pocos reconocen

El líder chavista asumió en una ceremonia a la que no asistió ningún presidente democrático latinoamericano, solo el cubano Díaz-Canel y el nicaragüense Ortega. Vladimir Putin envió al presidente de la Cámara Baja rusa y Xi Jiping a un representante. La cúpula militar le aseguró “lealtad y subordinación”.

Juro. “Este nuevo período será el período de la paz, la prosperidad, la igualdad y la nueva democracia”, prometió. Foto: afp

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asumió el viernes su tercer mandato consecutivo, calificado de “golpe de Estado” por la oposición y que provocó nuevas sanciones de Estados Unidos.

Maduro, en el poder desde 2013, tomó juramento en una ceremonia con toda la pompa en la sede de la Asamblea Nacional, bajo su control, al igual que todas las instituciones del país, incluyendo la Fuerza Armada, pero con una menguada presencia internacional, que solo incluía la presencia de dos dictadores regionales, el cubano Miguel Díaz-Canel y el nicaragüense Daniel Ortega. Los pocos países latinoamericanos representados, con la excepción de Bolivia y Honduras que enviaron a sus cancilleres, lo hicieron a nivel de embajador. 

El presidente ruso, Vladimir Putin, transmitió sus “felicitaciones” a su aliado venezolano a través de su representante en el acto, el jefe de la Duma, Viacheslav Volodin.

“Juro” que “este nuevo período presidencial será el período de la paz, la prosperidad, la igualdad y la nueva democracia”, prometió un enérgico Maduro, vestido de traje oscuro, ante el jefe legislativo, el poderoso dirigente chavista Jorge Rodríguez, uno de los halcones del régimen. 

“¡Lo juro por la historia, lo juro por mi vida, y así cumpliré!”, agregó el mandatario, antes de recibir la banda y el collar presidencial.

Durante su discurso se erigió como “el presidente pueblo” y aseguró que “jamás” traicionará a los venezolanos. “Voy para adelante con la fuerza huracanada y volcánica de un pueblo que quiere patria, que quiere futuro, que quiere paz. Que nadie se confunda con el pueblo de Venezuela”, vociferó. 

La oposición denunció que Maduro consumó “un golpe de Estado” al juramentarse, apoyado “por la fuerza bruta y desconociendo la soberanía popular expresada contundentemente el pasado 28 de julio”, día de las elecciones presidenciales en las que reivindica la victoria de su candidato Edmundo González Urrutia que fundamenta en las actas en su poder.

Como símbolo de cuál es la verdadera esencia del poder del chavismo, a bordo de un todoterreno militar, con escoltas corriendo a los lados, Maduro se trasladó hacia la Academia Militar de Venezuela, donde encabezó un acto de “reconocimiento y reafirmación de lealtad” ante más de 3.200 uniformados, que el jefe de la agrupación de parada definió como “combatientes revolucionarios, socialistas, antiimperialistas y hoy más que nunca profundamente chavistas”.

“Concurrimos a este acto de reconocimiento, reafirmación de lealtad y juramento que exalta las bases fundamentales en que descansa la organización militar, como son la disciplina, la obediencia y la subordinación”, señaló el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, en un pronunciamiento.

Asimismo, afirmó que las Fuerzas Armadas venezolanas ratifican “el compromiso de fidelidad a los ideales del libertador Simón Bolívar”, mientras que reiteran su “carácter popular anticolonialista, antioligárquico y antiimperialista”.

“Defenderemos en perfecta fusión popular-militar-policial a la nación contra cualquier amenaza”, ha subrayado Padrino, y agregó que obedecerán “el mandato popular expresado el pasado 28 de julio de 2024 en elecciones libres, universales, directas, y secretas”.

El Consejo Electoral proclamó a Maduro ganador de los comicios con 52% de los votos en los comicios presidenciales, que acompañó por una cifra de votos, que luego eliminó, pero a la fecha sigue sin publicar el escrutinio detallado, como manda la ley. La oposición asegura por su parte que González Urrutia ganó con el 70% con el apoyo del 85% de las actas, cuya validez comprobaron el Centro Carter y otras organizaciones internacionales. 

La oposición indicó que “González Urrutia es quien debe ser juramentado”, según un comunicado de la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria.

La Unión Europea señaló que Maduro “carece de legitimidad”. El Reino Unido lo tachó de “fraudulento” y anunció sanciones contra 15 altos cargos. 

“Esta toma de posesión no la pudieron impedir y es una gran victoria de la democracia venezolana”, lanzó un desafiante Maduro, quien se dijo blanco de una “conspiración” de “Estados Unidos y sus satélites y esclavos en América Latina y en el mundo”.

Cierre de frontera. En una Caracas militarizada y con los principales accesos al centro de la ciudad bloqueados por un imponente operativo de seguridad, seguidores del chavismo acompañaron la jura del mandatario en los alrededores del Palacio Federal Legislativo en el centro de Caracas.

El gobierno ordenó además hasta el lunes el cierre de su frontera terrestre y espacio aéreo con Colombia.

En el próximo sexenio, Maduro propone una “gran reforma” a la Constitución, que sigue el camino de la aprobación de nuevas leyes que, según expertos, merman las libertades. Promete igualmente recuperación económica, tras pasar buena parte de sus 12 años en el poder en recesión, alta inflación y escasez. Más de siete millones de venezolanos migraron huyendo de la crisis, según la ONU.

En el horizonte, no obstante, aparecen eventuales nuevas sanciones con el regreso a la Casa Blanca de Trump, que en su primer gobierno impuso un embargo petrolero.