La vice de Filipinas pidió asesinar al presidente si a ella le pasa algo
Enfrentada a Ferdinand Marcos, Sara Duterte ofreció una conferencia de prensa en la que, sostuvo que hay un complot para matarla y que le había pedido a su seguridad que, si la mataban, mataran al presidente, a la primera dama, y al titular de la Cámara de Diputados. Ella es hija de Rodrigo Duterte, exmandatario acusado de violaciones a los derechos humanos.
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, puso en alerta a a su equipo de seguridad debido a lo que su oficina calificó como una “amenaza activa” contra su vida por parte de la vicepresidenta Sara Duterte, informó ayer el palacio presidencial.
Horas antes, en una conferencia de prensa cargada de insultos, la vicepresidenta Duterte afirmó ser objeto de un complot de asesinato y reveló que le había pedido a un miembro de su equipo de seguridad que matara al presidente en caso de que dicho complot se concretara.
El Comando de Seguridad Presidencial aumentó inmediatamente la seguridad de Marcos y dijo que consideraba la amenaza de la vicepresidenta, que fue “hecha descaradamente en público”, un problema de seguridad nacional.
La fuerza de seguridad dijo que estaba “coordinando con las agencias de aplicación de la ley para detectar, disuadir y defender contra cualquier y todas las amenazas al presidente y a la primera familia”.
Choques. Las familias Duterte y Marcos, que habían formado una alianza política, han visto cómo su relación se desmoronó de manera espectacular en los últimos meses. Ambas partes se han lanzado acusaciones de adicción a las drogas y han adoptado una retórica cada vez más extrema de cara a las elecciones legislativas de mitad de mandato del próximo año y las presidenciales de 2028.
Marcos se postuló con Duterte como su compañera de fórmula en las elecciones de mayo de 2022 y ambos ganaron con victorias aplastantes en una campaña que llamaba a la unidad nacional.
Sin embargo, los dos líderes y sus seguidores tuvieron rápidamente una violenta ruptura debido a diferencias clave, incluyendo sus enfoques hacia las acciones agresivas de China en el disputado Mar del Sur de China. Duterte renunció al gabinete de Marcos en junio como secretaria de Educación y jefa de un cuerpo antiinsurgencia.
“Ya hablé con una persona de mi equipo de seguridad. Le dije que, si me matan, mate a BBM (Ferdinand Marcos), a la primera dama Liza Araneta y al primo del presidente Martín Romuáldez. No es broma”, declaró Duterte en una conferencia de prensa que comenzó pasada la medianoche.
“Le dije, si muero, no te detengas hasta haberlos matado a ellos”, añadió.
Horas después, la oficina de comunicaciones del palacio anunció que había remitido “esta amenaza activa al Comando de Seguridad Presidencial para una acción inmediata y adecuada”.
“Cualquier amenaza contra la vida del presidente debe tomarse siempre en serio, especialmente cuando esta amenaza se ha revelado públicamente de manera clara y directa”, señaló en un comunicado.
Duterte enfrenta la amenaza de un juicio político en la Cámara de Representantes, liderada por el primo de Marcos, Martín Romuáldez, quien se perfila como candidato presidencial para 2028.
Además, ha tenido una ruptura conflictiva con la esposa del presidente, Liza Araneta-Marcos, quien la acusó de reírse durante un evento en enero, cuando su padre, el expresidente Rodrigo Duterte, acusó a Marcos de ser un “adicto a las drogas”.
Duterte convocó su conferencia de prensa nocturna después de que funcionarios de la Cámara anunciaran que transferirían a su jefa de gabinete, detenida por desacato, del centro de detención de la Cámara a una instalación correccional.
Zuleika López fue detenida el miércoles tras ser acusada de “interferencia indebida” en los procedimientos de la Cámara relacionados con el gasto de fondos públicos por parte de Duterte.
Duterte renunció a su puesto en el gabinete como secretaria de Educación en junio, cuando las tensiones entre ambas familias alcanzaron un punto crítico.
Meses antes, su padre había acusado a Marcos de ser un “adicto a las drogas”, mientras que el presidente, al día siguiente, afirmó que la salud del expresidente estaba deteriorada debido al consumo prolongado del potente opioide fentanilo. Ninguno de los dos presentó pruebas de sus acusaciones.
En octubre, Duterte expresó que se sentía “utilizada” tras haber formado equipo con Marcos para las elecciones de mayo de 2022, que ganaron por amplia mayoría.
A pesar de todo, Duterte sigue siendo la sucesora constitucional del presidente, quien tiene 67 años.
La vicepresidenta es hija del predecesor de Marcos, Rodrigo Duterte, cuya represión antidrogas aplicada por la policía cuando era alcalde de la ciudad y luego como presidente dejó miles de sospechosos, en su mayoría menores, muertos en asesinatos que la Corte Penal Internacional ha estado investigando como un posible crimen contra la humanidad.
El expresidente negó haber autorizado asesinatos extrajudiciales bajo su represión, pero ha dado declaraciones contradictorias. Dijo en una investigación pública del Senado filipino el mes pasado que había mantenido un “escuadrón de la muerte” de gánsteres para matar a otros criminales cuando era alcalde de la ciudad sureña de Davao.
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