Israel lanza una ofensiva militar terrestre "selectiva" contra Hezbollah en el sur de Líbano
El ejército israelí declaró tres localidades fronterizas con el Líbano como "zonas militares cerradas". En respuesta, las fuerzas de Beirut "reposicionaron y reagruparon sus fuerzas" en la frontera sur.
El ejército israelí anunció el martes que sus fuerzas comenzaron a efectuar "incursiones terrestres selectivas" en poblados del sur de Líbano. Las incursiones, respaldadas por ataques aéreos y de artillería, tienen como objetivo combatientes del grupo Hezbollah "en poblados cercanos a la frontera" con Israel", indicó el ejército en un comunicado.
"De acuerdo con una decisión a nivel político, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzaron hace unas horas una operación terrestre selectiva y delimitada en el sur del Líbano contra objetivos terroristas e infraestructuras de la organización terrorista Hezbollah, en varias aldeas cercanas a la frontera, que representan una amenaza inmediata y real para los asentamientos israelíes en la frontera norte", anunciaron las FDI en su cuenta de la red social X.
Los ataques israelíes se incrementaron desde mediados de septiembre y acabaron con la vida de gran parte de la cúpula de Hezbollah, incluido su secretario general, Hasán Nasralá, muerto el pasado viernes en un bombardeo en Beirut.
Más temprano, el ejército de Israel había anunciado que estaba relizando operaciones terrestres "limitadas" contra Hezbollah mientras que El Líbano reposicionó sus tropas en la frontera.
"Nos han informado que actualmente llevan a cabo lo que dicen que son operaciones limitadas contra infraestructuras de Hezbollah cerca de la frontera", declaró a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
"Hemos mantenido conversaciones con ellos sobre estas operaciones, pero el calendario, el objetivo, el ritmo de estas operaciones (...) dejemos que sean ellos los que hablen", añadió. De esa manera, el portavoz se negó a dar detalles de las conversaciones y dejó a Israel que "hable de sus operaciones militares".
En tanto, luego de que trascendiera la operación de Jerusalén, Hezbollah declaró que "atacó" a soldados israelíes "en movimiento" frente a Adaiseh y Kfarkila (cerca de la frontera libanesa) en la noche del lunes al martes, mientras que una fuente cercana a ese grupo precisó que los militares estaban "en la frontera".
Según anunció el Ministerio libanés de Salud, el balance de los bombardeos israelíes del lunes en Líbano es de 95 muertos en el país. "Los bombardeos enemigos israelíes mataron a 95 personas e hirieron a 172 en las últimas 24 horas", anunció la cartera en un comunicado.
Antes de que se llevara a cabo el ataque, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio a entender que se opone a las operaciones terrestres israelíes en Líbano y pidió un alto el fuego, en medio de una tensión extrema después de que Israel matara al líder de Hezbollah, Hasán Nasralá. No obstante, Washington acogió con satisfacción la noticia, siendo que el jefe de la diplomacia Antony Blinken afirmó que el mundo es "más seguro sin él", aunque pidió una desescalada y una solución diplomática en Líbano.
Precisamente, este lunes las Fuerzas Armadas israelíes declararon "zona militar cerrada" un área de la frontera con Líbano, por lo que prohíben el acceso a personal civil. La zona incluye los términos municipales de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi, muy cerca de una zona de la parte libanesa de la frontera sometida a intensos bombardeos de artillería durante la jornada. El ejército israelí ordenó también evacuar a los habitantes de tres barrios del suburbio sur de Beirut.
Esta información se había difundido en medio de las especulaciones de una inminente entrada de fuerzas militares terrestres israelíes en territorio libanés y cuando el gabinete de seguridad del Gobierno israelí se encontraba reunido en el cuartel general de las Fuerzas Armadas en Tel Aviv, con el primer ministro Benjamin Netanyahu al frente.
Sumado a esto, en Líbano, el ejército israelí reposicionó a sus tropas en el sur del país, en la frontera con Israel, declaró a la AFP un responsable militar. Pese al devastador golpe asestado a Hezbollah con el asesinato de su jefe, los dirigentes israelíes advirtieron que la batalla no finalizó contra el movimiento proiraní, archienemigo de Jerusalén.
Previamente, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que la muerte de Nasrallah es "un paso importante", pero no es el "final". "Para garantizar el regreso de las comunidades del norte de Israel, utilizaremos todas nuestras capacidades", declaró Gallant durante una visita a soldados desplegados en la frontera entre Israel y Líbano.
En tanto, el número dos del movimiento islamista libanés, Naim Qasem, aseguró que "estamos listos si los israelíes deciden entrar en nuestro territorio, nuestras fuerzas de la resistencia están listas para una confrontación terrestre". Además, prometió continuar luchando "en apoyo a Gaza", a la par que afirmó que el grupo escogerá "lo antes posible" al sucesor del líder fallecido.
El ejército de Líbano "reposiciona" tropas en el sur por amenazas israelíes de incursión
Por su parte, el ejército libanés ordenó "reposicionar y reagrupar sus fuerzas" en la frontera sur del país, según declaró a AFP un responsable militar que pidió el anonimato, en momentos en que Israel instauró una "zona militar cerrada" en localidades fronterizas.
Según la cadena local Al Manar, afiliada a Hezbollah, se produjeron "tiros sionistas de artillería" cerca de los pueblos fronterizos de Wazzani, el valle de Khiam, Alma al Shaab y Naqura. En tanto, la agencia nacional libanesa de noticias reportó "importantes tiros de artillería contra Wazzani".
Hezbollah prometió "duras" represalias contra Israel por las explosiones
Esas aldeas están frente a localidades israelíes que fueron declaradas "zona militar cerrada" por el ejército israelí horas después de que el ministro de Defensa de Israel diera a entender que se podrían llevar a cabo operaciones terrestres contra Hezbollah. En ese sentido, Jerusalén emprendió una campaña de bombardeos aéreos contra los feudos del grupo terrorista en Líbano a principios de mes.
El movimiento islamista empezó a disparar cohetes hacia el norte de Israel el 8 de octubre, afirmando que actúa en apoyo de Hamas, en guerra en la Franja de Gaza contra el ejército israelí. El conflicto se desencadenó por un ataque de los islamistas palestinos en el sur de Israel el 7 de octubre.
Benjamín Netanyahu advirtió que "no hay ningún lugar en Oriente Medio al que Israel no pueda llegar"
En paralelo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió que no hay lugar en Medio Oriente al que su país no pueda llegar, a la par que acusó a Irán de no preocuparse por sus ciudadanos y de hundir la región "más profundamente en la oscuridad y la guerra".
"No hay ningún lugar en Oriente Medio al que Israel no pueda llegar. No hay ningún lugar al que no vayamos para proteger a nuestro pueblo y a nuestro país", sostuvo el primer ministro israelí en un video dirigido al pueblo iraní.
"Cada día, ese régimen hunde a nuestra región más profundamente en la oscuridad y más profundamente en la guerra. Cada día, sus marionetas son eliminadas. Pregúntenle a Mohammed Deif, pregúntenle a Nasrallah", afirmó en referencia al jefe del brazo armado del movimiento terrorista palestino Hamás, a quien Israel asegura haber matado en julio en Gaza, y al jefe de Hezbollah abatido el viernes en Líbano por Israel, respectivamente.
"A cada momento, el régimen les acerca al abismo a ustedes, al noble pueblo persa. La gran mayoría de los iraníes sabe que su régimen no se preocupa por ellos lo más mínimo", enfatizó.
Llamados a evitar una operación terrestre
A raíz de la escalada bélica, la ONU anunció que los más de 10 mil cascos azules desplegados en el sur de Líbano ya no pueden patrullar por la intensidad de los combates. Sumado a esto, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, reiteró su oposición a cualquier "invasión terrestre" israelí. Cualquier nueva intervención militar israelí en Líbano "debe ser evitada", señaló en tanto el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
En Washington, el presidente Joe Biden dio a entender que se opone a las operaciones terrestres israelíes en Líbano y pidió un alto el fuego "ahora". En sintonía con sus declaraciones, el canciller francés, Jean-Noël Barrot, que se encuentra en Beirut, también solicitó a Israel que se "abstenga de cualquier incursión terrestre" en Líbano y que "cese el fuego". Asimismo, pidió a Hezbollah que deje de disparar contra el norte de Israel.
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