En medio de la alianza entre Trump y Putin, ambos países se reunirán para "normalizar" sus relaciones diplomáticas
En un gesto de "buena voluntad", delegaciones estadounidenses y rusas continuarán discutiendo el futuro de Ucrania y buscarán normalizar su vínculo diplomático tras años de conflictos.
En el marco del acercamiento inédito entre Donald Trump y Vladimir Putin, delegaciones de Estados Unidos y Rusia se reunirán en Estambul para retomar sus conversaciones respecto a la paz en Ucrania y explorar la posibilidad de restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Este encuentro se llevará a cabo el próximo jueves 27 de febrero en un contexto internacional tenso, marcado por el giro ordenado Trump en la política exterior estadounidense y las complejidades geopolíticas derivadas de la guerra en Europa. El magnate republicano rompió con su antecesor de manera drástica al acercarse a su homólogo ruso, excluyendo tanto a Kiev como a Bruselas, encendiendo las alarmas en una Europa dependiente a de su paraguas de seguridad.
Como parte de su estrategia, Trump no sentó las bases para aliarse al líder del Kremlin sino que acorraló al gobierno ucraniano a cargo de Volodomir Zelenski, que dependió de la asistencia militar de Washington para sostener la contraofensiva a tres años de iniciada la invasión. Como parte de esta inclinación de la administración de Trump en favor de Moscú, el presidente ucraniano aceptó la propuesta sobre la cesión de recursos naturales en compensación de los gastos de militares que el país norteamericano le giró en la guerra contra Rusia.
Vladimir Putin y Donald Trump ordenaron el comienzo de las negociaciones para finalizar la guerra en Ucrania.
Cómo será segundo encuentro entre delegaciones de Rusia y EEUU
En un nuevo gesto de buena voluntad, el segundo encuentro entre diplomáticos estadounidenses y rusos ocurrirá en Estambul, la mítica ciudad turca que une Europa con Asia. La idea, en tanto, será allanar el camino para restablecer la normalización de las relaciones diplomáticas en sus respectivas embajadas, después de años de expulsiones de personal y conflictos bilaterales.
Sin embargo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, expresó su confianza en que los resultados de estas conversaciones reflejarán "con qué rapidez y eficacia" avanzarán las negociaciones entre ambas potencias nucleares. El encuentro se perfila como un test clave para medir la viabilidad de restablecer la confianza mutua en un clima de desconfianza prolongada.
En palabras de Lavrov, "Creo que sus resultados dejarán claro con qué rapidez y eficacia podemos avanzar" en la reanudación de las relaciones diplomáticas, en lo que se perfila como un esfuerzo por superar las rupturas previas derivadas de las expulsiones de personal diplomático y las tensiones relacionadas con la política de la administración de Donald Trump.
Este será el segundo encuentro entre altos funcionarios de Washington y Moscú tras el inicio de la invasión rusa en Ucrania. El primero se produjo en Riad, Arabia Saudita. En ese momento sentaron las bases de un posible restablecimiento de relaciones, a pesar de que el asunto que acaparó la opinión pública fue el llamado "inmediato" a negociar la paz en Ucrania, lo que enojó tanto a Kiev como a sus aliados de la Unión Europea.
Según Moscú, el principal acuerdo de la reunión fue que ambas partes deberían enfocar sus esfuerzos en la normalización de las misiones diplomáticas antes de abordar temas de mayor calado, como la guerra en Ucrania. Lavrov, en referencia a este encuentro, mencionó que los diplomáticos y expertos de ambos países discutirán los problemas surgidos de las políticas anteriores de la administración estadounidense, que impusieron "obstáculos artificiales" a la embajada rusa en Washington. "La reunión de Riad no abordó (el tema de las tierras raras) directamente, pero hablamos de cómo los presidentes remarcaron en su conversación telefónica que es necesario eliminar las barreras artificiales al desarrollo de vínculos económicos y de otro tipo mutuamente beneficiosos", señaló el canciller ruso.
Emmanuel Macron se reunió con Trump en la Casa Blanca para acercar la posición de Europa.
Tensión por el acuerdo entre EEUU y Ucrania por la explotación de recursos
Otro tema de interés que generó cierta controversia es el supuesto -y recientemente anunciado- acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania sobre la explotación de los recursos minerales de Ucrania, específicamente tierras raras, a cambio de apoyo militar. La Casa Blanca no dio detalles precisos al respecto, aunque Trump mencionó que el pacto podría durar hasta que se llegue a un acuerdo con Rusia. Ante esto, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, expresó la incertidumbre del Kremlin sobre este acuerdo, al afirmar que "Aún no hay declaraciones oficiales al respecto".
El tema de las tropas de paz también ha sido objeto de controversia. Mientras que algunos países europeos, como Francia y el Reino Unido, han promovido la idea de enviar tropas para estabilizar la situación en Ucrania, Lavrov se mostró firme al rechazar esta iniciativa, calificándola como un "truco que no resolverá el problema". Peskov, por su parte, fue aún más directo y, al ser preguntado sobre la posibilidad de aceptar tropas de países aliados de Rusia, incluidas las de China, respondió tajantemente: "No".
Francia y el liderazgo europeo en la crisis de Ucrania
En medio del tira y afloje entre Moscú y Washington, Bruselas quedó desdibujada. El papel de Europa en las negociaciones también ha sido objeto de discusión, particularmente en lo que respecta a la participación activa de Francia y Reino Unido. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, como la reciente visita del presidente francés Emmanuel Macron a Washington, para reintegrar a Estados Unidos en la discusión sobre el despliegue de tropas en Ucrania, los resultados no fueron los esperados. Según varios analistas citados por la agencia rusa TASS, Macron enfrenta desafíos importantes para liderar una solución efectiva debido a la falta de recursos militares y financieros de las naciones europeas para respaldar a Kiev a largo plazo.
Pavel Timofeyev, jefe de la Sección de Asuntos y Conflictos Regionales del Instituto Primakov, observó que "el objetivo estratégico sigue siendo lograr un resultado que pueda presentarse ante el público como una derrota de Rusia", pero advirtió que Europa corre el riesgo de quedar al margen del proceso de negociación a medida que la dinámica entre EE.UU. y Rusia evoluciona. A ello se suman las fluctuaciones en la postura de Macron y las dificultades para establecer un liderazgo genuino en el contexto de la crisis.
En medio de este panorama, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas también se vio involucrado en la crisis de Ucrania. A pesar de que la resolución propuesta por Estados Unidos no condenó directamente a Moscú ni exigió la restauración de la integridad territorial de Ucrania, la resolución fue respaldada por Rusia y China, mientras que Francia y el Reino Unido se abstuvieron de votar.
Este giro en las dinámicas internacionales refleja la complejidad de las negociaciones, con diferentes actores internacionales buscando equilibrar sus intereses en un conflicto que alteró el mapa de poder global posterior a la Guerra Fría y vigente hasta la actualidad. Mientras tanto, las conversaciones que se reanudarán en Estambul serán un indicador crucial para medir si realmente existe la voluntad de las partes para superar la que fue la mayor guerra convencional desplegada en Europa desde la Segunda Guerra.
cd
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