Guerra comercial

Estados Unidos y China chocan por un fallo de la OMC contra los aranceles de Trump

Las tarifas que impuso la Casa Blanca a productos del gigante asiático violan las normas del sistema multilateral de comercio. Según Washington, la organización no tiene capacidad para detener las prácticas desleales de Beijing.

Trump decidirá si avala o veta la elección del nuevo director general de la OMC. Foto: AFP

La Organización Mundial de Comercio (OMC), un organismo que se encuentra atravesando una profunda crisis y que actualmente carece de Director General, acaba de sumar un nuevo elemento a la denominada “guerra comercial” entre los Estados Unidos y China al determinar que los aranceles que la potencia occidental impuso al gigante asiático no son compatibles con las normas del sistema multilateral de comercio.

El Grupo Especial (o Panel), que se estableció para dictaminar sobre el asunto, emitió su informe (Doc. WT/DS543/R) y en sus conclusiones expresó que las medidas estadounidenses, impugnadas por China, violan prima facie la cláusula de la nación favorecida (NMF), los compromisos asumidos por los Estados Unidos respecto de las demás partes del acuerdo y la obligación de no imponer a los productos de otros Estados derechos o cargas adicionales a los ya establecidos en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994. Asimismo, el Panel señaló que los Estados Unidos no habían podido demostrar que las medidas eran “necesarias para proteger la moral pública”, como así tampoco proporcionó evidencia sobre sus alegaciones de robo de propiedad intelectual ni de la alegada ayuda estatal de China a sus productores que justificaran la imposición de derechos de aduana.

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En agosto de 2019, Trump aumentó la tensión con China al anunciar que impondría una tasa del 10% a productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares, con lo que la totalidad de los productos que Estados Unidos importa de China estarían gravados con aranceles. Ello motivó que la potencia asiática iniciara acciones ante la OMC. En enero de 2020, ambos países alcanzaron un principio de acuerdo (“Fase 1”), por el que establecieron una tregua en su guerra comercial. Este acuerdo, que entró en vigor el 14 de febrero de 2020, en principio debía ser seguido por una segunda fase en la que se abordarían cuestiones más sensibles como las relacionadas con la propiedad intelectual y el desarrollo tecnológico. Sin embargo, este acuerdo comercial de “Fase 1” parecería estar desmoronándose debido a que China no cumple con sus compromisos de comprar productos estadounidenses. Pero, lo que es más importante, el acuerdo de enero guardó silencio sobre algunos de los temas clave que motivaron la guerra comercial de Trump en primer lugar, incluidos los subsidios y protecciones injustas que benefician a las empresas estatales chinas.

Más allá de ello, Trump tiene una especial inquina hacia la OMC que se ha traducido en una serie de exigencias a la organización, entre las cuales se incluye la reforma del sistema de solución de diferencias. La actual administración estadounidense ahogó este mecanismo al negarse a renovar los miembros del Órgano de Apelación (OA). Ello produjo una parálisis de facto de este sistema.

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Estados Unidos ha imputado al OA haber ejercido un poder de decisión que va más allá de su mandato original. No se trata de una cuestión que haya surgido durante la administración Trump, sino que sucesivas administraciones estadounidenses se han quejado de que el OA, a través de sus resoluciones, aumenta o reduce los derechos de los miembros de la OMC al reinterpretar los acuerdos de la OMC. Los restantes Miembros de la OMC nunca han aceptado esas interpretaciones. Si bien el deseo de reforma es compartido por otros Miembros, las opiniones y propuestas de éstos sobre cómo proceder varían considerablemente.

Como era de esperarse, Estados Unidos reaccionó airadamente al informe del Panel. Su representante comercial (USTR), Robert Lighthizer, manifestó que este informe confirma lo que la administración Trump ha estado diciendo durante cuatro años: la OMC no tiene la capacidad adecuada para hacer frente a los desafíos que plantea China y detener sus prácticas comerciales desleales. En un comunicado, el Ministerio de Comercio de China dijo que esperaba que los Estados Unidos respetara la decisión del Panel de la OMC y tomara medidas prácticas para mantener el funcionamiento efectivo del sistema de comercio multilateral.

Existe consenso en señalar que la OMC experimenta una crisis existencial y que es imperativo reformarla. El comercio internacional ha adquirido una sensibilidad mayor en un escenario altamente conflictivo como el ocasionado por la actual pandemia del Covid-19, donde los valores y disvalores de la globalización son objeto de escrutinio internacional. Ello refuerza la necesidad de contar con una organización profesional, justa, imparcial y objetiva que esté en condiciones de resolver las diferencias que puedan surgir entre los Estados. Los miembros del sistema multilateral de comercio deben hacer frente a estos desafíos de manera inteligente y continuar beneficiándose de su participación en la Organización Mundial de Comercio.

*Diplomático. Doctor en Derecho. Profesor UBA, UP y UB.