Entrevista

Margarita López Maya: “Maduro está acorralado, pero mientras tenga a los militares, tiene fuerza”

La reconocida historiadora cree que el líder chavista resistirá "en una agonía que quizás sea larga, y dependerá de su nivel de locura y soberbia". El rol que podría tener China.

Puños. Liderados por el ministro de Defensa, Padrino López, los jerarcas militares juran lealtad al chavismo. Foto: afp

La historiadora Margarita López Maya confía en un rol de aliados internacionales de Maduro, como China, para convencerlo a aceptar su derrota en las elecciones del 28 de julio. Hoy lo ve acorralado, pero decidido a resistir, sobre todo porque cuenta con el apoyo de la jerarquía militar. “Es una agonía que quizás sea larga, depende de su nivel de locura y soberbia”, advierte. 

“La situación es muy complicada. Entre los puntos positivos está la presión y la solidaridad internacional, la mayor que ha tenido Venezuela, las manifestaciones de la ciudadanía y la participación electoral del 28 de julio. Todos estos son actores necesarios cuando se quiere alcanzar una transición democrática. Veo a la ciudadanía alerta, movilizada y dispuesta a la transición”, afirma la historiadora.

“Países como Brasil, Colombia, y México están presionando a Maduro”, señala López Maya a PERFIL, y explicó que lo que procede “ahora es incorporar también en las conversaciones a los fuertes aliados internacionales de Maduro”, que “tienen intereses importantes en Venezuela que están en riesgo si sale Maduro. “China podría, por ejemplo, ser más razonable que Rusia o Cuba, quizás me equivoque. Pero, sus intereses son más económicos y comerciales, más de mediano plazo y pueden acomodarse a otros regímenes. ¿Se está haciendo esta gestión?”, se pregunta la académica.

“Los militares son un punto clave en la situación en Venezuela”, dice López Maya.

“Hay rumores de que hay fuerzas cubanas en la defensa del presidente Maduro, además de inteligencia rusa. Maduro está llevando la confrontación a un escenario de violencia, mientras que la oposición está esperando que las dirigencias internas y externas hagan efecto y permitan que no tengamos ese escenario violento. Y yo creo que todavía estamos a tiempo para evitar la violencia”, apuesta la analista.

La historiadora venezolana hace referencia a una posibilidad inquietante y temerosa en su país, apoyada en los dichos del excanciller brasileño, Celso Amorim. “Tengo mucho miedo de que pueda haber un conflicto muy grave. No quiero utilizar la expresión guerra civil, pero la temo mucho”, dijo esta semana Amorim, el principal asesor en política exterior del presidente Lula da Silva.

En cuanto a los “ingredientes adversos” que enfrenta Venezuela, López Maya menciona: “En primer lugar, la absoluta negativa de Maduro de pensar siquiera en aceptar que no ganó, cuando la evidencia está a la luz del mundo. Además del apoyo que ha recibido, a través del ministro de Defensa, de la fuerza armada venezolana”.

“Los militares son un punto clave”, expresa. “Maduro está muy malherido, arrinconado, pero mientras tenga a los militares, tiene fuerza. Y, de momento, no hemos visto señales de descontento en las fuerzas armadas. Suponemos que sí hay descontento y que abunda, sobre todo, en los sectores medios para abajo. Hay algún que otro video ocasional por las redes donde se quitan uniformes, pero entre los altos mandos no hemos visto nada. El apoyo de las fuerzas armadas a Maduro implica desconocer la voluntad popular y, a su vez, la tarea de defender al pueblo”, señala.

“A pesar de que hubo dictaduras, no hay ejemplos históricos en Venezuela de personas que se hayan quedado en el poder así: todo el mundo lo presiona para que vea que fue derrotado y, pese a eso, conduce al país a un escenario de violencia. En el 45, Isaías Medina Angarita vio que no tenía suficiente apoyo en los cuarteles y se rindió para no ensangrentar el país. Lo mismo Marcos Pérez Jiménez en los 50”, recuerda.

“Quiero que el gobierno tenga un rasgo de sensatez. Lo veo debilitado. Maduro tiene el sol en su espalda. Es una agonía que quizás sea larga o corta, depende del nivel de locura, de soberbia, de mantenerse allí”, concluye.