Tras la caída y el exilio de Al Assad

El líder rebelde sirio, un yihadista que lideró la ofensiva y hoy celebra la "purificación" del país

Abu Mohamed al Jolani, el líder islamista de la coalición rebelde que provocó la caída del presidente, dijo que el hecho "purificó" a Siria. Agregó que se trató de una victoria "histórica para la región". Todavía levanta suspicacias entre analistas y gobiernos occidentales.

El jefe de los rebeldes sirios, Abu Mohamed al Jolani Foto: AFP

El jefe de los rebeldes sirios, Abu Mohamed al Jolani, celebró este domingo una victoria "histórica" que "purificó" a Siria, en un discurso en la mezquita de los Omeyas en Damasco, después de que los insurgentes derrocaran a Bashar al Assad en una ofensiva relámpago.

A su entrada a la mezquita emblemática situada en la ciudad vieja de Damasco, el jefe del grupo islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS) fue recibido por una multitud que gritaba "Allah Akbar" (Dios es el más grande), según videos que circulan en los medios.

"Esta victoria, mis hermanos, es un triunfo (...) para toda la comunidad islámica. Esta victoria, mis hermanos, es histórica para la región", declaró Abu Mohamed al Jolani, que se hizo conocido con este alias de guerrilla, pero cuyo verdadero nombre es Ahmed al Shareh.

"Hoy Siria está purificada", agregó Al Jolani en un video publicado en Telegram por los rebeldes que lanzaron una fulgurante ofensiva desde la provincia de Idlib, en el noroeste del país, el 27 de noviembre, que finalizó con la huida de Al Assad a Rusia. 

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Esta "victoria fue posible por la gracia divina, la sangre de los mártires (..) y el sufrimiento de quienes languidecieron en la cárcel", agregó Al Jolani, de 42 años.

Bajo el poder de Al Assad, Siria fue "entregada a la codicia iraní", al "sectarismo y a la corrupción", señaló refiriéndose al apoyo de Irán y del movimiento libanés Hezbollah al gobierno de Assad.

Bashar al Assad, en el poder desde el año 2000, fue derrocado después de más de 13 años de un sangriento conflicto civil, desencadenado por la feroz represión de las manifestaciones prodemocráticas, y que provocó más de medio millón de muertos.

Desde el inicio de su ofensiva, el 27 de noviembre en el noroeste de Siria, los rebeldes conquistaron rápidamente varias ciudades con el objetivo de llegar a Damasco y derrocar al presidente. 

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La coalición de grupos rebeldes liderada por HTS, un grupo que estuvo relacionado con Al Qaeda, logró un avance espectacular en tan solo diez días, tomando las ciudades de Alepo, Hama y Homs hasta su entrada en Damasco el domingo. 

La ofensiva arrancó el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib, bastión de HTS en el noroeste de Siria, a pesar de los ataques aéreos de Rusia, aliada del régimen, y de las operaciones terrestres. 

Las tropas gubernamentales habían perdido el control de la ciudad de Daraa, cuna del levantamiento de 2011 y situada al sur de la capital, cerca de la frontera con Jordania, ahora en manos de grupos locales.

En el este, las fuerzas gubernamentales se habían retirado de los territorios que controlaban en la de Deir Ezzor, donde ahora están desplegadas las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), dominadas por los kurdos. 

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El líder rebelde sirio Al Jolani, de yihadista a pragmático

Al frente del grupo HTS, que tiene su origen en la rama siria de Al Qaeda, Jolani afirmó desde el principio que el objetivo de su ofensiva era derrocar a Al Assad, aunque durante años operó en la sombra.

Pero ahora no duda en dar entrevistas a medios internacionales y dejarse ver en la segunda ciudad siria, Alepo, después de arrebatarla completamente al gobierno por primera vez desde la guerra civil que estalló en 2011.

Con los años también ha dejado de lucir el turbante habitual de los yihadistas y se decanta por la indumentaria militar.

Desde que rompió relaciones con Al Qaeda en 2016, Al Jolani intentó presentarse como un líder más moderado. Pero todavía levanta suspicacias entre analistas y gobiernos occidentales.

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"Es un radical pragmático", afirma Thomas Pierret, especialista en política islámica. "En 2014 estaba en el pico de su radicalización", explica en referencia al periodo de la guerra en que intentaba rivalizar con el grupo yihadista Estado Islámico. "Desde entonces, moderó su retórica", agrega.

Nacido en 1982, Al Jolani se crió en Mezeh, un distrito exclusivo de Damasco. Su familia era acomodada y él era buen estudiante. Durante la ofensiva relampago lanzada el 27 de noviembre que ha derrocado al régimen empezó a firmar comunicados con su nombre real: Ahmed al Sharaa.

En 2021 explicó a la cadena estadounidense PBS que su nombre de guerra evoca sus raíces familiares en los Altos del Golán, de donde su abuelo tuvo que huir tras la anexión israelí de la zona en 1967.

Según el portal de noticias Middle East Eye, Al Jolani comenzó a verse atraído por los postulados yihadistas después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, cuando empezó a "acudir a sermones y discusiones clandestinas en suburbios marginales de Damasco".

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Después de la invasión estadounidense de Irak, el ahora líder rebelde dejó Siria para participar en los combates. Allí se unió a Al Qaeda en Irak, liderada por Abu Musab al Zarqawi, y pasó cinco años detenido, lo que le impidió escalar puestos en la organización yihadista.

En marzo de 2011, cuando estalló la revuelta contra Al Assad, volvió a casa y fundó el Frente Al Nusra, la rama siria de Al Qaeda. En 2013 se negó a jurar fidelidad a Abu Bakr al Baghdadi, que se convertiría en el emir del grupo Estados Islámico (EI), y favoreció al líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri.

Al Jolani dijo en mayo de 2015 que él, a diferencia del EI, no planeaba atacar Occidente. También proclamó que, si derrotaba a Al Assad, no habría ataques de venganza contra la minoría alauita de la que forma parte el clan presidencial.

Rompió lazos con Al Qaeda con tal de no dar motivos a Occidente para atacar su organización. Según Pierret, desde entonces intentó trazar un camino para convertirse en un hombre de Estado creíble.

En enero de 2017, Al Jolani impuso una fusión del HTS con grupos islamistas rivales en el noroeste de Siria y reivindicó el control sobre partes de la provincia de Idlib que habían escapado del control presidencial.

En las zonas bajo su poder, el HTS desplegó un gobierno civil y estableció una especie de Estado en la provincia de Idlib, al mismo tiempo que aplastaba a rebeldes rivales.

Pero en este proceso recibió acusaciones de residentes y grupos de derechos humanos de abusos brutales contra los disidentes que la ONU ha clasificado de crímenes de guerra.

"Cuanto menos pánico local e internacional cree y cuanto más responsable parezca Al Jolani, en vez de un yihadista extremista tóxico, más fácil será su trabajo. ¿Es completamente sincero? Probablemente no", afirma Aron Lund, del grupo de reflexión Century International.