MOTOSIERRA DE TRUMP

Prestigiosa universidad de Estados Unidos anuncia 2.000 despidos por recortes de Donald Trump

La universidad Johns Hopkins, uno de los centros de investigación médica más prestigiosos del mundo, sufrirá la misma suerte que la Agencia de Protección Medioambiental, la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.

Prestigiosa universidad de Estados Unidos, Johns Hopkins Foto: AFP

La universidad Johns Hopkins, uno de los centros de investigación médica más prestigiosos del mundo, anunció el jueves que despedirá a más de 2.000 personas debido a los drásticos recortes presupuestarios impuestos por el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.

La institución informó a la AFP de la supresión de 1.975 puestos de trabajo en el exterior y otros 247 en Estados Unidos, tras perder más de 800 millones de dólares en subsidios federales. "Este es un día difícil para toda nuestra comunidad. La supresión de fondos de USAID nos obliga a reducir drásticamente nuestro trabajo importante aquí en Baltimore y a nivel internacional", informaron. 

Desde que regresó al poder, Trump anunció recortes drásticos en el presupuesto federal y puso fin a numerosos programas administrados por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), lo cual impacta en el sector de la investigación científica.

Esta agencia federal financió, en particular, programas de investigación sobre el SIDA y otras enfermedades infecciosas en todo el mundo. Los despidos afectan a varias entidades de Johns Hopkins que llevan a cabo investigaciones y programas para "tratar a madres y bebés, combatir enfermedades" y "proporcionar agua limpia", detallaron.

Trump anunció recortes drásticos en ambiente que afectarán a millones de personas

Donald Trump anunció este miércoles grandes recortes para acabar con las políticas ecológicas de su predecesor, el demócrata Joe Biden. El republicano ha puesto en duda el cambio climático y su Gobierno ya había comenzado a recortar personal en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), un organismo fundamental para los esfuerzos de investigación climática.

El administrador de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), Lee Zeldin, declaró que tomará 31 medidas para desmantelar protecciones clave contra la contaminación y las políticas para combatir el cambio climático. Estas acciones son parte de lo que el funcionario llamó “el día más grande y trascendental de desregulación en la historia de Estados Unidos”.

“Los contaminadores corporativos están de celebración hoy porque la EPA de Trump les acaba de dar un pase libre para arrojar contaminación climática ilimitada, sin importar las consecuencias”, denunció Charles Harper, de la ONG Evergreen Action.

Donald Trump

Además, EPA volverá a definir qué entra dentro de la ley de agua limpia. El grupo ambiental Earthjustice advirtió que, de esta forma, la nueva administración excluye decenas de millones de acres de humedales y pequeños arroyos que proporcionan agua potable y ayudan a generar turismo. El nuevo paquete de desregulación también apunta a los estándares de emisiones de vehículos que debían entrar en vigor en 2027.

La EPA también está dispuesta a eliminar las oficinas de Justicia ambiental que abordan la contaminación en las comunidades de bajos ingresos. Se prevé que el presupuesto de la agencia conducida por Zeldin se reduzca en un 65% y la agencia realice despidos masivos durante los próximos meses.

“El presidente quiere que ayudemos a inaugurar una era dorada en Estados Unidos que sea para todos los estadounidenses, sin importar su raza, género o antecedentes”, dijo Zeldin a periodistas. Matthew Tejada, del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, una organización sin fines de lucro, le respondió diciendo que ocurrirá exactamente lo contrario porque “la EPA de Trump lleva de vuelta a una época de contaminación desenfrenada en toda la nación, dejando a cada estadounidense expuesto a productos químicos tóxicos, aire sucio y agua contaminada”.

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La motosierra de Trump llegó a la NASA y hay preocupación en la comunidad científica 

La NASA anunció el martes 11 de marzo el despido de su científica jefe, Katherine Calvin, una reconocida climatóloga que contribuyó en informes clave de Naciones Unidas sobre el clima, y de otros 22 funcionarios, un recorte que se suma a otras medidas del Gobierno que afectan severamente la investigación sobre el cambio climático.

"Para optimizar nuestra fuerza laboral, y en cumplimiento de una orden ejecutiva, la NASA está iniciando su proceso de reducción gradual de personal”, dijo la portavoz de la agencia, Cheryl Warner, y añadió que algunos empleados podrían elegir al programa de jubilación anticipada voluntaria.

La excientífica jefe de la NASA, Katherine Calvin

La NASA también suprimió la Oficina de Tecnología, Política y Estrategia y la división de Diversidad, Equidad, Inclusión y Accesibilidad. En febrero, la entidad iba a despedir a unos mil empleados en período de prueba, pero Jared Isaacman, candidato de Trump para dirigir la NASA, pidió la suspensión de los recortes, según Ars Technica.

El organismo aeroespacial tiene un papel crucial en la investigación climática porque opera una flota de satélites de monitoreo terrestre y desarrolla sofisticados modelos climáticos con código abierto para investigadores y el público. Trump, sin embargo, llamó al cambio climático una “estafa”, y manifestó su desprecio por la ONU y la ciencia climática, al punto de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París por segunda vez.

En este sentido, Rick Spinrad, un reconocido oceanógrafo que culminó su carrera como director de la NOAA bajo la administración de Joe Biden, remarcó: “Se han recortado muchas de las funciones de apoyo de la NOAA, incluidas las que son esenciales para el despliegue de barcos y aeronaves, lo que impide que la agencia realice evaluaciones clave de las poblaciones de peces, necesarias para gestionar la pesca de manera eficaz. Me preocupa mucho nuestra capacidad para construir la fuerza laboral del futuro. Los científicos están desmoralizados. Están muy preocupados porque el paradigma en el que hemos operado por casi 60 años se está rompiendo y no sabemos cómo será el nuevo”.

 

HM/ML