Bolivianos votaron con desánimo a sus jueces: los resultados, el miércoles
Es la tercera elección judicial en Bolivia, el único país del mundo que elige a sus altos magistrados por voto popular, aunque México empezará a hacerlo en 2025. Cómo podría impactar al Gobierno de Luis Arce.
Los ciudadanos de Bolivia votaron este domingo para renovar a los jueces de sus altas cortes de Justicia, en una elección marcada por la desconfianza ciudadana, en la que la mayoría de las regiones no pudo participar plenamente. Sin embargo, el presidente del organismo electoral afirmó que hubo "una alta participación" de la ciudadanía e indicó que se tendrán resultados oficiales en "cuestión de tres días".
Los ciudadanos escogieron a 38 autoridades —titulares y suplentes— del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo de Justicia, del Consejo de la Magistratura y del Tribunal Agroambiental, entre candidatos preseleccionados por el Parlamento. Es la tercera elección judicial en Bolivia, el único país del mundo que elige a sus altos magistrados por voto popular, aunque México empezará a hacerlo en 2025.
A tal punto llegó el cansancio del electorado que el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Óscar Hassenteufel, tuvo que pedir a los bolivianos que no votaran en blanco ni lo anularan porque “no conduce a nada”. Dijo que los comicios fueron de “profunda pena porque se trata de una elección que debió ser oportuna, completa y no parcial como las que nos tocó administrar”. Además de votarse con un año de retraso, se realizaron de forma completa en cuatro departamentos únicamente, desatando críticas.
El impacto que podría tener esta elección en las presidenciales
El proceso se llevó a cabo de manera parcial, pues en cinco departamentos la Justicia suspendió la elección de magistrados del Tribunal Constitucional y en dos jurisdicciones las del Tribunal Supremo de Justicia, máxima instancia de apelación.
En 2025 Bolivia celebrará elecciones presidenciales y el sistema judicial puede inclinar el tablero político, en medio de una batalla por el liderazgo de la izquierda entre Evo Morales y su exministro y ahora presidente Luis Arce. Ya tuvo un rol decisivo este año, cuando el Tribunal Constitucional impidió una nueva candidatura de Morales, que gobernó entre 2006 y 2019. El tribunal limitó a dos el máximo de mandatos presidenciales y retiró a Morales de la cúpula del partido oficialista Movimiento al Socialismo.
Una nueva composición de las altas cortes podría revertir esta situación con la emisión de nuevas sentencias. Asimismo, un porcentaje parecido al de años anteriores en estos comicios significaría un mensaje de rechazo a Luis Arce, al que la oposición responsabiliza de haber confeccionado unas elecciones incompletas. El presidente, días antes, defendió que estos comicios, por imperfectos que puedan ser, resultan al final la única salida constitucional y democrática para renovar el Poder Judicial.
El bajo compromiso del pueblo boliviano con las elecciones judiciales
La autoridad electoral informó que las elecciones de carácter obligatorio se realizaron sin incidentes. Sin embargo, la ciudadanía acudió a las urnas con desconocimiento y desánimo. "Es una votación a ciegas, porque no conocemos a ninguno de los postulantes", dijo a la AFP Róger Arce, un empresario de 60 años, después de emitir su voto al sur de La Paz.
"Más parece un teatro para echarnos la culpa de que nosotros elegimos (...) a estos jueces", agregó. El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, también lamentó que la población no tuviera idea de los candidatos que se presentaron. "Están totalmente confundidos, no saben por quién van a votar. Dicen: '¿Cómo vamos a votar? No los conocemos’", relató.
Los candidatos no pueden hacer campaña electoral y el trabajo de difusión de perfiles personales que realizó la autoridad electoral no tuvo alcance masivo. En la primera elección judicial de 2011, los votos en blanco y nulos alcanzaron al 57%; mientras que, en la segunda de 2017, el porcentaje alcanzó el 65%. Esta vez la desconfianza frente al sistema de justicia es mayor.
"Este voto judicial no sirve para un país que necesita una justicia ética, una justicia que tenga valor", opinó Olga Palma, una jubilada de 66 años. Al desconocimiento de los candidatos se suma un contexto de profunda crisis política y económica.
"Esta elección judicial es mucho más compleja, porque además del escenario político, social y económico que afecta a todas las familias bolivianas, se hizo patente la presencia de intereses diversos que atentaron contra el normal desarrollo del proceso electoral", dijo Hassenteufel, cabeza del poder electoral.
El proceso debió desarrollarse en 2023, pero se postergó varias veces. Todos los magistrados tienen sus mandatos vencidos. Además, la justicia constitucional suspendió el sufragio en varias zonas del país ante las impugnaciones de algunos candidatos rechazados en la preselección.
"El resultado es que la elección se realiza con un año de retraso y de manera incompleta", agregó Hassenteufel. Bolivia se encuentra en el puesto 131 de 142 países en un ranking que analiza el cumplimiento de la ley, según el World Justice Project. En las principales ciudades, el 85% de la población confía poco o nada en el sistema de Justicia, según una encuesta de Ipsos.
ML