‘EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: LOS ANILLOS DE PODER’

El clásico de Tolkien vuelve a ser la mejor historia posible

La serie más costosa de Prime Video, y una de las más celebradas del momento, regresa el 29 de agosto a su segunda temporada. Una producción que se suma al fantástico universo creado en torno a los relatos de la Tierra Media logrando lo que casi ninguna hoy consigue: un enorme relato épico con corazón.

Camino. La serie se establece como una producción fuera de la norma, de calidad cinematográfica. Foto: GZA. PRIME VIDEO

En el universo de la series hay de todo, pero pocas series han logrado construir un relato épico como El señor de los anillos: los anillos de poder, que toma el universo de J.R.R. Tolkien, antes de todo lo que conocemos gracias a Peter Jackson, y cuenta. Los showrunners J.D. Payne y Patrick McKay (junto con Lindsey Weber, Callum Greene, Justin Doble, Jason Cahill y Jennifer Hutchinson, y el productor coejecutivo Charlotte Brändström) han demostrado en la primera temporada algo fantástico: han sabido captar una esencia, un legado, tanto en la literatura como en el cine, y la han convertido en la mejor serie del momento. En una serie que con un presupuesto fuera de la norma, el imaginario visual de Jackson y de varios dibujantes que lo han precedido, adquiere una forma que poco se ve hoy: una belleza que no parece basada en la urgencia pero sí en la calidad. Y en esa maravilla, aparecen los personajes, los clásicos, Galadriel interpretada por Morfydd Clark, el Halbrand de Charlie Vickers y otros que todavía no sabemos del todo quiénes son, pero que dan cuenta de la variedad del universo de Tolkien. 

El actor Lloyd Owen, que se suma en esta temporada como Elendil, entiende que esta serie refleja esa preocupación de Tolkien por el estado del mundo: “Siento que, desde que se ha escrito, El señor de los anillos es una obra artística que habla sobre el estado del mundo, que como sabemos, es y no es, siempre el mismo. El continuo retorno de la lucha de hombres entre hombres, mujeres contra mujeres, países contra países, odio racial, la permanente idea de la oscuridad avanzando, y esa oscuridad tomando incluso hasta las raíces de nuestra propia naturaleza”. Y suma: “Uno podría decir que es una alegoría, pero sabemos que en este mundo, con nuestro medio ambiente, es cada vez más cierto. Entonces, este show, sobre el mal creciendo y las responsabilidades adyacentes a todos los miembros de un lugar, de un mundo, de un pueblo, de un país, para vencerlo, frenarlo, es tremendamente actual. Es un momento donde es muy fácil sentir que el otro es el enemigo y, creo, Tolkien hablaba de eso, de cuanto el real poder se beneficia cuando no nos entendernos y no podemos ver el mundo de otra forma, vernos de otra forma, incluso cuando hay diferencia radicales, que creemos imposibles de vencer”.

La actriz que interpreta a Miriel, Cynthia Addai-Robinson, se suma a las ideas de su compañero: “Es cierto y es importante entender eso: en esta historia, como en todo Tolkien, es crucial la reunión, el entenderse es lo que permite avanzar contra el mal. Es más, no solo avanzar, permite descubrirlo, entender que hace en las sombras, entender cómo se mueve, como nos divide. En este relato, en el cual el mal va surgiendo en las sombras hay mucho de saber leer las intenciones, y sobre que sucede cuando fallamos haciendo eso. Tolkien creía en el bien y el mal, y cómo eso se reflejaba directamente en nuestro mundo, en nuestras pequeñas acciones. La serie tiene gran parte de su alma invertida en eso, y para eso es necesario recrear un mundo, darle una gran entidad, que se sienta que hay un mundo por el que pelear, un mundo habitado, donde hay gente que tiene sus historias, y que está dispuesta a sacrificar su vida, su día a día, su comodidad, por un bien superior, a actuar y dar el paso al frente en pos del beneficio general. En nuestro Anillos de poder hay mucho de eso”.

LA COMUNIDAD DEL ANILLO. El mítico actor Charles Edwards, que hace de Lord Celembrimbor y además tiene un historial en series como Downton Abbey o films clásicos varios, celebra al equipo de la series: “Es importante entender que el contar hay también una comunidad. Al menos en esta forma de contar, hay una comunidad enorme, gigante: un equipo de producción que hace que todo lo que hacemos sea más fácil. Y entre nosotros no es difícil sentirse…”. Antes que Edwards pueda finaliza, es el actor Maxim Baldry, quien lo interrumpe amablemente: “... una familia. Hemos estado mucho tiempo juntos, el rodaje de Nueva Zelanda unió mucho al equipo, muchísimo. Pero por cada cosa que se ve en pantalla, hay un gran equipo en acción. No se trata solo de una inversión, se trata de una familia, que cuenta. Todos estamos empujando hacía el mismo lugar”. Edwards agrega: “No sabes lo importante que es dirigirse a un set, entrar al mismo, y ver un trabajo que realmente te quita el aliento, que te hace sentir que estás en un libro, un rincón que nunca pensaste que podías estar. Es algo muy impresionante, que ayuda mucho que contemos con mucha firmeza, creyendo en nuestros personajes, creyendo en sus pasos, en donde viven, en ese mundo. Hay un nivel de orfebrería, de efectos especiales, de canciones, que realmente abruman. Uno no puede acostumbrarse a eso, nunca. De hecho, uno vive muy agradecido por eso”. Y se agrega a esa idea la alegría de Baldry: “Es algo que te permite elevar a tu personaje, te permite pensar distinto. En todo lo que se hace aquí, es muy especial el apoyo que recibimos, y ahí, como decía Charles, entran los sets, la música, todo, absolutamente todo. Cuando vemos el producto final, no es difícil entusiasmarse, sentir que estás contando la historia más grande del mundo. Y sentir humildad, miedo, y muchísima alegría”. 

CONTAR JUNTOS. El actor Lloyd Owen festeja la alegría que la serie ha generado. Y el fanatismo. Owen: “Mucho de lo de lo que he hecho en mi vida ha sido en el teatro. Entonces mi entrenamiento, mi vida, ha respondido más contar en la intimidad. Acá hay otra cosa que contar, otro formato, hay un relato gigante, vistos por millones, que ha costado millones, que busca crear un mundo, y que ese mundo sea visto por muchos. En ese sentido, ir a San Diego Comic Con, a lHall H, sentarse frente a 7000 personas y sentir esa energía es algo nuevo. Que te frenen en la calle y te pregunten de tu personaje. Es un nivel que desconozco de exposición. Entonces, ese fanatismo, sentirse parte de un legado que ha definido una gran parte del ADN de la cultura a nivel global, que todavía es adorado por una legión de fans es muchísimo. Entonces, empiezas a ver que en el cuento, en el relato, tenga la forma que tenga, hay un punto de comunidad, hay un punto de unión, un punto donde podemos encontrarnos. Es la historia más vieja del mundo: el cuento alrededor del fuego. Y aún así, impresiona cuánto puede conectarnos a otros un relato sobre el bien y el mal. Lo que allí hay, va más allá de otras cosas. A veces no nos damos cuenta de ese poder de contar. Y de escuchar lo que nos cuentan”. Agrega Cynthia Addai-Robinson: “En un momento del mundo donde es muy sencillo perderse en lo que solo queremos escuchar, ver a otros que escuchan lo mismo que nosotros, que pueden o no pensar lo mismo que nosotros, es un montón. En sociedades que han sido divididas por cosas tan simples y complejas como la tecnología, donde sentimos una distancia abismal que nos separa, en un segundo estamos pensando en tal o cual personaje. En los relatos aparece lo que somos, aparece la comunidad, aparece lo que somos nosotros en el set, lo que es todo ese equipo gigante, esos fans de los que hablamos, y mucho más. Por eso estos relatos grandes son más de lo que a veces creemos, son un punto de encuentro, de hablar, de entender. Y esta serie apuesta a ser grande, a ser vista por todos, a tener un corazón que permita que muchos se sientan identificados con él”.

*Desde México.