Entrevista

Quién es Tomás Videla, el compositor argentino detrás de los grandes proyectos de Hollywood

El bonaerense Tomás Videla se consolidó como uno de los compositores argentinos más destacados de su generación. Nacido y criado en Buenos Aires, Videla forjó una impresionante carrera internacional desde su base en Los Ángeles.

Tomás Videla - Newman Stage Foto: Gtlza. Aguacate

En una entrevista exclusiva, el compositor Tomás Videla, desde su estudio en Santa Mónica, cuenta sobre su carrera, sus inspiraciones y sus proyectos actuales. Trabajó en proyectos de gran renombre como la serie documental The Dynasty: New England Patriots (Apple TV+), He-Man and the Masters of the Universe (Netflix), y la película LEGO Star Wars: Terrifying Tales (Disney+). 

Con una formación académica sólida en la Universidad Católica Argentina y un máster en Music Composition for the Screen por Columbia College Chicago, Videla combina a la perfección música orquestal tradicional con elementos electrónicos e híbridos, lo que le ha llevado a ganar importantes premios y nominaciones como los prestigiosos Hollywood Music in Media Awards y los World Entertainment Awards.

Tomás Videla, Logan Stahley, H. Scott Salinas y Phil Lott

-Tomás, creciste en Buenos Aires y luego te mudaste a Los Ángeles para continuar tu carrera. ¿Cómo fue esa transición y de qué manera te impactó a nivel profesional y personal?

-Siempre tuve el sueño de estudiar afuera y trabajar en Hollywood y desde que empecé a estudiar música en Argentina siempre fue una meta. Pero igualmente uno nunca está preparado del todo porque estas dejando toda una vida atrás, familia, amigos, y estás yendo a algo nuevo y completamente desconocido. No tenés idea que va a pasar. Me acuerdo que antes de irme a estudiar a Chicago estaba con mucho entusiasmo, muy contento y con ganas de que fuese el día que viaje. También estaba con mucho trabajo yendo de acá para allá entonces creo que no caía del todo. Pero el momento en que me tuve que despedir de mis padres en el aeropuerto fue como si la vida me diera una cachetada tremenda y de repente me di cuenta lo que estaba pasando y me largue a llorar (se ríe). Y de repente estás solo, sentadito esperando que salga el avión y pensando “¡¿qué estoy haciendo?!”. Es muy loco.

Una vez que te mudas de a poco te vas aggiornando a los ritmos de trabajo y de vida en este nuevo lugar. En mi caso, estuve estudiando en Chicago durante dos años y después me mudé a Los Ángeles. Pero no es fácil porque tenés que empezar de cero, armar una nueva vida, formar comunidad y conocer gente. Eso sí, si hay algo que siempre me divirtió fue conocer gente de todos lados del mundo.

Profesionalmente me formó para poder trabajar en proyectos que me desafiaban y con los que siempre soñé hacer, por ejemplo He-Man and the Masters of the Universe (Netflix) o The Dynasty: New England Patriots (Apple TV+). Proyectos en los que tenes que desempeñarte a un nivel alto, con mucho en jeugo, estresante por momentos pero muy divertido.

-Trabajaste en una gran variedad de proyectos, desde documentales como Retrograde y The Dynasty: New England Patriots hasta series animadas como He-Man y películas como LEGO Star Wars. ¿Qué diferencias encontrás al componer para estos distintos formatos?

-Los documentales y la animación son dos cosas muy distintas a nivel musical. Casi te diría que están en extremos opuestos en cuanto a estilos de música para la pantalla. En las series de animación hay música sonando prácticamente durante todo el episodio. Y es música muy compleja, generalmente orquestal, que abarca miles de emociones en muy poco tiempo. Entonces la música tiene que poder pasar por todas esas emociones de manera coherente y a la vez sosteniendo lo que pasa en la pantalla. Los dos proyectos animados que mencionaste, por ejemplo.. Hay miles de melodías representando los distintos personajes, que están en distintas situaciones, y musicalmente vos con ese material tenés que sostener eso y que funcione de manera coherente. Ahora, documentales son otra cosa completamente distinta musicalmente hablando. Generalmente la música está de fondo, tratando de no meterse en el medio de los personajes que están contando la historia, pero a la vez sosteniendo lo que ocurre en pantalla. Y a veces son escenas largas entonces tenés que poder bancarla de fondo sin molestar, como si tuvieras que hablar pero sin decir nada (se ríe). Son dos estilos muy distintos y cuando pasas de uno a otro el ajuste que tenes que hacer es difícil pero se logra.

-Tu formación académica es extensa, desde la Universidad Católica Argentina hasta Columbia College Chicago. ¿De qué manera estas experiencias influyeron en tu enfoque hacia la composición para la pantalla?

-Desde más o menos los doce años que supe que quería hacer música para cine. Por recomendación de mi tío, Nico Posse (compositor y pianista), que siempre me guió en mi carrera,  sabía que estudiando en la UCA iba a obtener una muy buena formación y una base muy sólida para dar el próximo paso hacia Columbia College Chicago. Estudié Composición en la UCA que tenía un enfoque más bien en la composición clásica, donde me formé con profesionales increíbles como Antonio Formaro, Lucía Zicos, Federico Wiman, Marcelo Delgado y Marcos Franciosi. A la par estudiaba piano con Nessy Muhr y Nico Posse, con quién también trabajaba en distintos proyectos lo cual me formó un montón. Fue Nico también quien me recomendó meterme en el jazz y el tango. Haber tenido todos estos conocimientos al momento de aplicar para Columbia College Chicago, donde me otorgaron una beca para hacer el Master of Fine Arts: Music Composition for the Screen (Música para la Pantalla) bajo la tutela del compositor Kubilay Üner.

Fueron dos años en Chicago de entrenamiento profesional a pesar de estar en un marco educacional, lo que permitió que al momento de llegar a Los Ángeles y ponerme a laburar pudiera desenvolverme con soltura y estar a la altura de las circunstancias. Hay que moverse rápido - componer mucha música, revisar, orquestar, grabar, mezclar, entonces haber tenido esos dos años claves ayudó a que pueda moverme en la industria de manera profesional apenas llegué.

Su participación en Recording Academy y la Academy of Television Arts & Sciences y su nominación a los Hollywood Music In Media Awards

El invitado expresó que “es un honor” haber sido reconocido por sus colegas y haber recibido la invitación a formar parte de la Recording Academy y la Academy of Television Arts & Sciences. Destacó que “ver que tus mismos colegas te reconozcan” es muy significativo. También mencionó que “son organizaciones muy importantes en la industria” y que tener la posibilidad de votar en los Grammys y Emmys es “increíble”. Afirmó que esto “ayuda a uno a estar constantemente actualizado sobre lo que ocurre en la industria” y a “nutrirse del trabajo de tus colegas”. Además, subrayó la importancia de los eventos que organizan, donde “uno conecta con gente de la industria”. Finalmente, concluyó que ser invitado es “un placer y un gran logro”, considerándolo un “reflejo de todo el trabajo realizado”.

El músico manifestó que “siempre es un honor estar nominado y ser reconocido por colegas”, destacando que la nominación es un “orgullo doble” porque su pieza, “Midwest Tango”, está íntimamente relacionada con su identidad musical. Recordó que fue grabada con “alrededor de sesenta de los mejores músicos del mundo” en el Newman Scoring Stage de FOX, donde también tuvo la oportunidad de dirigir la orquesta. Resaltó la conexión emocional al haber grabado el tema el 19 de junio de 2019, el cumpleaños de su abuelo, quien “lo animó y ayudó a estudiar música”. Compartió que su interés por el tango comenzó tarde, pero que en Estados Unidos empezó a profundizar en el género, combinando influencias del jazz y la música clásica contemporánea. Finalmente, expresó que “Midwest Tango” es “una especie de convergencia de mis antecedentes musicales” y recordó con entusiasmo cómo, tras la grabación, los músicos de la orquesta aplaudieron y compartieron anécdotas sobre su propia conexión con el tango, lo que fue “realmente increíble”. (La pieza está disponible en su página web)

-Dos de tus proyectos recientes son el documental LUCHA: A Wrestling Tale, y Super Human Body: World of Medical Marvels. ¿Qué nos podés contar sobre tu trabajo en estos proyectos?

-Super Human Body es un documental de IMAX narrado por nada más ni nada menos que Matthew McCounaghey que cuenta los avances en la medicina. Junto con Scott Salinas tuvimos la oportunidad de grabar una orquesta de cuerdas y quinteto de vientos en Budapest, Hungría. Lo interesante fue que además de usar el ensamble de manera “tradicional” también buscamos experimentar con distintas texturas sonoras. Por ejemplo, al principio del documental hay una pieza musical que dura alrededor de cinco o seis minutos donde la música va in crescendo. Lo que hicimos fue grabar las cuerdas en distintas capas para poder ir creciendo musicalmente para generar interés y entusiasmo. Al mismo tiempo buscamos implementar sonidos que, por ejemplo, son más guitarrísticos y llevarlos a las cuerdas. Fue un desafío muy interesante y muy divertido.

En LUCHA, Scott y yo colaboramos con la cantante y compositora Jessica Childress. Una genia. Lo primero que hicimos con ella fue componer una canción original que suena en un momento muy importante de la película. La canción se llama I Am Enough. Una vez que tuvimos eso, empezamos a armar toda la banda sonora alrededor de la canción, usando la melodía como motor principal. Toda la banda sonora busca ir creciendo hasta llegar a ese punto culmine. El documental sigue a un equipo de wrestling de Bronx compuesto en su totalidad por mujeres y el largo camino que transitan. Se estrenó en DOC NYC, un festival de cine muy importante en Nueva York, donde ganó el premio Metropolis Grand Jury Prize.

Ambas bandas sonoras están disponibles en todas las plataformas de streaming.

Super Human Body: World of Medical Marvels - SPOTIFY

LUCHA: A Wrestling Tale - SPOTIFY

Su experiencia trabajando con grandes equipos y orquestas en Los Ángeles

El compositor y orquestador describió su experiencia como “por un lado desafiante y un poco estresante, y por otro gratificante y muy divertido”. Explicó que el trabajo del orquestador implica “tomar lo que fue compuesto en la computadora y pasarlo a partitura”, asegurándose de que “suene exactamente como lo que se compuso originalmente”. Comentó que es “un trabajo muy demandante” que requiere prever “posibles situaciones a resolver” para evitar perder tiempo durante la grabación, dado que “cada segundo es preciado”.

También enfatizó la importancia de que “todo tenga que ser muy claro” en la partitura para minimizar preguntas de los músicos. Mencionó que “muchas veces el orquestador es el que dirige la orquesta”, lo que aporta dinamismo al proceso, permitiéndole “estar siempre un paso adelante”. Destacó que “ser previsor de estas situaciones es un trabajo invisible pero vital”, ya que “cualquier error puede demorar la grabación y el tiempo corre”.

Como compositor, señaló que los desafíos son “un poco diferentes”, destacando que “lo más importante es no tomarte las críticas personalmente”. Afirmó que la música es “muy subjetiva” y que hay que aprender a “tomar distancia de lo que compone”. Además, destacó que, al ser el líder de un equipo, “generar un buen clima laboral es clave” para mantener la “buena vibra bajo todo el estrés” que implica el trabajo. Finalmente, subrayó que “la experiencia te va entrenando para captar más fácil qué funciona y qué no funciona”.

-¿Qué consejo le darías a los jóvenes compositores argentinos que sueñan con trabajar en la industria de cine y televisión internacional?

-Si ese es su sueño, que le den para adelante. Pero sepan que es un camino muy pero muy largo, de muchísimo trabajo y sacrificio. Hay que tener paciencia. Siempre se está aprendiendo y siempre se puede saber más. No hay que perder ese apetito y esa pasión que te impulsa a siempre seguir mejorando. Hay que estar abierto, ser flexible y estar listo para afrontar nuevos desafíos con proactividad y entusiasmo. Tampoco tener miedo a colaborar con gente por fuera de tu estilo musical. Ahí es donde uno aprende muchísimo y evoluciona como músico.

-Mirando hacia el futuro, ¿qué proyectos te entusiasman más? ¿Hay algún género o tipo de proyecto en el que te gustaría incursionar?

-Seguir trabajando en la industria componiendo y orquestando para distintos proyectos, sean series de televisión, animación, películas o documentales, y trabajando en mi sonido y desarrollando mi estilo. Me da mucha curiosidad incursionar en proyectos musicales donde tengo un rol más de productor, por fuera de lo audiovisual. Por ejemplo, haber colaborado con Jessica Childress en la canción para LUCHA me abrió la puerta a ese mundo de componer canciones. Incluso colaboramos más tarde en otra canción que compusimos. Me gustaría colaborar con cantautores y compositores de todas partes del mundo, así como también poder grabar con más orquestas aca en Los Ángeles, Europa y Argentina.

-Finalmente, ¿qué rol juega Argentina en tu música hoy en día? ¿De qué manera seguís conectado con tu país a pesar de estar trabajando en el exterior?

-Creo que hay muchos elementos del folklore argentino y el tango que están impresos en mi estilo. El folklore fue lo primero que escuché cuando crecía entonces lo tengo muy metido en mi. Aunque quizá estos elementos no estén de manera muy evidente en lo que compongo se muy bien que están ahí. Estoy en contacto con mi familia y amigos de Argentina así como también con muchos músicos. Trato de estar actualizado con la escena musical argentina. Un poco más allá de la música, la forma que sigo conectado con Argentina es escuchando radio cuando puedo, soy fiel oyente de Perros de la Calle, y gracias a eso me mantengo un poco actualizado con todo. Yendo todavía más allá, acá en Los Ángeles encontré varios negocios y restos argentinos a los que voy regularmente. De hecho en uno de estos locales es en donde compro dulce de leche, chocolates argentinos y por supuesto yerba para el mate que me acompaña bastante sobre todo cuando tengo largas jornadas de grabación con orquesta de forma remota y necesito mantenerme despierto y atento (se ríe).