Diego Ripoll

Por un poco (más) de Argentina en Miami

Célebre coequiper de Fernando Peña en radio y teatro, se radicó en la ciudad de Florida, donde lanzó el streming Circo Beach, “de argentinos para argentinos”.

. Foto: Cedoc Perfil

A cinco meses de establecerse en Miami, Diego Ripoll transmite entusiasmo. Los 50 lo encuentran habiendo elegido la parte norte de la Ciudad del Sol para vivir, en un entorno de mucho verde, playa y tranquilidad. 

Siempre informal y tan amable como claro para responder, Ripoll repasa su carrera y se presta al juego de las fotos sin perder la espontaneidad, con la frescura de quienes no se toman la vida demasiado en serio, pero sabiendo que tiene un presente alentador, llamado Circo Beach.

Por ahora, se trata del programa de streaming que comparte con Mónica Ayos, Diego Olivera y Maite Peñoñori, que a poco de andar fue elegido por DirecTV GO para reproducir sus emisiones. 

Pero el proyecto es bastante más grande que eso: Ripoll ya está trabajando para sumar contenidos y que lo que hoy es un programa se transforme en el primer canal de streaming argentino en Miami. 

—¿Cómo planeaste Circo Beach?

—Sabés que inicialmente a mí no me seducía Miami. Cuando juntaba unos mangos elegía Europa para pasear, pero desde 2012 empezamos a venir con Metro a cubrir la fiesta de música electrónica Ultra, y en ese momento empecé a sacarme prejuicios respecto de esta ciudad.  Fui conociendo lo que hay más allá del destino turístico, viendo la oferta cultural, la forma de vida muy cerca de la naturaleza, el mar… Y al mismo tiempo vi que en Miami no había un  streaming bien desarrollado, aunque está claro que esa es la forma de comunicar de hoy: on demand, y con mucho trabajo de las redes. Así empecé a armar el proyecto.

—En tu carrera siempre hiciste mucho humor, pero sabemos que es un género difícil de exportar. ¿Cómo pensás esa cuestión en una ciudad con tantas nacionalidades latinas diferentes?

—Bueno, por empezar, nosotros hacemos Circo Beach de argentinos para argentinos. Hace años que nuestra comunidad no para de crecer en el sur de Florida. De hecho, digamos que Argentina se puso de moda en el mundo, por Messi, ¡y ahora sumamos a Colapinto! -se ríe. Pero como también siempre trabajé mucho con la música, hoy día tenés a Nicki Nicole que cantó en el programa de Jimmy Fallon, Bizarrap que la rompe en todo el mundo igual que Duki, María Becerra, y muchos chicos más que no son de nuestra generación, quizá no hacen la música que yo escucho, pero me encanta verlos triunfar.  Ellos son nuestros nuevos embajadores, y hacen que lo argentino luzca más ahora, coincidiendo con que son los artistas que escuchan los jugadores de la Selección.

Nosotros crecimos en la ética mezquina de ‘para adentro todo bien, para afuera nada’ ¡horrible! Ellos, con el fútbol, ganando todo, y Leo siendo ídolo de los chiquitos, tienen una cabeza mucho mejor, algo así como ‘si nos juntamos llegamos más lejos’. Eso es lo que quiero hacer con Circo Beach y la comunidad argentina en Miami.

—Sobre esa base, ¿te parece que luego la comunidad latina en Estados Unidos podría aceptar un producto argentino?

—¡Obviamente! Nosotros crecimos con El Chavo, lo entendimos perfecto cuando éramos chicos, o sea, ¿por qué los mejicanos, cubanos o venezolanos no van a entender cuando hablamos en argentino? Hay algo que con Diego, Mónica y Maite tenemos claro: no hay necesidad de hablar en neutro, ni de evitar nuestra forma de expresarnos. 

—Bueno, otra vez ahí Messi marca el camino, porque sigue hablándole al mundo en ‘rosarino’, y quedó clara la decisión del Inter de Miami de comunicar en español…

—Sí, eso es parte de lo que vengo viendo y en lo que me siento totalmente identificado: traigamos lo bueno de nosotros, salgamos de los estereotipos del argentino canchero, mentiroso, pedante. Yo creo que Leo está haciendo una colonización a la inversa, digamos. Y un poco en el mismo sentido, mi intención es traer algo de Argentina acá. Me refiero a nuestra cultura. Por ejemplo, todos reconocen que somos muy de juntarnos, de incluir, de la reunión y la compañía, los amigos.  Me parece que eso es una manera de aguantar las tormentas a las que el país nos tiene lamentablemente acostumbrados, pero cuando en otros países experimentan la comida, la juntada… a todos les gusta. 

—¿Te resulta desafiante liderar un proyecto en Estados Unidos? Me refiero no solo a tener las riendas, sino también a que venís de una carrera de muchísimo vuelo, por ejemplo, con tantos años al lado de Fernando Peña. ¿Algo de esa locura se plasma en Circo Beach?

—¡Por supuesto! Yo traigo en mi mochila todo lo que hice. En ese sentido, después de trabajar tanto tiempo con Peña en radio y teatro, cualquier delirio al aire es posible, y hoy el streaming es eso: abrir el micrófono e improvisar.  Por otro lado, soy el conductor porque mis compañeros me dan generosamente ese lugar, pero Mónica y Diego, que tienen muchísima trayectoria, están súper enchufados, como si este fuera su primer laburo, y le meten todas las ganas. Maite Peñoñori es la más joven del equipo, es nuestra periodista de espectáculos, pero es muy talentosa, así que también hace móviles, puede conducir, hacer columnas. 

Dicho esto, es natural para mí estar hoy marcando cosas desde el lugar de la dirección, produciendo, editando, haciendo encajar todas las piezas. Y creo que es, también, la forma en que ahora se comunica, porque la tecnología permite jugar mucho más y hay que entender las redes, el consumo de entretenimiento, los formatos. 

—Vos tenés un modo de ver la actualidad, y dejar el país para poder crecer siempre supone sufrir la distancia con los afectos. ¿Cómo ves a la Argentina?

— A ver, está claro que el país necesitaba un cambio de rumbo económico. Creo que en eso estábamos todos de acuerdo.  Ahora, cuando hablo con mi familia, la verdad es que están sufriendo. Y creo que no era la idea.  Se suponía que el esfuerzo lo iba a hacer “la casta” -abre comillas en el aire- pero los que están sufriendo son los jubilados, los docentes, la gente que menos tiene. Yo tengo allá a mi novia, mi vieja, mi hermana… Somos de Ramos Mejía, familia de clase media. No puedo coincidir con ningún plan de gobierno en el que la gente sufra, más allá de que tampoco era viable que siguiera lo que había. Pero a la distancia mirás al país con otro cariño. Ya en 2008 viví un tiempo en España y entendí que Argentina es muy joven, que hacen falta más años para ponernos de acuerdo en ciertas cosas, y que al estar metido en la realidad todos los días haciendo radio, a veces te enojás de más.