La mansión esteña que fue de la dueña de Clarín es centro de conflicto en Punta Ballena
La Caleta, la propiedad de Ernestina Herrera de Noble, está en un lote propio de 34.566 mil metros cuadrados. Vendida por sus herederos, su nuevo dueño quiere hacer allí edificios frente al mar.
Para todos en Punta Ballena, “La Caleta” sigue siendo la mansión esteña de Ernestina Herrera de Noble. Es tan sólo un detalle que la empresaria argentina haya muerto en 2017, o que hace unos años, sus únicos herederos –Felipe y Marcela– se hayan desprendido de esa propiedad a orillas del mar por unos ocho millones de dólares.
Herederos, millones de dólares y conflicto por la venta de la casa de la dueña de Clarín.
Su actual dueño Sony Douer, un empresario brasileño cuyo padre Abraham Alberto Douer llegó a Punta del Este en los años ‘70 y, en sociedad con el titular de una inmobiliaria histórica de la zona, construyó su primer torre esteña en 1979. A los largo de los años fueron en total veintitrés edificios. Sony Douer siguió la línea empresaria de su padre y uno de sus nuevos emprendimientos es, junto a su socio Zaky Catán, hacer de la mansión La Caleta un complejo que ya tiene nombre: Bera Bay. Esto es un complejo siete bloques, más un par de viviendas, y una sola aislada del resto.
Este proyecto edilicio, según detalló el periodista uruguayo Marcelo Gallardo, se desplegará sobre el lote de 34.566 metros cuadrados de los cuales ocupará 21.515 metros cuadrados. La publicación de esta información se sumó a la de otras construcciones que se proyectan en Punta Ballena, que generó que distintas asociaciones de vecinos de ese sector –La Rinconada, Las Grutas, Portezuelo, y otros– se pusieran en alerta ante el avance del cemento por sobre el verde. Finalmente hace unos días, reunieron las 34.005 firmas necesarias para que el estamento del gobierno correspondiente analice la propuesta de hacer de Punta Ballena una área de conservación o reserva natural, libre de edificaciones.
En caso de que se apruebe lo pedido por los vecinos de esa zona, la propuesta se convierte en ley; si hay rechazo gubernamental, se convoca a un plebiscito. Punta del Este en toda su extensión, es decir, tomando a José Ignacio como parte de eso, tiene miles de metros de construcción en obra o como proyectos. Si Punta Ballena logra convertirse en área protegida, se convertirá en un caso testigo que servirá como base para acciones similares a intentar aplicarse en otras zonas, sobre todo costeras. Por eso, se mira con detalle el resultado de lo que fallen las autoridades.
Román Vignoly, el heredero del arquitecto uruguayo de fama mundial.
El eslógan “Uruguay natural” que el vecino país adoptó hace más de dos décadas, al menos en Punta del Este, tiene que reformularse. Una opción podría ser el concepto que Carlos Ponce de León, el arquitecto que junto a su colega Carlos Ott está a cargo del proyecto que ocupará el predio de La Caleta. Esto es “urbanismo sustentable”. ¿Cómo se traduce? “Construcciones cubiertas por azoteas verdes, que se vayan escalonando en el predio existente escarpado y de características únicas (...) una arquitectura respetuosa con el medioambiente, minimizando cualquier tipo de movimientos de suelos que afecte las particulares curvas de nivel del predio y de su vegetación existente”.
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