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Daniel Arroyo: "Entre los más pobres hay ganas de que esto funcione"

El ex ministro de Desarrollo Social participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). Los sectores populares y Milei. La autocrítica del peronismo. Y la denuncia contra Alberto Fernández.

Daniel Arroyo Foto: Daniel Arroyo

Daniel Arroyo participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) del Grupo Perfil, en la que destacó que los sectores vulnerables mantienen la esperanza en la gestión política de Javier Milei."Entre los más pobres hay ganas de que esto funcione, pero no necesariamente es apoyo al Gobierno. Es que esas ganas no se contraponen con nada más, porque está todo roto en el resto de la representación. Está rota la relación de la sociedad con la política, quebrada. Y lo único que está en el horizonte es Milei y el gobierno. Y eso genera algún grado de expectativa", sostuvo.

El ex ministro de Desarrollo Social durante el gobierno del Frente de Todos también aseguró que el peronismo debe realizar una mirada crítica sobre los últimos años en los que estuvo en el gobierno. "Creo que el peronismo tiene que hacer una autocrítica muy profunda. La sociedad votó algo que no queda claro qué era y que no quedaba claro para dónde iba, con tal de no seguir como estábamos y con tal de no votar el peronismo. Por eso, el peronismo tiene que construir nuevas ideas", declaró Arroyo en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y vicerrector de USBA.

—¿Qué es lo que más le alarma en cuanto al avance de la pobreza en Argentina?

A mí me alarman dos cosas. La primera creo que es lo más crítico hoy y es el endeudamiento de las familias para poder llegar a fin de mes que se endeudan al 500% de interés anual. Lo segundo para mí es un fenómeno de implosión social, no de explosión. Mucha gente está mal, no le alcanza, está agobiada, está cansada con lo difícil que está todo y eso lleva a la violencia rápidamente.

—¿Por qué cree que el Gobierno no pone el foco en la pobreza con mayor asistencia social?

El Gobierno sí tiene política social, pero muy parcializada. El Gobierno hizo dos cosas: aumentó el monto de la Asignación Universal por Hijo y aumentó el monto de la Tarjeta Alimentar. Yo creé la Tarjeta Alimentar, es una buena política, que es para las madres que tienen chicos menores de 14 años. Es una tarjeta que se carga todos los meses y le permite comprar alimentos. El problema es que no hizo ninguna otra cosa, no siguió los comedores comunitarios. El error de diagnóstico para mí del Gobierno fue creer que aumentando la Tarjeta Alimentar alcanzaba, en un contexto de caída de empleo, de pérdida de ingresos, la situación es muy crítica y no alcanza.

Daniel Arroyo participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la USBA.

¿Los sectores populares siguen manteniendo el apoyo a Milei?

Sí, en estos términos. Los grandes conflictos sociales en América Latina, las crisis se dieron en los últimos años por dos cosas. Por el aumento del transporte, le pasó a Dilma en Brasil y a Bachelet en Chile. O, como antes decía, por el endeudamiento de las familias, que es lo que terminó llevando a Boric a la presidencia de Chile. Yo sería muy cuidadoso con este tema del aumento del transporte y el endeudamiento de las familias. Entre los más pobres hay ganas de que esto funcione, pero no necesariamente es apoyo al Gobierno. Es que esas ganas no se contraponen con nada más, porque está todo roto en el resto de la representación. Está rota la relación de la sociedad con la política, quebrada. Y lo único que está en el horizonte es Milei y el gobierno. Y eso genera algún grado de expectativa.

—¿Su conclusión sería es que los sectores populares todavía siguen apoyando a Milei?

—No diría apoyo en términos de que confían, sino que tienen la expectativa de que esto funcione. No es apoyo al Gobierno, tienen ganas de que funcione el esquema general. Si eso después se traduce en apoyo electoral o no, es muy complejo de entender, y falta una eternidad.

—Usted es un dirigente del peronismo que siempre ha trabajado en relación a los sectores populares. ¿Qué le parece que ahora los más humildes tengan esperanza en algo distinto al justicialismo?

Creo que el peronismo tiene que hacer una autocrítica muy profunda. La sociedad votó algo que no queda claro qué era y que no quedaba claro para dónde iba, con tal de no seguir como estábamos y con tal de no votar el peronismo. Por eso, el peronismo tiene que construir nuevas ideas. El concepto de libertad que plantea el Gobierno me parecía que no tenía sentido, porque uno en la Argentina hay problemas económicos, de vida cotidiana, pero no hay un problema de libertad. Sin embargo, la sociedad decodificó esa idea de libertad como algo contra el agobio y el cansancio y que el Estado se mete en todo. Es necesario entender que acá hay que construir nuevas ideas, que hay una sociedad que cambió y el peronismo no cambió y no entendió esas nuevas ideas. Ese es el desafío.

—Algunos años atrás usted declaró para Infobae que sentía afecto por el ex presidente Alberto Fernández y lo describió como una buena persona y como alguien que sentía dolor por el dolor del otro. ¿Su visión cambió tras lo recientemente revelado?

—Yo estoy muy consternado y muy impactado por las denuncias que ha habido contra Alberto Fernández. Cuando fui ministro de la provincia de Buenos Aires hace varios años, hablé mucho con las mujeres y aprendí algo que me quedó muy en carne viva, y es que la mujer denuncia cuando puede y que siempre hay que estar del lado de la víctima. La víctima en este caso claramente es Fabiola, que es la que denuncia violencia de género, yo estoy de ese lado y junto con eso hay que esperar a lo que defina la justicia.

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¿Usted cree que en el futuro el kirchnerismo y el PRO podrían votar más leyes en conjunto y en contra del Gobierno, como pasó recientemente en el Congreso?

No, no lo creo. En términos generales, el PRO va a volver a reencontrarse acompañando al bloque de la Libertad Avanza. Lo que pasa es que el DNU que amplía 100 mil millones de pesos para servicios de inteligencia es una brutalidad absoluta. Creo que el PRO acompañó porque nosotros ya teníamos una mayoría, pero la brutalidad que significa que esa sea la única partida presupuestaria que amplíe el gobierno, llevó a que el PRO haga algo que en mi opinión no va a ser la regla para adelante. Creo que la regla para adelante va a ser acompañar al Gobierno de parte del PRO.

¿Qué piensa sobre el veto del Presidente al aumento de los jubilados?

—Lo racional sería que el Gobierno no lo vetara, que defina una manera de organizar bien la forma de ir compensando a los jubilados. El veto un error muy grande, y yo creo que están los dos tercios en las dos Cámaras y hablamos de que estamos llevando a los jubilados a la misma situación que tenían en abril del año pasado que ya estaban muy mal, que acá no hay ningún desequilibrio fiscal y ninguna cosa alocada. Estamos compensando lo que perdieron los jubilados en estos primeros meses del año.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de entrevistas y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final.

—Estamos frente a un cambio de ciclo profundo en la Argentina en lo conceptual. Hay un debate en el país acerca si esto es el cuarto neoliberalismo o no. El primer neoliberalismo sería el de Martínez De Hoz, el segundo el de Cavallo con Menem, el tercero el de Macri y éstesería el cuarto. Yo creo que no, creo que es un cambio y un quiebre profundo. El modelo que encara el Gobierno es sin Estado, es absurdo, no tiene sentido. Pero, claramente, en un contexto de deterioro tan profundo y de quiebre de la relación de la sociedad con la política tiene un avance muy claro. Cuando termine Milei y su gobierno, el sistema educativo va a ser otro en la Argentina, el sistema de salud va a ser otro, el Estado va a ser otro, el mercado va a ser otro y entonces mi opinión es que la política tiene la necesidad de construir nuevas ideas.

Por Karina Neumann, Agustin Mera y Valentina Bustos
Estudiantes de la Facultad de Comunicación
Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA)