qué ven (y esperan) los empresarios

Una noche con el círculo rojo hablando de inversiones

Un encuentro por el 65° aniversario de una de las grandes multinacionales en el país terminó mostrando una foto del momento de dudas y certezas en el que viven las empresas. Sobre la posibilidad de inversiones, interesa en especial Oil&Gas, con Vaca Muerta y obras de infraestructura paralelas al yacimiento. Expectativa sobre las elecciones del año próximo. Si todo sale bien, Argentina podría ser un país de US$ 5 mil millones de inversión externa de piso.

Foto: Pablo Temes

Ernst & Joung, conocida como EY, es una multinacional de las más importantes dedicadas a los servicios profesionales de auditoría, impuestos, finanzas, contabilidad y factibilidad de inversiones. Esta semana cumplió 65 años en el país, que serían “120 en cualquier otro lugar”, se bromeaba en uno de los festejos con los invitados más vip del mundo privado argentino.

Entre sus clientes locales están las empresas más grandes del país, de múltiples sectores, y también, las compañías extranjeras, financieras y de la economía real, que podrían tener potencial interés en invertir en la Argentina. Con hiperprofesionalismo los conductores de EY analizan hoy a destajo las verdaderas posibilidades de desembarco en el país, incluyendo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), el sistema ideado por el Gobierno para que vengan dólares al país. Pero no financieros. Reales. Para hacer crecer a la Argentina y crear empleo. Y dólares.

El miércoles por la tarde, en el siempre deslumbrante Four Seasons, 400 dueños, CEO y responsables mixtos, de muy grandes, grandes, medianas y pequeñas pero aspiracionales empresas, de aquí y de afuera, se encontraron para saludar a la gente de EJ. Y para tratar de responder la reflexión que hace algo más de un mes, ellos mismos se hacían en la cumbre de IDEA en Mar del Plata: “Si no es ahora, cuándo”. En definitiva, la pregunta que todos se hacen en este selecto mundo de los empresarios privados del círculo rojo: “¿Es el momento de apostar por la Argentina? ¿Es ahora? ¿Por fin? ¿O mejor esperar? ¿Milei es la solución? ¿O un problema? ¿Será un Macri?

Los debates de los participantes del evento son una foto del momento en el círculo rojo sobre la realidad del país. Al menos el empresario. De aquí y afuera.

  • ¿Hay inversiones? En cada ronda de conversación en cada mesa del encuentro, la interconsulta era la misma. Y la respuesta también. La primera aproximación indica que, por ahora, la cantidad de empresas que vienen a invertir casi empata a las compañías multinacionales que se van y abandonan la pelea y las locales que cierran las puertas. O como afirmaba uno de los participantes vip, “hay tantas nursery como funerales”. Hoy, en un auténtico fifty fifty. La buena noticia es que desde fines de 2023 al primer semestre de 2024, la relación era radicalmente negativa de un 80% de salidas contra un 20% de entradas. Y, según los analistas presentes en el Four Seasons, habría que esperar que durante comienzos de 2025 la relación pase a un 60-40. Por ahora, no se podría esperar mucho más. Un dato importante que se mencionaba en el salón principal de la velada es que se notaría hoy un fenómeno importante y, quizá, optimista: que están jugando los empresarios locales. Dicho de otro modo, hay multinacionales que se van, pero argentinos que las compran. Se nombraba la operación de toma del Banco Macro a la operatoria local del Itaú, en un desembarco que doce meses después ya se completó, y con un pago de 50 millones de dólares. Un negoción. Se aseguraba que el valor actual triplicaría ese dinero. En la misma línea se hablaba de la salida del país del HSBC en manos del Galicia por unos US$ 550 millones de dólares. Gran parte de este dinero fue obtenido por el banco de capitales nacionales en el mercado a comienzos de octubre, en una operación de toma de deuda por unos US$ 325 millones a cuatro años a una tasa del 7,75%. Hay otras dos experiencias similares de este año. La sorpresiva compra en julio pasado del negocio de Procter & Gamble en la Argentina, por parte del grupo Newsan, una pulseada en la que el holding que encabeza Rubén Cherñajovsky les ganó a los Pérez Companc. Hasta aquí, se ven movimientos algo lógicos de compañías que operan en el país en rubros complicados, hiperregulados y controlados. Y empresas locales acostumbradas a lidiar en esos mercados embarrados. Los focos se prendieron cuando hace quince días se supo que Pluspetrol, empresa petrolera propiedad de dos familias (Rey y Poli), tomó posesión de activos locales de ExxonMovil valuados en unos US$ 1.600 millones, la mayoría situados en Vaca Muerta. La salida de la petrolera norteamericana de la joya local provocó suspicacias. Se explicó en la necesidad de la empresa de concentrarse en Guyana. Pero se interpretó como algo no normal que una compañía norteamericana vendiera activos situados en el segundo yacimiento de shale más importante del mundo. El primero está en EE.UU. y son operados por Exxon. Igualmente, se festejaba que sea una petrolera criolla la que herede esa fuente de dólares de Vaca Muerta. Se reflexionaba en la reunión del Four Seasons que se podrá decir que comenzaron a venir inversiones cuando sean los extranjeros los que compren activos locales. Como en los 90. Por ahora, sin novedades.
  • ¿Qué sectores interesan? Por este lado, no hay novedades. En la mira está el rubro Oil&Gas, con Vaca Muerta en la mira, y un rubro también de interés: las obras de infraestructura paralelas al desarrollo del yacimiento. Esto incluye no solo la construcción de los ductos, sino las rutas y servicios paralelos. Se mencionaba en el encuentro del miércoles que hay cierta queja desde el exterior por el hecho de que sean empresas locales las que ganan las licitaciones, incluso las privadas, para estos proyectos. “Al revés de los 90”, decía, sonriente, un CEO ganador en estas lides. Un paso más abajo se encuentra la minería, con el litio como bandera y el RIGI como autopista, asegurando que este sistema “destrabó los números de la rentabilidad” y la “decisión de acelerar el estudio de inversiones”. El tercer rubro en la mira es el campo. Pero con condicionalidades. “Debe haber una contracción y, preferentemente, liberación de retenciones” además de “una flexibilización para la compra de campos productivos por parte de los extranjeros”, para que haya también intereses en invertir en este sector. Un paso más abajo, solo en la mira, está la posibilidad de invertir en alimentos con valor agregado. “Por ahora, solo consultas. Pero puede ser. Habrá que esperar a 2025”. Se consultó al círculo rojo dónde están en el exterior vedadas las inversiones en el país. Tajantes, dos CEO del exterior presentes en el país para fiscalizar oportunidades desde algún fondo de inversión dijeron, secos: “No va a haber una nueva Suez, en Aguas Argentinas. Por muchos años”. La fuente hacía referencia a la mala experiencia que la empresa francesa tuvo en los 90 con el negocio de las aguas en el país, su nacionalización durante el kirchnerismo y el posterior cobro de unos US$ 245 millones luego de un traumático juicio en los tribunales del Ciadi. En sintonía con la reflexión, y con una sonrisa negativa, se contestaba sobre la posibilidad de algún interesado, por ejemplo, en Aerolíneas.
  • ¿Hay temores políticos? La respuesta fue seca. “Obvio”. Alguien del exterior recordó una frase casi perdida de julio pasado del exjefe de Gabinete del albertismo, Agustín Rossi, donde dijo: “No aconsejo invertir, ni hacer negocios con este Estado gobernado por Milei. Aténganse a las consecuencias”. Acto seguido, y a horas de haberse conocido el fallo de Casación confirmando la condena de Cristina Kirchner, se mencionaba que, quizá, confrontar con la expresidenta y colocarla en el centro de la escena no era la mejor opción política para Milei. Se analizaba que el momento del “por sí o por no” serán las elecciones legislativas y la suerte del oficialismo y la oposición en ese acto.

Se deslizaban otros datos:

  • Habrá que seguir la tasa de interés de EE.UU. Que la Fed no las incremente por políticas proteccionistas.
  • No hay preocupación por algún “retraso cambiario”, siempre que continúen fuertes los tres superávits: fiscal primario, financiero y comercial. Tampoco se ve como fundamental algún cambio en el crawling peg del 2% mensual.
  • Es importante un acuerdo de largo plazo con el FMI, y que el organismo apruebe o fiscalice con fondos la apertura del cepo. Con Trump o sin él.
  • Hay que seguir esperando inversiones de argentinos. Luego de regionales: capitales brasileño y, quizá, chilenos y mexicanos. Recién después, de EE.UU. Eventualmente cataríes, saudíes. También chinos. Últimos, los europeos.
  • Si todo sale bien, Argentina será un país de US$ 5 mil millones en inversiones externas anuales de piso por toma de deuda voluntaria de los mercados internacionales, y hasta 10 mil de techo en los próximos diez años. El número hoy está en los US$ 1.000 millones. Con suerte.