Opinión

Qué desafíos enfrentará la nueva Vicentin

Entre los desafíos de la nueva firma aparece la necesidad de sanear su pasivo, y en especial construir relaciones de confianza con los productores y con los compradores.

Planta. El magistrado decidió que los interventores del Gobierno sigan como “controladores”. Foto: cedoc

Descriptas las condiciones generales en la que operan las empresas exportadoras de granos, repasemos ahora los desafíos que enfrentará la nueva empresa Vicentin/YPF Agro, si tuviera la administración, a la que podríamos denominar V-YPF.

Damos por sentado que la deuda con el sistema financiero nacional e internacional queda totalmente saneada ya que el Estado (a modo de hipótesis y entre otras posibilidades) otorga una garantía que regulariza la situación actual de incumplimiento con el sistema financiero local según normas del BCRA, así como también encuentra una fórmula que satisface a los acreedores internacionales.

Queda por financiar la deuda contraída como pasivo comercial con los 3.500 productores y acopios, que asciende a aproximadamente US$ 350 millones y que no está claro, de momento, quien se hará cargo, con recursos de qué origen y bajo cuáles condiciones. Es bien probable que una parte de esta deuda provenga de contratos ¨forward¨ a precios superiores a los vigentes hoy en el mercado.

Adicionalmente podría existir también un pasivo significativo a ser auditado por contratos incumplidos de entrega en el exterior por falta de mercadería para exportar. A priori, parece más complicado que los productores cumplan su contrato de entrega a una empresa concursada de que los clientes del exterior accionen cobros por incumplimiento de contratos.

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Por razones que exceden a este artículo, la relación de confianza recíproca entre los productores agropecuarios y el Estado nacional ya se encontraba bastante deteriorada y la expropiación del grupo Vicentin no parece haber contribuido a mejorarla.

Por esta razón cabe pensar que, excepto por cuestiones puntuales vinculadas a localización con relación a los puertos, V-YPF no sería un jugador al cual, voluntariamente, los productores se sentirán confiados en darle crédito y entregar granos (excepto en condiciones de canje por productos), en idénticas condiciones competitivas con los otros exportadores.

Una alternativa, bastante poco política, sería exigirles a los productores acreedores que entreguen una determinada cantidad de granos para poder cancelar la deuda. Ello le aseguraría a V-YPF un cierto flujo de abastecimiento de granos para poder operar, pero con un costo significativo en términos de imagen comercial.

Supongamos ahora que las condiciones comerciales de V-YPF son significativamente mejores que las de sus competidores para compensar el problema de la confianza, y en ausencia de ventajas impositivas o financieras, inimaginables desde ya en una empresa para-estatal testigo, es dable pensar que esto se lograría con un deterioro en su rentabilidad.

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Imaginemos por un instante que esta estrategia o una combinación de ellas, unida a un buen marketing de imagen, supera el problema de la confianza (la codicia supera al miedo), consigue originar una cantidad similar de granos a la que generaba un par de campañas atrás (2017/18) en que exportó 6,8 millones de toneladas* que, a valores de hoy en el entorno de US$ 340/tn en promedio, representan aproximadamente US$ 2.300 millones.

Según la información obtenida en el mercado cerealero, aproximadamente el 25% de los granos se reciben modalidad ¨forward¨ o sea que debemos depositar de manera inmediata. Como vimos antes, el 33% de retención a las exportaciones o aproximadamente US$ 110/tn, que representan US$ 187 millones de adelanto, previo a haber recibido un solo grano. Dado que no parecería haber capital propio, esto se deberá efectuar mediante operaciones de prefinanciación de exportaciones.

¿Quién le va a prestar el dinero para financiar esta operación? ¿Con qué garantías (supuestamente opera en condiciones similares al sector privado)? ¿A qué tasa de interés?

  • Si los bancos privados se encontraban reduciendo su exposición al sector exportador, en un contexto de caída de los depósitos en dólares, parece difícil que le presten a V-YPF, por lo cual deberá ser exclusivamente el sector público financiero quien otorgue estas líneas de crédito, incrementando su exposición de riesgo. Habrá que estudiar cómo administrar probables comentarios en los medios con una visión negativa de la expropiación para que no se corra el riesgo de producir una corrida bancaria contra los depósitos en dólares que son los que permiten realizar las operaciones de prefinanciación de exportaciones.

  • Las divisas de la exportación de granos se deben liquidar a los 15 días de efectuado el embarque lo implica un costo financiero que alguien deberá pagar. Potencialmente, podría implicar la necesidad de contar con alrededor de U$S 150 millones mensuales adicionales en capital de trabajo para financiar las operaciones o una línea de financiamiento de exportaciones del orden de U$S 400/500 millones

  • También es relevante recordar que la empresa deberá contar con coberturas en el mercado de futuros por lo que deberá afectar recursos en dólares a financiar esas operaciones, lo que impone una restricción financiera adicional.

  • Debe considerarse que la mayor parte de los competidores de V-YPF, son empresas globales de primera línea con calificación de riesgo AAA o AA, con acceso a líneas casi ilimitadas de crédito a tasas de interés inimaginables para una empresa argentina.

  • YPF cuenta con una fuerte experiencia y capacidad en los aspectos logísticos asociados a contratación de embarques nacionales e internacionales la que podría ser transferida a V-YPF, en principio sin mayores dificultades, ya que en la actualidad lo hace en una escala menor. El área financiera de YPF tiene experiencia en la administración de contratos de futuros de granos y subproductos y en la administración de los recursos financieros asociados, por lo que cabría suponer que incrementar el volumen de operaciones tendría un costo marginal asociado pequeño.

  • Por último, un riesgo a evaluar: la futura empresa podría estar mucho más sujeta y vulnerable a la presión sindical que sus competidores, lo que podría complicar la posibilidad de obtener ventajas competitivas en los aspectos logísticos.

* Datos de la BCR - https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/ranking-de