CAMPO CON CARAS LARGAS

Productores alertan por brusca baja en el nivel de actividad

A pesar de la nueva versión del dólar soja y de los anuncios para flexibilizar la asistencia por la emergencia agropecuaria en algunas provincias, el nivel de producción y de recaudación está comprometido para los próximos meses. Estudian nuevas protestas y se anunció una medida de fuerza gremial en acopios.

Sequía. Su impacto no solo será en el ingreso de divisas, sino en la suba de los precios domésticos. Foto: NA

Después de declarar la emergencia agropecuaria por la sequía en diferentes provincias del país, el Gobierno anunció el dólar soja y también que para acceder a los beneficios que establece la norma se podrá hacer un trámite virtual. Sin embargo, los productores afirmaron que las medidas llegan tarde y no son suficientes.

“Es importante que se declare la emergencia o el desastre agropecuario, porque el desastre es tal. El problema es lo tarde que llega”, afirmó a PERFIL Andrea Sarnari, secretaria gremial de la Federación Agraria Argentina. “Los beneficios son muy escasos, como por ejemplo la postergación del pago de los impuestos”.

La ley 26.509 sobre Emergencia Agropecuaria establece que, una vez declarada, las medidas a implementarse incluyen la asistencia técnica y financiera a productores.

Según los productores, esto no se cumple. “El tema es si las zonas en las que han declarado desastre van a dejar de pagar impuestos o simplemente se los van a prorrogar”, afirmó a PERFIL Marino Cid Aparicio, delegado de la Sociedad Rural.

Frazada corta en promociones bancarias por la inflación

“Para la próxima campaña se necesita una inversión de lo que no se recaudó, de 20 mil millones de dólares”, aseguró Aparicio, que ve difícil que los productores puedan, sin ayuda crediticia, reinvertir.

El ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó en su cuenta de Twitter que el último decreto impulsado entre AFIP y la Secretaría de Agricultura tiene el objetivo de que el productor “no deba efectuar ningún trámite” para acceder a los beneficios de la ley, pero la realidad es que seguirán teniendo que pedir el certificado de emergencia ante las autoridades de cada provincia para después iniciar el pedido virtual en AFIP.

El problema es que “en los bancos no otorgan créditos a los productores que están en emergencia, porque consideran que son sujetos no pasibles de crédito”, afirmó Sarnari. Entonces, “es una contradicción tener una emergencia y que después el banco no ayude”.

Aparicio explicó que en la agricultura el proceso productivo dura siete años: “Hay dos muy buenos, dos muy malos y tres regulares”. Dijo: “El Gobierno no entiende este sistema, y sigue viviendo a costillas del campo sin generar condiciones para que se desarrollen inversiones”.

Sequía. Foto: Télam

Claudio Ersinger es médico veterinario y productor de Tandil, uno de los partidos comprendidos en la declaración de emergencia. Cree que estas medidas son “paliativas”, y que no alcanzan para enfrentar “el efecto devastador de la sequía”. Ersinger le comentó a PERFIL que son pocas las oportunidades en las que se declara “desastre”, algo “que implica la suspensión del pago de algunos impuestos y vencimientos de créditos, generalmente de la banca oficial”. En cambio, aclaró, “la declaración de emergencia pospone esas obligaciones por 90 o 180 días”.

“El tema de desastre puede limitar un poco el pago de impuestos, pero, ¿cuáles impuestos?”, se pregunta Aparicio. “En definitiva, ganancia no va a haber”, concluyó.

Desde la Federación Agraria sostienen además el pedido en torno a la eliminación del anticipo en el Impuesto a las Ganancias. “Nos parece un impuesto que no tiene que ver con la realidad económica de la actividad”, porque “estamos pagando una ganancia que se supone que vamos a tener el año que viene”, afirmó Sarnari.

A pesar de las primeras lluvias, las consecuencias de la sequía se van a seguir sintiendo en 2024. “La Bolsa de Rosario hizo mediciones sobre las pérdidas”, sostuvo Aparicio, a la vez que vaticinó que el daño será “mucho más profundo”.

Una combinación de malas políticas migratorias

Según estimaciones de consultoras privadas, este año será “crítico” para el sector. De acuerdo con el último informe de Ecolatina, las proyecciones se siguen recortando y en la actualidad “los recortes alcanzan una merma del 45% para trigo, del 31% para el maíz y del 42% para la soja”, el peor panorama en los últimos 14 años.

Ersinger agregó que para hacer frente a estos daños el Estado debería “suspender el pago de los impuestos asociados al ciclo productivo perdido”, además del vencimiento de las cuotas de los créditos bancarios. También, “analizar, por una situación excepcional, la eliminación de retenciones”.

Ante la consulta sobre esta posibilidad, el secretario de Agricultura de la Nación, Juan José Bahillo, dijo, en diálogo con radio Mitre, que una baja en las retenciones está descartada “por ahora”.

A la complicada situación del sector se suma ahora un paro indeterminado de acopios anunciado por la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (Urgara). “No permitiremos que usen a nuestros afiliados para obtener un dólar soja”, aseguró Pablo Palacio. El líder del gremio agregó que esto se concreta, “los salarios deberán acompañarlo”. El sector reclama, entre otras cosas, el pago de un bono anual adeudado, pero que esté adecuado a las tasas de inflación.