Prender la parrilla para Navidad y Año Nuevo, una misión cada vez más complicada
En octubre, el precio promedio de la carne vacuna había sido de 7.878 pesos el kilo y en noviembre cerró con el asado por encima de los 10.000 pesos. El costo de los alimentos en Argentina es menor que en Chile y Uruguay, pero es mayor que en Brasil.
El precio de la carne en los comercios tuvo aumentos de un 12 por ciento que, en algunos casos, llegaron a un 30 por ciento durante noviembre, pese a la retracción del consumo, por lo que los valores de ese producto superan los 10 mil pesos por kilo. Así lo reportaron los comerciantes del ramo, más allá de que la situación es dispar, según se trate de carnicerías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o mercados barriales del Conurbano.
En Capital Federal afirman que, respecto a octubre, los aumentos fueron de entre 5% y 10%, mientras que en en la provincia los precios de los cortes más demandados, como por ejemplo el asado, casi ni se movieron. El asado puede conseguirse en oferta a partir de 6.500 pesos en el Mercado de Morón y 6.800 pesos en el Mercado Central, donde además los bonaerenses pueden acceder a descuentos a través de Cuenta DNI.
Según un relevamiento, el precio de un kilo de asado con vistas a las Navidades oscila desde entre 10.400 y 11.800 pesos en las cadenas de carnicerías en CABA; a entre 8.000 y 9.200 pesos en los comercios barriales en CABA; 7.000 pesos en promedio en cadenas de supermercados; entre 6.500 y 7.500 pesos en el Mercado de Morón, y 6.800 pesos en el Mercado Central.
En octubre, según el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), el precio promedio de la carne vacuna había sido de 7.878 pesos el kilo y en noviembre cerró con el asado por encima de los 10.000 pesos en algunas carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires, mientras los consumidores temen que haya nuevos aumentos en la previa a las fiestas.
Los típicos cortes parrilleros como vacío, entraña, colita de cuadril, matambre, ojo de bife, y las clásicas achuras (mollejas, chinchulines, riñones, chorizos y morcillas) se dispararon en las principales zonas urbanas, de modo que el kilo de un asado se lleva los cuatro ceros del billete recién salido del horno monetario.
Retracción del consumo
No pocos consumidores se dieron media vuelta en la puerta misma de los locales, pero aun así los precios de las medias reses no reaccionaron a la baja, afirman que por una recomposición previa a las fiestas que decidieron los matarifes, o sea, "la oferta", tras tres meses de valores estancados.
Así, los mostradores de carnicerías y supermercados reflejaron esas subas entre el 10% y el 12%, que se hizo visible en cortes como la milanesa, que indicaron a $9000 el kilo; el asado, a $8000; el vacío, a $9500; el lomo, a $11.000, y el peceto, en $10.000.
Sin embargo, las carnicerías porteñas y las barriales del conurbano no se ponen de acuerdo y mucho tiene que ver la afluencia de clientes que se avienen a pagar hasta $11 mil por el kilo del insumo parrillero por excelencia. En las periferias cobran hasta el 35% menos que los colegas metropolitanos.
Así lo explicó el vicepresidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya), Sergio Pedace, al asegurar que "la expectativa por las fiestas, la hacienda ajustada y las lluvias han contribuido a este aumento". “Además veníamos con un precio atrasado, pero hay que ver si los consumidores convalidan estos nuevos valores", remarcó.
Un tercio abajo de la inflación
En lo que va del año, los precios de la carne aumentaron un 33% al público, frente a una inflación del 107% en idéntico período. Reflejó la caída del consumo por habitante de 46 y 48 kilos anuales, llegando a los valores más bajos en los últimos 28 años, de acuerdo con el Ipcva.
La Sociedad Rural Argentina también sostuvo que "el precio actual de la hacienda en pie se encuentra un 18% por debajo del promedio de los últimos quince años, en términos reales", en el informe elaborado hace algunos días.
"Entre diciembre de 2023 y octubre de 2024 el precio de la hacienda aumentó, en promedio, un 41%, y el de la carne al consumidor un 59%, mientras que el IPC registró un incremento del 107%. Este comportamiento se profundizó aún más en octubre, cuando los valores de la hacienda mostraron una evolución negativa: el novillo de consumo cayó un 0,6% y el ternero de cría un 5,6%".
El año cierra con subas en servicios y la carne
La justificación empresaria es que, con el reciente aumento, los precios de la hacienda gorda han alcanzado valores promedio de $2500 para vaquillonas y novillitos, mientras que los novillos grandes y pesados ya superan los $2600 por kilo y que, en este marco, este ajuste permite cubrir los mayores costos asumidos previamente.
Pese a la disparada en el precio de la carne, la inflación de alimentos de noviembre podría ser menor a la de octubre: la cuarta semana del mes concluyó con un leve incremento de 0,1%, con lo que la suba promedio mensual quedó en 2,2%.
El costo de los alimentos en Argentina es menor que en Chile y Uruguay, pero es mayor que en Brasil
El costo de una canasta de alimentos medida en dólares en Argentina es menor que en Chile y Uruguay, pero mayor que en Brasil, según reveló un relevamiento realizado a inicios de noviembre en tiendas online de supermercados de cada país por el IERAL. La canasta, integrada por 11 productos, rondaba los US$36,4 en Argentina (tipo de cambio oficial), mientras que en Chile y Uruguay alcanzaba valores de US$45,0 y US$44,6, respectivamente, y en Brasil costaba US$29,1.
Los alimentos básicos que conformaron el análisis son carne vacuna, cerdo, pollo, arroz, fideos, café, harina, azúcar, aceite de girasol, leche y huevos, y fueron comparados en dólares utilizando el tipo de cambio oficial de cada país. De esta manera, el relevamiento indica que "la canasta más barata se hallaba en Brasil, le seguía Argentina, luego Uruguay y finalmente Chile", ya que "en Argentina, la canasta de alimentos costaba un 26% más que en Brasil, pero 19% y 18% menos que en Chile y Uruguay, respectivamente".
El reporte aclaró que "más allá del valor conjunto de la canasta de bienes seleccionada, hacia su interior se encuentran matices", detallando que en la comparación entre los comercios argentinos y brasileños aparece que la brecha "se mostraba mayor en algunos bienes, caso del arroz (+116%) o los fideos (+70%)". Asimismo, reflejó que "también se encuentran situaciones opuestas, Argentina con algunos alimentos más baratos que en Brasil, como la harina de trigo y el aceite de girasol".
Las pymes, en la crisis más grave desde la pandemia
En cuanto a la comparación con Chile y Uruguay, a pesar de tener Argentina una canasta más barata que en estos dos países, el trabajo reveló que "se encontraban productos más caros en el país que en los vecinos, caso de la leche (+6%), el arroz (+4%) o los fideos (+2%) con respecto a Chile, y el arroz (+38%) o la leche (+1%) con respecto a Uruguay". Desde IERAL sostuvieron que "los resultados a priori son los esperados en cuanto a Chile y Uruguay, el primero es un país importador neto de algunos de los productos seleccionados y por ende es razonable que tenga precios más elevados dados los mayores costos de transporte".
Asimismo, puntualizaron que "el caso de Uruguay es más complejo puesto que si bien es un país productor de alimentos y entre ellos especialmente carne, en algunos otros casos el país es importador, sumado a otros factores que podrían provocar que los precios sean más altos, como lo es el costo de vida más elevado en aquel país".
En relación a la comparativa con Brasil, precisaron que "hay que tener en cuenta que, si bien ambos países son grandes productores de alimentos, aquel país ha adquirido mucha competitividad en la producción de estos, siendo de los principales exportadores mundiales en algunas cadenas productivas como el caso de la carne bovina o carne aviar".
Al mismo tiempo, señalaron que "también es importante notar que el real brasileño acumula una depreciación frente al dólar que se aproxima al 20% en 2024, un movimiento de la moneda que no ha sido acompañado por la inflación y, por tanto, abarata los componentes de no transables (servicios) que tienen incorporados los precios finales de todos los productos, incluidos los alimentos".
ML
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